Promesa de antaño

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Había pasado un año desde ese suceso y la relación de Killua estaba viento en popa. Después de esa pequeña crisis, su lazo con Mía se fortaleció, mientras Gon caía en una terrible depresión.

Asistía a terapia todos los jueves con una psicóloga bastante atractiva, pero él hace tres años solo tenía ojos para su mejor amigo.

Se encontraba destrozado, Killua se iría a vivir con Mía apenas terminaran el último año de universidad y su "Juntos por siempre" sería solo una promesa de antaño.

-¿Ya lo hablaste con Killua?-

-Ya le dije que nunca se lo diré... No quiero perderlo.-

-Deberías intentarlo antes de que sea tarde, aún son jóvenes.-

-Estamos por cumplir 26 años... Ya no somos jóvenes.- La psicóloga río tiernamente, Gon realmente era extremista y dramático.

Una vez que estuvo más tranquilo, se despidió de la mujer y pasó al supermercado para comprar chocolates, su cuerpo le pedía azúcar.
Entró al departamento y vió como Killua y Mía se besaban en el sofá mientras "Veían una película."

-Hola chicos...- Pasó de largo a su habitación sin mirarlos a la cara y se tumbó a comer chocolates.

-Killua... Gon se veía mal, deberías hablar con él.-

El albino se escondió perezosamente en su pecho y le hizo un puchero. -Me quiero quedar contigo...-

-Killua- Lo miró seria y el chico se paró desganado, arrastrando los pies hasta la habitación de Gon.

Miró por el espacio que había en la puerta y lo encontró llorando mientras se atragantaba con chocolates.

-Hombre, ¿Qué te pasa?- Saltó a la cama y se recostó junto a él, pero Gon se alejó instintivamente.

-No me pasa nada.- Habló con la boca llena y se tragó el chocolate.

-¿De dónde venías?-

-Qué te importa...-

-Eres mi mejor amigo, claro que me importa.-

Mejor amigo, cómo le dolía ese título al pobre corazón enamorado de Gon.

-Del psicólogo.-

Killua abrió sus ojos de par en par. ¿Gon estaba yendo a terapia y él no tenía idea?

-¿Por qué no me contaste que estabas yendo al psicólogo?-

-Porque estabas muy ocupado.- El moreno lo miró molesto y tomó un trozo de chocolate para echárselo a la boca, pero su amigo se lo quitó antes de lograr su cometido y se lo comió.

-Eso era mío.- Lo miró enfadado y se le cayó una lágrima.

-¿Por qué vas a terapia?-

-Estoy estresado con la universidad.-

-¿Y por eso estabas llorando?-

-Sí.-

-¿Por qué me mientes Gon?-

-Dejame solo.-

Killua se paró de la cama y se dirigió a la puerta. -Esta bien... Si me necesitas voy a estar con...- Gon lo había tomado de la muñeca con sus ojos completamente rotos impidiendole salir del cuarto. -Quedate conmigo Killua.-

El peliblanco no resistió más la situación y lo apegó con fuerza a su cuerpo para darle un abrazo lleno de amor. -Siempre voy a estar contigo Gon... Es literal, tienes uno de mis riñones.- El moreno soltó una pequeña risita y Killua secó con cuidado sus lágrimas.

-Le voy a decir a Mía que me voy a quedar contigo, la voy a dejar a su casa y vuelvo. ¿Okey?-

-Okey.- Las mejillas de Gon estaban rosadas, se veía realmente adorable.

Salió dando saltitos de la habitación y le hizo un puchero a su novia. -Gon está mal... Voy a estar con él.-

-Bueno...¿Me vas a dejar a mi casa?-

-Obvio.-

Salieron caminando de la mano por las calles mientras atardecía. El ambiente era hermoso, digno para dos enamorados.

-Te amo Killua.- Su corazón se paralizó, era la primera vez que alguien le decía eso. No sabía que decir, ni qué hacer, así que sólo la besó.

-Te llamaré cuando llegue al departamento.- Dijo rascandose la cabeza mientras sus mejillas se volvían rojas.

-Okey.- La chica cerró la puerta de su casa y suspiró aliviada, por fin le había dicho a Killua lo que sentía por él.

La sonrisa estúpida que traía el chico se borró cuando recordó que Gon lo estaba esperando, así que se apuro para estar con él lo antes posible.
Entró al departamento y lo encontró llorando en su cama nuevamente. -Gon, ya estoy aquí...-

Gon se sentía tan estúpido. Killua era realmente feliz con Mía y él aceptaba eso, pero su corazón no.

-¿Quieres que veamos una película Gon?-

-Cómo quieras...-

Killua fue a preparar el sofá en el que hace sólo una hora se encontraba besando a su novia, pero ahora estaría consolando a Gon.

-¡Ven Gon!-

El moreno apareció por el pasillo envuelto en mantas y con una bolsa llena de dulces.

-Si sigues comiendo dulces vas a engordar.-

-No me importa.- Se sentó a su lado en el sillón y lo miró de reojo. Killua era el chico más apuesto que había visto en su vida.

-¿Qué película quieres ver Gon?-

-Aladdín.-

Killua rodó sus ojos, Gon era muy infantil. Puso la película y soltó un suspiro.

-¿No querías ver esta película Killua?-

-No importa... Solo creo que es muy cursi.-

-Me gustaría tener un amor así... Cómo el de ellos.-

-Lo veo difícil... Últimamente estás rechazando a todo el mundo Gon.-

-Nadie me llama la atención...- Se acomodó en el pecho de Killua poniendo completamente nervioso al peliblanco. -¿Tú amor con Mía es cómo de película?-

-¿A qué te refieres?-

-Ya sabes... ¿Es cómo siempre soñaste que sería tú primer amor?-

Killua tragó saliva y respiró nervioso. En esos mismos instantes su primer amor estaba apoyado en su pecho. -Sinceramente pensé que sería muy distinto.- Acarició con cuidado la cabeza de Gon y le regaló una sonrisa.
Por fin lo había superado.

Todas esas noches que lloró por no ser correspondido habían terminado y había encontrado a alguien que lo amaba realmente. Esperaba que alguien pudiera amar a Gon de la forma en la que el nunca pudo.

Finalmente había cumplido su promesa de antaño, podía ser feliz sin Gon.

No Correspondido (Killugon, Gonkillu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora