Era de mediodia Mai había quedado con Maple para que la ayudase en la pastelería, el lugar donde trabajaba la del el sombrero, ella sentía que podria ser una gran compañera, generalmente Mai se quedaba hasta tarde sola sin nadie, simplemente aburrido, pero ahora que estaría Maple tendría a alguien para poder hablarle y contarle unas cuantas cosas sobre ella, además podría conocer mejor a Maple, le pareció muy amable.
Sin darse cuenta, Maple entro ala pastelería, claro Mai se pensando temas y muchas otras cosas para hacer con Maple, mientras esperaban los perdidos, gente que iba a retirar pasteles y la gente que compraba, su emoción era tan grande
─ Oye ¿Mai estás ahí? ─ Dijo Maple moviendo la mano de un lado para otro a ver si conseguia alguna reaccion de Mai.
Nada, ninguna reacción.
─ ¿ Mai ? ─
─ ¿OH? ¡Maple viniste! ─ reaccióno algo avergonzada por quedase en sus pensamientos y no a ver visto a Maple entrar, se culparia toda la tarde de esa torpe entrada.
─ Jeje si ─
─ Perdón, por no a ver reaccionado . . . me quede pensando un poco . . . .─
─ No pasa nada, tranquila, capaz estés estresada por tanto trabajó, una pregunta ¿cuantos pasteles haces por día? ─ Desde ahí empezó una larga lista de preguntas, no la culpo ella estaba muy emocionada por lo visto, nunca había trabajo en una pastelería obviamente tendría curiosidad sobre varias cosas.
─ ¿Que tal si hacemos una? te veo algo emocionada jaja ─
─ SII, perdón digo si ─ le gustó mucho la idea a Maple sobre hacer una torta
─ No te culpo, debe ser tu primera vez, ¡es divertido hacerlas! ─
Maple al escuchar eso aumento su sonrisa, le hacía feliz hacer cosas con Mai no tenía mucho tiempo que digamos, entre su trabajo normal, tener que cuidar a Midori, aún que eso lo hace por su voluntad propia, no tiene mucho tiempo que digamos, solo sale dos o tres veces en la semana el resto se queda en su casa.
─ Mira voy a preparar las cosas, allá atrás y tu mientras quedate en le mostrador por si viene alguien, avísame puede que venga por pedido ─
─ Si ─ después de contestar se puso a ver fijamente hacia la puerta esperando a que algún cliente venga a hacer su pedido o comprar.
Paso un rato no había respuesta de Mai, solo se escuchaba el canto de los pájaros, era tranquilizante para Maple, la pobre debía lidiar seguido con que Midori llegase tarde a la casa y siempre se quedaba hasta las tres de la mañana casi siempre llegaba a esa hora.
De repente la puerta de abrió.
─ ¿Hola? ¿Maple, que haces aquí?─ Pregunto una chica de pelo despeinado y con overol.