Graham salió del cuarto donde el cadáver de la mujer aún se mantenía.
Su frente sudaba y sus manos temblaban. Crawford se acercó a él, mientras el equipo forense y algunos otros locales le lanzaban miradas.
-¿Qué es, Graham?-
--El está …. Está transformando se, esto… no es algo que hace a la azar. Las escoge por su talla, sus cuerpos. No es sexual, son … son necesarias para algo-
Crawford gruño por lo bajo. -¿Cómo Lecter? ¿está comiendo lo que les quita?-
-No, no es así… es otra cosa …- Will paso una mano por sus rizos y respira profundo- No tengo más para ti, Crawford-
Crawford parece querer presionar un momento antes de asentir – Katz irá a ver lo del insecto, mañana vamos al lugar donde la encontraron. Ve a casa, duerme. Nos vemos mañana-
-Tengo clases, mañana- Will frota su frente tratando de espantar el dolor que se está formando.
--No te preocupes por eso, Graham- dice Crawford como despedida.
Bervely Katz se acerca y Will pronto se ve de regreso a Quantico.
-¿quieres venir a ver qué es nuestra amiga?- Preguntó Katz al llegar
-No, Roden no será muy receptivo si me ve- dice Graham con una mueca que debería ser una sonrisa.
-¿Conoces a esos chicos?-
-De mi monografía, no les digas que yo estoy en esto. – con eso Graham fue a su auto.
-¡Haciendo amigos dónde quiera que vas! - grita Katz con diversión.
Will le lanza una mueca. Camino a casa se encuentra pensando que Bervely Katz es agradable.
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El cuerpo estaba en una mesa metálica, el aroma a laboratorio se adhiere a Will después de estar en el río esa mañana.
Katz está dando el informe sobre lo que le dieron del insecto.
-Rodan dijo que había 20 mil de estás polillas nocturnas, fue una mierda despegar sus alas- dice Katz mostrando la fotografía del capullo abierto con una ninfa muy semejante a la suya y a continuación el insecto adulto, una gran polilla de un Pardo casi negro, cuerpo peludo y esbeltas antenas, que con las alas abiertas mediría unos quince centímetros.--La Erebus odora -anunció Katz-. La tatagua o bruja negra.- es una especie tropical que a veces en otoño llega en sus correrías hasta Canadá. Las larvas se alimentan de hojas de acacia, Guarango y otras plantas. Originaria de las Antillas y del sur de Los Estados Unidos, en Hawai se la considera plaga de la Agricultura.-
-¿Cuántas veces al año crían?- cuestionó Crawford algo molesto.
-Dos veces, en mayo y agosto; en el extremo sur de Florida y en el Sur de Texas- dice Will frotando su frente ya sintiendo el dolor punzante detrás de sus ojos.
-¿Podemos trabajar con eso?- gruño Crawford.
-En realidad Pilcher comento que este es más desarrollado que el que tiene ellos- comentó Katz-En las Antillas o en Hawai sería comprensible, pero aquí estamos en Invierno; en este país habría de esperar todavía tres meses para salir. Sólo caben dos posibilidades: que haya crecido accidentalmente en un invernadero o bien que las críe alguien.-
--¿Criarlas, de qué modo?- Cuestionó Price con el seño fruncido.
--En un cajón situado en un lugar templado, con algunas hojas de Acacia para alimentar a las larvas hasta que estén a punto de encerrarse en el capullo. No es difícil; cuesta poco.- contesta Will cerrando los ojos.
-¿Sabes mucho de esto?- la pregunta de Zeller es algo acusadora, pero Will solo se encoje de hombros.
-Tendrías que rastrear a todos los entomólogos, luego a aquellos que hicieron pedidos especiales con lo que tenemos de ellas – señala Graham algo cansado.
--Bien, ya sabes que hacer.- comenta Zeller ante el gruñido de Jack- Cuando tengamos un sospechoso buscaremos cajones con estas cosas-
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Memphis Tennessee
La noche de febrero era más desapacible que fría. Una tenue neblina provocada por el río Mississippi se cernía a ras de suelo envolviendo el espacioso aparcamiento. Justo encima de su cabeza, Catherine advirtió la luna que agonizaba, pálida y fina como un anzuelo de hueso.Levantar la cabeza la hizo sentirse un poco mareada, quizás por estar fumando hierba en su apartamento de su vecino hace poco. Empezó a cruzar el aparcamiento procurando mantener el rumbo hacia la puerta de su casa, situada a poco menos de cien metros de distancia.
El camión pintado de marrón estaba aparcado cerca de su apartamento, entre varias caravanas y algunas lanchas cargadas sobre remolques. Se fijó en él porque se parecía a los camiones de recaderos que a menudo le traían regalos enviados por su madre.
Catherine siguió avanzando hasta su casa, quizás debió quedarse ahí, darle de comer a su gato atigrado, ver los mensajes de su madre y no salir de ahí. Pero Catherine era una chica amable, y tuvo que ofrecer ayuda al extraño hombre con el cabestrillo en una de sus manos.
El gato de Catherine Marker vio la camioneta, con su dueña inconcienre dentro de ella, avanzar por la calle.
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La ira del cordero
FanfictionUna reescritura del Silencio de los Inocentes. Will Graham es un estudiante de la Academia del FBI con un historial en Homicidios. Crawford se interesa en el joven aprendiz y lo envia a Hannibal Lecter; el provinente asesino en serie Caníbal captura...