[4] Enfrentando a los guardianes

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Jack estaba profundamente dormido, era observado por un perdido Picth Black quien recordaba como aquel chiquillo se enfrentó a su padre para que le diera espacio. Sonrío un poco por que le daba gracia el como la luna se hecho para atrás en su intento de recriminarle de nuevo sobre su actitud al querer destruir a sus honrados guardianes.

Pitch recordando que Jack era un guardián volvió a fruncir el ceño, se tomo de la barbilla parándose del suelo donde tenía hincada la rodilla, dio un vistazo atrás para ver una vez más al joven quien se revolvió incómodo en su cama. El coco camino por los largos pasillos de su guarida, era seguido por las pesadillas quienes le decían cosas muy desagradables al oído.

Al llegar a la biblioteca encontró el libro que había escrito de su hija Lucero, el le dio un final feliz donde se caso con un apuesto panadero y tuvieron hijos, recordó la alegría en en el rostro de su pequeña la primera vez que le dijo que estaba enamorada de un apuesto caballero, luego las imágenes del príncipe y de la muerte de ella le recorrieron la mente una y otra vez.

Fue segado por la ira, a veces las pesadillas lograban cegar su juicio convirtiendo su raciocinio en el de un animal, la nula capacidad de poder quedarse derecho hizo que cayera de rodillas al piso, apretó los dientes con fuerza, y grito con mucha fuerza mientras que por la rabia sus ojos eran llenados con gruesas lágrimas de dolor. A lo lejos una luz pequeña lo miraba con pena, ella quería ayudarlo pero solo podía cuidarlo como un ángel guardián, la niña corrió por los pasillos despertando a Jack.

Jack soñaba con su hermana menor, ellos jugaban en el lago, y ella estaba asustada por que el hielo empezó a romperse bajo sus pies, el con una simple broma le dio seguridad para dar tres pasos, el al verla ya cerca de el tomo una vara larga que tenía para pastorear ovejas y la agarro de la cintura, pero el hielo bajo sus pies se quebró haciéndolo caer al agua helada. Ese hermoso sueño donde la luz de la luna lo ilumino convirtiendo su antiguo yo en el famoso Jack Frost. 

Ayúdame— escucho un grito en su cabeza, al abrir los ojos vio la puerta abierta de la habitación.

El joven albino por el estruendo que escucho al fondo del pasillo se levanto de golpe de la cama, corrió lo mas rápido que pudo al lugar de donde provenía el fuerte sonido, al llegar vio la puerta de la biblioteca, la abrió con cierto temor, detrás de la puerta de la biblioteca había una gruesa capa de arenisca negra rodeaba a un Pitch en el suelo quien sollozaba con dolor, sus brazos estaban rodeados alrededor de su cuerpo, como si abrazara a si mismo. En ese momento se preguntó ¿Como alguien puede soportar tanto dolor?

Eso le recordó a el mismo, todas las noches que estuvo mirando la luna pidiéndole explicaciones, contando todo lo que le ocurría, lo que hacia y lo que no hacia, todo iba dirigido para el poder obtener una respuesta de la luna quien no dijo nada durante muchos años.

Algo extraño llamo su atención la arena empezaba a rodear todo excepto una luz que durante esos días que estuvo allí el la veía rondar sobre la cabeza del contrario, esa pequeña cosita brillante transmitía paz a quien la mirara, pero al parecer el mayor no se había dado cuenta de eso.

En ese momento se percato de que era rodeado por la arena negra, las frías garras de las pesadillas se clavaron en sus brazos y piernas impidiendo que este se moviera, vio como esta llego hasta su cuello, intento forcejear pero fue en vano, el miedo se apodero de el, recordó era pesadilla donde era consumido por la oscuridad y eso le dio mayor fuerza al agarre de las malditas criaturas oscuras, su vista fue cegada por completo, no supo cuanto tiempo habían pasado, de repente los dos aparecieron en el templo de Norte, los guardianes quienes habían sido advertidos por la luna miraban de asombro a los dos recién llegados.

Pitch seguía cegado por el dolor, su cuerpo quemaba por la horrorosa sensación de la arena comiéndose sus sus músculos bajo la piel, era como ser picado mil veces por abejas, la sensación insoportable de que sus manos se sintieran frías se acoplaba con la idea de estar siendo devorado desde adentro, la energía se escapaba con cada suspiro que daba por el dolor, él no sabía que estaba llorando por esa soledad que azotaba su corazón lleno de ira, resumiendo sus sentimientos era un torbellino interminable de miseria con un toque de desgracia, en ese momento se sintió mas solo que nunca en su vida, sabia que el haberle contado su historia a su enemigo fue un error, le dio poder a las pesadillas de poder absorber sus mayores miedos y dolores.

Fria oscuridad {Jack Frost x Pitch Black}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora