LEVIATÁN
"Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma."
Carl Gustav JungOdio que me mientan, me desafíen o desconfíen de mí. Algunas de esas costumbres las heredé de mi hermano, mi hermano biológico, no el falso de emociones, y, a veces, posesivo Leonardo que aprendí a conocer gracias a que hackeé sus cuentas y toda la información "eliminada" de su computadora.
Pobre infeliz.
Tenía doce años cuando descubrí su pornografía. Había escuchado hablar antes de las relaciones entre tres, pero jamás supe a lo que se referían hasta que vi los videos y leí los comentarios en internet. Eso fue interesante. Pero lo que capturó mi atención —al menos un minuto— fue la imagen de la niña sonriente en la basura de su computadora. ¿Por qué tendría una imagen como esa entre tanta porno? No tenía sentido.
Entonces ocurrió: me obsesioné con esa mocosa.
Quería averiguar qué carajo's tenía de especial o por qué a mi hermano lo tenía tan cautivado. No fue difícil. Excepto la parte en la que aún no descubría qué tenía de especial o diferente de las otras chicas. No hasta que leí su diario y comprendí... ciertas cosas respecto a su vida. Ahí todo quedó aclarado.
No es mi intención publicar ningún escrito, no sin su permiso. Menos la parte que narra a detalle el asesinato de Guillermo Suárez. Sólo se lo dije para que viniera a mi habitación.
Manipular a las personas es parte del oficio.
"Nada especial", pensé. Y que equivocado estaba. Esa niña me acosó en sueños por años. Su sonrisa, su pelo, sus ojos. Me dormía pensando en cuál sería el aroma de su pelo, en la textura de sus labios, o en el sabor de su boca. A veces, despertaba emocionado por el color de esos grandes ojos expresivos. Me sorprendía de mí mismo al buscar esa foto una y otra vez en su computadora. Me la imaginaba en algunas ocasiones y sentía sus pequeñas manos en mi rostro cuando dormía.
Una maldita tortura.
Saciar esa necesidad a los quince años fue la peor decisión que he cometido en mi vida. Me sentí desierto: sin emociones o ánimos de levantarme de la cama en días. Fue una mala elección. Pero no podía dar marcha atrás y borrar mi pasado, mi destructivo pasado. Lo único bueno que salió de haberme acostado con tantas mujeres, fue haber perfeccionado todos los trucos que aprendí... para aplicarlos con ella.
Sonrío para mis adentros, cuando pienso en esos días, los días antes de conocer a mi hermanastro, verdaderamente por lo que es y no por lo que ha fingido ser. Engañó a mi padre, y a su drogadicta madre por años, pero no a mí. A mí nunca pudo engañarme. Yo era el único que podía ver a ese bastardo por lo que en realidad es y será siempre. Tenía experiencia en detectar peligros inminentes o mentiras. Mi madre y hermano mayor me habían enseñado bien.
Aunque Leo me odie, sé que él jamás me pondría una mano encima. Salvo por esa vez, cuando nos conocimos; pero de ahí en adelante jamás lo ha vuelto a hacer. Y eso que soy difícil de tratar. Ha amenazado con volver a hacerlo, sí. Me ha dicho que duerma con un ojo abierto, también. Incluso me ha tomado del brazo o del cuello de la camiseta para someterme o callar mis palabras. Pero nunca me ha golpeado entre gritos o peleas. Eso es admirable cuando la persona que te provoca es un dolor de muelas.
Y..., aun con todos nuestros pleitos y disgustos, nos llevamos bastante bien e incluso hemos convivido como verdaderos hermanos, lejos de la cama o de cualquier interés en común. La biología no aplica en nosotros. No somos hermanos de sangre, pero ambos encontramos en el otro algo original y un lazo único. Y no sólo por el mismo fetiche y preferencias sexuales que compartimos, que fueron la razón que formaron esta hermandad, sino porque ambos fuimos abandonados y, en cierta forma, destruidos por nuestros padres. A él le fallaron su padre y su madre. A mí igual, incluso mis hermanos. ¿Cómo no íbamos a unirnos después de haber sufrido la misma decepción?
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¿Se pueden querer a dos personas al mismo tiempo? [POLIAMOR #1]
Dla nastolatkówLa joven adulta, abogada y devota religiosa Lilith de veintiún años, despierta su sexualidad descubriendo emociones ocultas y avivando la llama de la inocencia que los hermanastros Bianchi Soto despiertan en ella, haciéndole una tentadora oferta que...