"Más allá de las voces"

Primera parte.

¡Hola! Soy Riley herranz y esta es mi historia.

Empezare por el comienzo, todo empieza desde mi nacimiento, mi madre una gran escritora de terror, y mi padre un minero, desde niña fui una niña especial, veía cosas que otros niños no veían, podía ver las intenciones de los demás, podía ver sus miedos, sus alegrias, sus trágicos destinos.

Una tarde de 1963 me encontraba acompañando a mi padre a trabajar, tenía solo 6 años, el estaba muy ocupado y algo estresado, yo me encontraba recolectando cristales de color verde, ¡eran mis favoritos!

Sin darme cuenta me perdí en el abismo de esa gigante cueva, me empecé a sentir mareada y mi respiración comenzaba a cortarse, corría llorando en busca de mi padre, pero no lo encontré......

Abrí mis ojos que me pesaban, y sentí mi cuerpo adolorido, mi garganta dolía, mi cuerpo pesaba. Me sorprendí al ver ¡el lugar donde estaba!

Aquellos sueños donde era feliz en una aldea con pequeños elfos ¡era realidad! Todo era real, corrí hacia uno de ellos, "¡Theo!" Grité.

"mi amada Riley, ven a mí" pude escuchar esa voz algo grave y vieja.
"Theo por fin puedo verte bien, estoy asustada no encuentro a mi papá" dije al borde de las lágrimas, temía no llegar a mi hogar.
"Oh querida no llores, dame un abrazo, todo estará bien, eres aún pequeña para entender las razones de tu procedencia, pronto volverás con tus padres, sígueme." Asentí y camine atrás de él, mirando la aldea a mi alrededor, cientos de elfos tenían los ojos puestos en mí, como si hubieran visto una fantasma o algo parecido.

Theo y yo llegamos a una cabaña.
"Querida, recuéstate en la hoja y cierra los ojos, respira profundo y concéntrate en tu respiración, pronto estarás en casa," dijo con una sonrisa reconfortante en su arrugada cara.

Con miedo obedecí y me deje llevar, mi cuerpo empezó a temblar, sentí mi cuerpo moverse a una velocidad rápida, escuche pitidos muy agudos, empezaba a asustarme y querer levantarme cuando de pronto sentí mi cuerpo caer.

Escuché llantos de mi madre, abrí los ojos y estaba en mi casa, ¡por fin, estoy en casa! Me levante del sofá donde estaba y corrí con mi madre.

"¡Mamá estoy aquí!" ella sollozando me abrazo muy fuerte, 
"Gracias al cielo despertaste, ¡estaba tan asustada! ¿Estas bien?"
"¡Mamá no lo vas a creer! Puede ver en persona a Theo el me trajo aquí, estaba perdida asustada buscando a papá pero el me trajo, mamá lo juro!" Comenté desesperada.