Kisa
—Kisa, estarás distribuyendo los paquetes en la calle esta noche, ¿bien?
Le sonreí con entusiasmo al Padre, pero por dentro, mi estómago cayó. Odiaba distribuir comida en las calles, prefería servirlas desde la seguridad del camión. Estaba demasiado húmedo afuera. Odiaba caminar por los oscuros callejones y estrechas calles de Brooklyn que estaban llenos con personas sin hogar, los cuales no todos tenían buenas intenciones.
El camión de comida se detuvo, y me trasladé junto a Jin, un atractivo joven y musculoso hombre de nuestra iglesia.
—Parece que estaremos trabajando juntos esta noche, Jin.
El rostro pálido y hermoso de Jin me sonrió cálidamente. —El Señor te proporcionará su gratitud, Kisa. Después de todo estás haciendo su trabajo. Estás haciendo algo bueno. Algo honorable. Es bueno para ti.
Luché contra el impulso de rodar mis ojos y decirle que mi vida era tan jodida que no creía que al Señor le diera una maldita importancia. En cambio, me quedé en falso acuerdo. Jin destacó las palabras "bueno" y "honorable" debido a mi papá. Las palabras "bueno" y Kirill "El silenciador", normalmente no estaban juntas en una misma frase. Jin había estado por mucho tiempo y fue testigo, muchas veces, de lo que la mafia les habían hecho a sus enemigos.
Pero así como la gente le temía a mi papá, yo lo amaba. Siempre he querido lo mejor para él. Me aseguré de asistir a la iglesia y dar ayuda, porqué: a) mi papá me ordenó hacerlo, para apaciguar al Padre –mi papá estaba muy preocupado por la brutalidad del negocio de mi familia y su efecto en nuestras almas. Y b) si hay un Dios, yo necesitaba acumular algunas buenas acciones en nombre de mi familia, para negociar con nuestros respectivos días de juicio. Según mis cálculos, mientras estaba parada ahora, nuestra balanza estaba fuertemente desequilibrada en el lado del mal, y estábamos completamente condenados, mirando un largo tramo en las llamas del infierno.
Llámame optimista, pero esperaba que estos pequeños actos semanales de caridad nos llevaran a un paso más cerca de no ser totalmente insalvables y con la etiqueta de "malvados pecadores" hasta la eternidad. Además, disfrutaba realmente ayudar a los necesitados. No solo me daba un respiro de la vigilancia de 24/7 por matones de mi papá, y el ojo vigilante de Taehyung, sino que también servía para recordar que, aunque estaba atrapada en una vida que no quería, nunca me quedé sin comida, vivía en las mejores casas, vestía la mejor ropa... fui bendecida en esta vida con cosas materiales, y me sentía bien ayudando a cambiar la vida de otra persona.
—¡Está bien, estamos listos para comenzar! —gritó el padre.
Todos los voluntarios desabrochamos nuestros cinturones. Suspirando, cerré la cremallera de mis altos, flojos, y delgados pantalones.
Me levanté y me dirigí a la pequeña cocina en la parte trasera del camión. El padre me dio mi primera ronda de paquetes y me sonrió en agradecimiento. —Quédate con tu grupo esta noche, Kisa. Personas peligrosas salen cuando este tipo de calor llega a la ciudad.
Devolviéndole una comprensiva sonrisa, giré y me bajé de la camioneta, a otra calurosa noche de verano.
El primer camión ya había entrado y mi mejor amiga, EunJi, caminó hacia mí. Ella era hija única de Minho —el tercer jefe de la mafia. La vi caminar hacia mí, toda alta, con su cabello rubio y ojos marrones claros. Tuve que sonreír al ver sus tacones de diez centímetros. Incluso distribuyendo comida y mantas a los desamparados no era una excusa para no ponerse sus botas Gucci de cuero hasta la rodilla.
—¡Kisa! Pensé que te estabas dando esta noche para salir con Taehyung, ¿o te ha dejado cuerda por un rato?
Me encogí ante el comentario pesado de EunJi, tratando de actuar indiferente. —Él tenía asuntos que atender con nuestros padres, así que yo decidí venir aquí esta noche. El padre me preguntó en la iglesia el domingo si podía ayudar. —Hice un gesto hacia el paquete en mis manos—. Así que aquí estoy.
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Amor de invierno -JJK
ПриключенияPara recuperar la vida, uno debe enfrentar primero la muerte... Un hombre despojado de su libertad, sus principios... su vida. Acondicionado en cautiverio para mutilar, matar y masacrar, el prisionero 818 se convierte en un luchador sin remordimient...