Michelle

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"Tus insultos son halagos, tus golpes se sienten como caricias; solo es cuestión de tiempo hasta que tu amor acabe conmigo"

El silencio reinaba el ambiente de esa habitación oscura, donde la única iluminación era la luz de luna que entraba por la ventana completamente abierta, acompañada de una corriente de aire frío.

Debido a la pobre iluminación, solo podían distinguirse dos siluetas femeninas sentadas en sus respectivos lados de la cama, la que se veía con más claridad era Emily, ya que estaba en el costado cerca a la ventana, ella era una hermosa chica de pelo largo y marrón, vestido blanco y corto, piernas largas, piel clara y ojos avellana, que parecían cristales por el brillo de sus lágrimas, también se le podía notar una pequeña herida en la comisura de sus labios y una expresión de tristeza y odio, ¿hacía quién? Pues hacía la persona que yacía a su lado, su novia Michelle, una joven casi de su misma edad, con la piel pálida, vestido ajustado, cabello teñido de rojo, labios carmesíes, cuerpo esbelto y ojos verdes que algunas veces podían parecer amarillos como los de un gato; estaba con las piernas cruzadas, fumando un cigarrillo con toda la tranquilidad del mundo.

¿Cómo habían acabado en esa situación? Bueno, ellas son pareja desde hace 4 años, adorables para algunos, y raras para otros, pero a pesar de todo se querían, o al menos eso pensaban, porque las peleas eran algo frecuente para ellas, y en muchas ocasiones acababan así, calladas, resentidas y con Emily herida mental y físicamente, esta vez fue una pequeña herida, algunas veces eran moretones, cachetadas, quemaduras con el cigarro, y claro, no podía faltar también la violencia verbal, esto llego al punto en que la de cabello marrón no soportaba estar cerca de Michelle, la odiaba, sin embargo aún estaba ahí, con ese monstruo descansando al lado suyo mientras ella sufría por su impotencia, y es que no importaba cuanto la detestara, a la vez la amaba con locura; no era masoquista, simplemente no lo podía evitar, ella era una verdadera tentación, un demonio cruel pero irresistible, una droga mortal a la que se había vuelto adicta, no tenía opciones ni escapatoria de ella, solo podía esperar hasta que su amor la destruyera.

Emily se abrazó a sí misma, no sabía si temblaba por el frío o el miedo, pero de cualquier forma tenia la piel de gallina y el estomago retorciéndose de los nervios, paso su lengua levemente por la herida en su labio, el sabor metálico le dio nauseas, tenía que salir de ahí ahora mismo o sí no sería peor para ella—Yo...creo que ya debo irme—Dijo con miedo e inseguridad, tomo su abrigo rápidamente dispuesta a marcharse y dejar que esta noche quedara en el olvido, hasta que unos centímetros antes de salir de la puerta siente como era detenida por su "amada" pareja.

—Emily...—Susurró la contraria, apretandole la muñeca hasta el punto en el que casi se le escapa un chillido de dolor—Lo siento.

Estaba casi convencida de estar atrapada en un bucle temporal, este mismo escenario se repetía todo el tiempo, sabía como se sentía, y sabia como iba a terminar, maldición, realmente estaba perdida, deseaba terminar con ella, deseaba gritarle y hacerle sentir todo el dolor que experimento por su culpa, antes de poder decir una palabra en respuesta, la peli-roja se levanto frente a ella y junto los labios de ambas, esta era de la manipulación más básica, y aun así...seguía cayendo.

Quería empujarla y rechazar su "afecto", pero ya estaba bajo su control, una vez más se sentía intoxicada, envenenada por esos carnosos labios decorados con ese labial rojo como la sangre, correspondió el beso sin dudar—¿Sabes que te amo? ¿Verdad mi ángel? —Preguntó al separarse de ella, aunque eso pareció más una amenaza que una pregunta, pudo ver como sus ojos amarillentos se dilataban, juraba poder ver las llamas del infierno en ellos.

—L-lo sé—Respondió dejando que las gotas de agua acumuladas en sus ojos cayeran por sus mejillas al pestañar—Yo también te amo Michelle—Y sin más se giró y abrió la puerta para poder salir de la habitación y luego de la casa, a la que volvería el próximo día, fingiendo que la discusión de esa noche jamás ocurrió.

Esta relación sin duda era un peligro para su persona, era toxica, complicada, y dolorosa de muchas maneras, pero si tenía que ser arrastrada al inframundo por ese monstruo lo aceptaría sin duda, era inevitable, no podía vivir sin Michelle, ¿así que por qué no morir por ella?

FIN

Michelle // °One-shot°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora