Parte única.

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Nadie esperaba ver a Mobius así.

Con la corbata ligeramente suelta, la camisa entreabierta y arremangada, el cabello revuelto y sendas marcas de tonos purpureos en el cuello.

Incluso podía apreciarse una mordida en el lado derecho de su cuello.

Casey se había aventurado a insinuar que podía haber sido atacado por algo en una misión, pero la mirada divertida que B-15 le dirigió, lo desconcerto sobremanera.

- Probablemente un alguien y no un algo - dijo la Hunter con un escalofrío que buscaba denotar desagrado.

- ¿Quien podría haberle hecho algo así? ¡Podría haberlo matado! - la ingenuidad de Casey provocó otra risa en la mujer.

- No creo que ese haya sido el objetivo - sacudió levemente el hombro de Casey y prosiguió a señalarle a la figura alta que salía detrás de Mobius. - Y el fue el responsable - soltó otra risa airada al ver mejor el estado del Dios.

Loki salía con cautela, casi miedo, detrás del analista.

Aún así, había una sonrisa temblorosa y ufana adornando sus labios. Como si hubiera ganado un gran premio.

Y bien podría haber sido así.

Su largo cabello iba en todas direcciones, esponjado y aún así, bonito. Sus mejillas parecían bastante negligentes a adoptar su tono natural, decididas a mantener un rojo encendido.

Su corbata parecía haber sido olvidada, en su lugar, una veta de la piel blanca de Loki, surcaba su camisa entreabierta casi hasta el ombligo.

Igual que en el caso de Mobius, pequeñas manchitas circulares y en tonos variantes del rojizo y el morado, pintaban el blanco lienzo de su pecho.

Detrás de ambos, una Ravonna con expresión impasible y fiera, parecía escoltarlos a su oficina.

B-15 abrió los ojos en interrogación a la mujer y la expresión de incomodidad que está le devolvió mientras señalaba levemente con la cabeza a los desaliñados personajes frente a ella, respondió las pocas dudas que la Hunter tenía.

En cambio, Casey hacia todo tipo de operaciones y piruetas mentales para entender lo que había visto.

Por supuesto que de haber visto lo que Rennslayer, ni siquiera su inocente mente habría dudado de la escena.

Ese día, Loki había sentido una urgencia algo...especial. Así era como se lo estaba comunicando a Ravonna una vez los tres se instalaron en su oficina, ella, mirandolos rodo el tiempo como si tuviera miedo de que el mínimo contacto los instara a reanudar lo que estaban haciendo y ellos, bastante seguros de debían seguir con lo que dejaron inconcluso esa noche.

- Trata de explicarlo mejor- dijo ella con una ceja arqueada. No quería tantos detalles pero si una explicación.

- Ah, bueno Mobius lucía especialmente atractivo el día de hoy y yo no pude...- "resistir" era la palabra correcta pero Loki no quería aparentar que era alguien que actuaba conforme a sus instintos. Nunca había sido así hasta que el analista derribó todas sus barreras en cuanto al deseo que le inspiraba.

Mobius soltó una suave risa que había intentado ser discreta pero que por la situación, había sido mucho más fuerte.

- No puedo poner las manos al fuego por sus actos- dijo Rennsalyer señalando a Loki. - Pero pensaba que podía hacerlo por los tuyos...¿en qué estabas pensando?- la risa de Mobius se apagó y este rasgo su nuca con expresión apenada.

- Lo siento, Ravonna, creo que estaba actuando más que pensando- ella soltó una risa llena de incredulidad y cierto desdén.

- Nos vanagloriamos de ser rectos, de comportarnos conforme a las reglas y siempre tener mesura con nuestras acciones. De lo meticulosos que somos al tratar con la Sagrada línea del tiempo - Loki soltó una leve risa sardonica.

Busted; Lokius +17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora