De tí || ym ||

T

Yoongi había estado mensajeando con Jimin las últimas semanas. El gato calicó era una caja de sorpresas que lograba hacerlo sonreír con facilidad. No era de los que mandaban un Buenos días diario al despertar, y tampoco hacía muchos cumplidos como solían hacerlo el resto de sus pretendientes, pero las pláticas con Jimin solo surgían como si le conociera de toda la vida.

Casi podía ver al rubio con una libreta llena de temas de los cuales hablar porque era imposible que nunca se acabara la conversación. Un día estaban hablando de porque el verde lima era un color gay y al otro discutían si las pasas eran o no necesarias para la vida.

Jimin
Te lo digo hyung, respirar
bajo el agua es el mejor
poder del mundo

Solo imagine cuantas
cosas podría ver en el mar

Pero si detienes el tiempo
podrías dormir todo lo
que quieras y no llegarías
tarde a ningún lado nunca,
tendrías todo el tiempo del
mundo, solo piénsalo

¿Quién necesita dormir
cuando puedes nadar
con peces?

Eso lo dices porque
todavía no conoces el
placer de dormir 10 horas

Conozco el placer de
dormir, solo que no
soy un flojo como usted

ª

Jimin era un respiro de la rutina, un brillante color amarillo trazando líneas aleatorias en la acera por la que caminaba. Era casi un angel, sonriendo siempre y haciendo que sus mejillas se colorearan con facilidad.

—Hey, Min Yoongi, ¿cierto? —el felino levantó la mirada, encontrándose con un chico de cabello cobrizo y enorme sonrisa. Yoongi arrugó la nariz.

—Sí.

—Soy Jung Hoseok, Jimin ya nos había presentado. —se sentó a su lado sin miramientos, Yoongi se preguntó si todos los amigos de Jimin eran así. —Solo que antes estaba en mi forma animal y no pude saludar correctamente.

—Eres la ardilla.

—¡Ah, que bueno que me recuerdas! —palmeó su hombro con fuerza desmedida, Yoongi se encogió cohibido sin saber qué decir. —Jimin me pidió que te hiciera compañia en lo que llegaba.

—Me dijo que tardaría. —comentó, en un intento de entablar conversación, él quería llevarse bien con los amigos de Jimin, sabía que  de no hacerlo, el calicó se sentiría triste.

—Acostúmbrate, Jimin siempre llega tarde a todos lados, sus piecitos no lo han de dejar caminar. —bromeó, Yoongi sonrió fingiendo que entendía el chiste, nunca se había fijado en el tamaño de los pies de Jimin, pero suponía que debían ser pequeños, como todo él. —Por cierto, Yoongi-ssi, ¿puedo hacerle una pregunta?

—Supongo.

—¿Por qué aceptó a Jiminie? —Yoongi lo miró sorprendido, haciendo que Hoseok negara de inmediato, abochornado por la reacción. —No me malinterprete, Jiminie es un gran amigo y yo lo quiero mucho, es solo que me sorprende que haya aceptado algo así sin conocerlo. —aclaró. Yoongi torció el gesto incómodo.

—Es normal para nosotros hacerlo, ¿las ardillas no lo hacen?

—¿Hacer qué?