Sakura se encontraba frente a los actuales ninjas prodigios de Konoha que eran Kurenai sensei, Asuma sensei, Guy sensei y otros jounin mayores.
Agradecía desde el fondo de su alma que Kakashi no se encontrase entre ellos, ya le bastaba con que el Tercero sepa y que haya la posibilidad que Sasuke la recuerde, es decir, ¿con cuántas chicas de cabello rosa y ojos esmeraldas te encuentras en la vida? Una coincidencia más grande aun es que en este momento haya otra pequeña caminando por ahí con su misma apariencia.Intentó obviar esos pensamientos y concentrarse en el combate que comenzaría.
Primero iría Kurenai con genjutsu, cosa que Sakura ya dominaba, no en su totalidad pero sí para ganar la pelea contra la maestra del equipo 8.
Luego comenzó el combate contra Asuma, y aunque Sakura no quería destacar, el futuro sensei del equipo 10 se lo tomó muy en serio y peleaba a morir, por lo que no tuvo más opción que luchar con todo, aun así reservó algunas habilidades para no mostrarlas por completo, como lo era el jutsu médico, a pesar de eso, dejó a Asuma sorprendido con su perfecto control de chakra.
Finalmente tocó contra Guy, quien como la pelirrosa ya se lo imaginaba, se lo tomaría totalmente en serio y daría todo de sí, por lo que Sakura no dudó en utilizar su super fuerza, cosa que ya debían conocer por el informe que Itachi tuvo que haberles dado. Finalizado el combate, el líder del equipo 1 sonrió con su cara totalmente hinchada y levantó un pulgar arriba, aprobando el combate contra la "niña".
Por otro lado los Jounin al lado del Tercero se encontraban sorprendidos, mientras que el Kage reía silenciosamente.
-Muy bien, queda ascendida a prueba como chunin, aunque ya sabemos que sus habilidades equivalen a un rango mayor, no podemos arriesgarnos a una posible traición- el anciano miró a la chica y le guiñó un ojo, indicando que la confidencia entre ambos estaba intacta.
Ya más tranquila luego de recibir los halagos y quiso esperar a que todos regresen a la aldea para estar un momento a solas en aquel lugar que le traía tantos suspiros. El pasto se veía más verde de lo que recordaba, o quizás estaba sobrepensando las cosas y su mente se encontraba en conflicto. Es decir, por un lado se encontraba con una oportunidad de "arreglar" las cosas, pero su mente de ninja genio le decía que por más que lo intente, el tiempo está determinado de una forma y esa es la que siempre será, había escuchado que le llaman "destino", pero ella no creía en esas cosas, hasta ahora que se lo comenzaba a plantear.
Por otro lado, extrañaba su tiempo, es decir, donde debía estar, no entendía por qué estas cosas le pasaban a ella, por qué volvió a ser pequeña, no tanto como lo es la Sakura de esta línea de tiempo, se preguntaba qué o quién fue el gracioso que hizo esto posible y no la trajo con su cuerpo de "adulta". Finalmente sus pensamientos la llevaron a esa última imagen que vio antes de perder la conciencia, aquel Itachi que la expresión en sus ojos no podía comprender, porque era imposible que fuese preocupación, no eran amigos y no habían tenido mayor interacción antes. Solo podía pensar que era por el pergamino, pero su hermoso rostro no podía quitárselo de la cabeza.
Recostada en el suelo, con los ojos cerrados rememoró a aquel que la vio en sus últimos momentos y la llamó con desesperación, en respuesta a eso, no pudo evitar susurrar su nombre.-Itachi...
-Sakura- escuchó en respuesta.
Se incorporó rápidamente sorprendida por no haberlo sentido, estaba tan sumida en sus pensamientos que todo lo externo se le hizo ajeno. No sabía qué responder, el chico la miraba con lo que parecía un pequeño rubor, esperando una respuesta a su llamado.
-Yo, este... tú... estu- digo- se aclaró la garganta para así también aclarar las ideas y no seguir hablando como idiota -estuviste observando la prueba, ¿no es cierto?- fue todo en lo que pudo pensar, sí había sentido la mirada de aquel pelinegro durante el examen, sin embargo podía haber jurado que se había marchado un poco antes de que todo haya terminado. No se explicaba su presencia en este momento.
-Sí
Solo eso respondió, evitando la mirada de la pelirosa. Un viento helado se hizo presente y en aquel momento se dio cuenta que las horas habían pasado, ya estaba a punto de atardecer
-Lo siento, no me di cuenta la hora, supongo que debiste venir a buscarme
El chico solo guardó silencio, hasta que Sakura se estremeció ante una nueva corriente de viento, se estaba poniendo helado, por lo que el pelinegro miró hacia el lado contrario de la chica y estiró su brazo, el que estaba cercano a Sakura.
Ella, asombrada por aquel gesto, se quedó un momento alternado la mirada entre Itachi y su brazo.
Su corazón latió un poco más fuerte que de costumbre, sin embargo soltó una pequeña risa traviesa y se acercó a su brazo y se refugió en su calor.-Muchas gracias, nunca olvidaré este gesto.
Sonrojada, ya no podía sentir el frío, y no era simplemente por el calor que el Uchiha le entregaba.
Por otro lado, estaba aquel chico que tenía su cabeza totalmente volteada, las orejas rojas y el corazón latiendo como si hubiese corrido al rededor de la aldea cien veces.-No... ¿no te duele el cuello por estar así?
-No- respondió secamente. Tosió levemente y relajó un poco los hombros -no... duele en absoluto- mentiras, pero sentía que si miraba en su dirección ella podría sentir sus latidos más de lo que ya creía que lo hacía.
La chica se acomodó un poco para girar la cabeza y mirarlo. Al mismo tiempo, él hizo lo mismo y sus miradas se encontraron. Ambos voltearon fuertemente sus cabezas y se hicieron a un lado. Se levantaron al mismo tiempo y Sakura se estiró nerviosamente.
-Sí, creo que ya no hace frío, debemos volver.
-S-sí, madre debe estar preocupada
-Vamos, una carrera a ver quién llega más rápido- exclamó efusiva y comenzó a correr. Era el mismo sentimiento que en la mañana, pero ahora solo había estado descansando y ya no podría atribuirlo a nada más que a aquel pelinegro que venía tras ella.
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Es cuestión de tiempo (ItaSaku)
FanfictionSakura se encuentra en un problema por una misión. Akatsuki está tras de ella, se encuentra acorralada. Al abrazar el pergamino con fuerza, las ruinas del templo se iluminan y lo último que ve son los ojos sorprendidos de un pelinegro que intenta sa...