Lea Cristaldi
Bajo la cabeza, sin querer hablar. No puedo, es mucho que digerir por el momento. Nunca tuve que preocuparme por nada en la vida que no fuera ser feliz y disfrutar mi vida al máximo.
Y ahora... Mi madre, mi padre, la carta, los secretos.
«Mamá, dejaste muchas cosas sin resolver»
—Déjala. No hablará ahora, necesita tiempo.
Ojiazul mira al señor Cristaldi como si fuera alguien que no conociera. Como si fuera un ser extraño...
Mi padre mira uno de los gorilas y vuelve a hablar— Acompáñala a la mansión. No le quiero ver ni un rasguño. Instálala en una de las habitaciones principales. — mira a tatuado y chico en blanco — Regresan a su puesto.
Niego con la cabeza, pero sin levantarla. — Buscaré un hotel...
La ruidosa carcajada del ojiazul me hace levantar la cabeza, para mirarlo con una ceja enarcada «Tiene una bonita risa»
—¿Tú? ¿Siendo quién eres, a un hotel? ¿Te volviste loca?
—Ella no sabe nada, Braider — aclara Cristaldi.
¿Siendo quién soy? ¿Quién se supone que soy?
—Pues tendrás que contarle si la quieres vivita y follando.
Lo miro, atónita ¿Y este quien se cree que es?
—Más te vale que la empieces a respetar porque esta niña algún día te va a patear el culo.
Miro al señor Cristaldi, aún más atónita ¿Yo? ¿Pelear con alguien? ¡No me sé ni defender!
—Señor... Eh... Cristaldi, yo no sé pelear ni me interesa aprender. Solo vine a cumplir una promesa y después me iré...
Me mira y no sé bien como descifrar su expresión. Parece enojado, confundido, dolido, furioso... Muchas cosas juntas.
—Soy tu padre. No me llames así.
¿Ahora si es mi padre? ¿Dónde estuvo en los dieciocho años que llevo de vida?
—Ese puesto se tiene que ganar — susurro, bajando la cabeza, jugando con mis dedos.
Los pocos guardias que se habían relajado, se vuelven a tensar por completo. Y los pocos que había vuelto a su color de piel normal, vuelven a palidecer.
Escucho como inhala fuerte seguido de una más fuerte exhalación.
—No te quedarás en un hotel. No lo voy a permitir. Tengo que hablar contigo, pero eso será más tarde.
Teniendo en cuenta que debo guardar dinero para el vuelo de regreso, no puedo rechazar la oferta.
Sé que no es seguro, y me pueden hacer algo, pero él ya pudo matarme y no lo ha hecho. Solo cerrare con llave y listo.
Asiento— Bien.
—Llévatela.
Niego con la cabeza — Él no.
—No sabes dónde está, te vas a perder.
No pienso irme con uno de sus gorilas. Prefiero a chico en blanco. No confío al cien en él, pero por lo menos me siento un poco más segura.
—No me iré con él.
—Lea... — la amenaza está clara en su tono de voz.
—No confío en él. Bueno, no confío en nadie, pero me sentiré más cómoda con él — señalo a chico en blanco.
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En las sombras (En Pausa)
Novela JuvenilTrilogía Sombras #1 Al morir su madre, Lea se entera de cosas que jamás imaginó; se entera quien es su padre, pero, él no es alguien cualquiera; es el jefe supremo de la mafia italiana. Lamentablemente, la última petición de su madre fue que viajar...