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- Esto es una basura -Escuchaba las duras palabras de la mayor frente a ella, solo tenía la cabeza baja, solo se mantenía con una cara neutra- No viste el ejemplo que te di? Me diste todo lo opuesto, así no vas a conseguir nada.

- Lo hice más único -No tenía miedo para ser sincera, le hablaba con tranquilidad a la mujer que tenía en frente, mientras tenía la atenta mirada de las otras mujeres que había en la sala- Pensaba que sería más especial.

- Único? Eso no fue lo que te pedí -Escupió las palabras, la madre de la novia sentía vergüenza en ese mismo instante, la iba a detener, pero sabía que era mala idea.

- Cariño, la intención fue buena -Su madre tomó su mano, pero la mujer la separó bruscamente, con un rostro enojado- Deja de hacer tanto drama por nada, todavía quedan dos meses.

Jungeun no se sentía intimidada, la diferencia de altura no le causaba miedo, ya le habían tocado varios clientes de ese tipo. La mujer solo bufó, rodando los ojos mientras cruzaba los brazos, miro a Jungeun con asco.

- Eres un idiota, no se como eres tan recomendada -Recibió un regaño por parte se su madre, se estaba comportando como una niña.

- Lo lamento mucho -Tomó las manos de Jungeun mientras le daba una mirada llena de vergüenza- Tiene mal temperamento.

- No se preocupe, no es la primera vez que pasa, estoy acostumbrada -Le dijo a la señora mayor, había recibido muchos insultos durante toda su carrera como diseñadora, intentaba ignorarlos, pero no era tan fácil.

Ahora tendría otro problema que llevar a casa, además de la inseguridad de no hacer bien algo que le apasiona. Respiró profundo, todavía le quedaban 2 clientes más, y ninguno había llegado todavía, ya quería irse a casa, tomar algo caliente y descansar en su cómoda cama, estaba feliz de dormir por lo menos 8 horas.

Tomó un sorbo de su café, hizo una mueca al darse cuenta de que este ya se encontraba frío, se quedó viendo algunos diseños que tenía sobre su escritorio mientras esperaba las últimas personas, las cuales nunca se presentaron y solo la hicieron perder su tiempo. Bufó enojada, intentando pensar que tuvieron una emergencia y por esa razón no pudieron venir, pero no podía evitar sentirse estresada, ya que en todo ese tiempo tuvo estar usándolo en completar sus trabajos pendientes.

Recogió sus cosas lentamente, mientras sentía como su cuerpo pedía descanso de una vez por todas. Sabía que se había equivocado, pero no sabía que había sido tan grande para recibir esa cantidad de insultos que eran bastante hirientes.

Durante sus primeros años trabajando intentaba no tomarle mucha atención hacía las palabras de las personas, creía que solo estaban menospreciando su trabajo, pero empezó a ver el lado malo de todo, y creer que sus diseños eran horribles y sin sentido.

"Esto parece un disfraz de payaso" No olvidaba las palabras de una de las profesoras de cuando seguía estudiando, se quedaban rodando por su mente todos los días sin falta, era como un pequeño trauma. Se despidió de la recepcionista, deseándole una linda noche.

Una vez en que marcó el piso en el ascensor se recostó en una de las paredes de este, sintiendo frío recorrer por su cuello, dejó descansar sus ojos por unos largos segundos, su paz desapareció al escuchan el sonido del ascensor abriéndose, ya había llegado al estacionamiento del edificio.

Con pasos lentos, se dirigió hacía su auto, ya todo estaba oscuro, y no habían casi personas en el estacionamiento, solo algunos que ya se iban por la hora. Una vez adentro suspiro, prendió el carro sintiendo como sus ojos se querían cerrar, pero reaccionó rápido, era mejor no distraerse para llegar a su preciada cama.

Me and my Wife || LipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora