1822
Era domingo el día estaba lluvioso, aun así los padres de Clifford habían insistido a ir a la Iglesia como todos los domingos, ya que, sus padres eran devotos a la religión de la iglesia católica
La tela del traje le picaba en la piel constantemente y no podía evitar rascar su cuello al igual que el borde de sus muñecas
El pastor había comenzado con su sermón, los cuales normalmente duraban de entre dos a tres horas, el sermón se vio opacado, cuando la puerta fue abierta de par en par y ahí fue cuando lo vio por primera vez
Portaba un sombrero sobre su cabeza, el traje le sentaba de maravilla, para ser un joven de 15 años
El corazón de Clifford empezó a latir con fuerza, lo miro y ahí lo supo, solo le traería problemas, estaba completamente seguro de ello
Para cuando le dedico una mirada se sintió a punto de desfallecer, las clásicas mariposas en el estomago se hicieron presentes, los nervios lo invadieron
Se sintió bendecido ante aquella mirada que le dedicaron ese par de ojos grises
Sus manos le picaban, tenía la necesidad de tomar una hoja de papel y tinta para dibujarle
¿Por qué se sentía así? No debería sentirse así, tal vez solo le parecía demasiado dibujable, si solo era eso
1826
La noche había venido, las estrellas brillaban en el cielo
En una habitación oscura de una casa cerca de un bosque, la luz de la luna chocaba contra las pieles de quienes ahí se encontraban
El sonido del choque de sus labios, piel con piel, demostrándose cuanto se habían extrañado
― Ese viaje fue largo ― hablo uno de ellos, este paso una mano por el cabello de su amante, quien besaba su cuello con arrebato
― Odio cuando padre me aleja de ti ― paso su nariz por el cuello de Clifford, acariciándolo suavemente
Daniel hijo único del honorable Vizconde Davison, como hablarían las personas si tan solo se enteraran de que el hijo del gran Henry Davison yacía con un hombre la mayoría de las noches
Clifford hijo de un mercader lo suficientemente rico como para mantener a una familia de 15 personas, aunque solo tenía tres hijos e hijas
― Yo también lo odio ― tomó a Daniel por ambos lados de la nuca para acercarlo nuevamente ― Dios deberías dejar de viajar tanto
― Algún día Cliff, algún día ― se daban besos pausados de cada tanto
Continuaron besándose por un buen rato hasta cansarse, llegaron a la cama y siguieron hasta que se cansaron
Poco a poco empezaba a amanecer, Daniel se levanto y se quedo admirando a su amante, viendo las facciones de su rostro
Su cara se veía tan en paz y bello
Tenía que viajar otra vez, debía dejarlo...otra vez y tal vez para siempre
Debía buscar esposa, pero no porque así lo quisiera, lo hacía bajo las órdenes de su padre y lo que él decía era una orden a cumplir sin discutir o refutar
¿Le dolía?, pero claro que sí
Pero era más importante su padre, así siempre había sido
― Adiós Cliff ― le dio un beso en su frente, y paso la mano por el cabello de su amante ― Te escribiré
― Mhmm ― se movió por la cama y medio abrió sus ojos ― No te vayas ― pidió
― Debo hacerlo ― siguió jugando con el cabello de Cliff ― Volveré lo prometo
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Ⴙistorias cortas
Teen Fiction¿quieres conocer sus historias?, desde romances trágicos hasta un misterio sin resolver pequeñas historias que me imagino al ver gente en la calle o escuchando música, e incluso de mí son auto conclusivas, final abierto, etc. Tambien contiene LGBTQ...