Licantrophes: La Manada Luna Llena

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Antes de comenzar el capitulo quería explicarles sobre lo que insinuó Matt en el capítulo anterior. El dijo "Está noche juega Barcelona y Real Madrid" osea,  en el cap ya era de noche, pero después de las 12. Osea que "Está noche" sería la noche de lo que consideraron mañana, confuso, lo se.

Y quiero que pliss no dejen de leer, porque se que a muchos no les está gustando esta versión, que se esta pareciendo a una película de acción, pero les prometo que ya va a llegar los momentos que tanto esperan y el final se acerca, el verdadero final, final, final, y acá no hay vuelta atrás. O sea que no voy a hacer segunda parte ni nada.

Thanks!

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-Sabía que estabas vivo, hijo- los sollozos de Monica se fueron calmando con la presencia de Aiden.

-Mamá, no debías seguirme, debiste haber creído que había muerto- el castaño estaba en la misma situación que su madre, ambos sentían tristeza.

-No podía vivir sabiendo que debía ser yo quien te sepulte, se supone que tu debes sepultarme-

El omega estaba muy sensible, pero sentía un hedor similar al suyo.

-¿Hay otro omega aquí?- pregunto el menor secando sus lágrimas.

Monica bajo su cabeza, era ella, pero Aiden no se daba cuenta, si del olor, pero no del que poseía ese olor.

-Tu madre es la omega- la voz fría se sintió de atrás haciendo que Aiden voltease para encontrarse con la Alfa y Monica soltase una lágrima acompañada de un pequeño sollozo.

-¿Que?- la frente de Aiden se arrugó con la confusión y la sorpresa que tenia.

-Tu madre en realidad no lo es- Aiden volteó a ver el rostro lagrimeante de quien decía ser su madre según lo que estaba insinuando Eleonor.

-No.. ella... ella..-

-Te recogió como un perro callejero, al cual le vio algo... especial- susurró la rubia de forma cínica haciéndole caer otra lágrima al muchacho - y aun después de tantos años no logro decirte que te acogió de la basura-

-Lo siento, Aiden- Monica tenía las manos plantadas en ese vidrio, esperando alguna respuesta por parte de quien ella consideraba su hijo, es mi hijo, sin importar lo que diga Eleonor, pero su reacción es la que me asusta.

-No veo porque disculparse, mamá- dijo apoyando su mano en el vidrio junto con la de su madre- tu me salvaste, lo aprecio, y me vale poco si tengo o no tú sangre- los dos omegas estaban llorando a mares. En cambio Eleonor rodó los ojos por lo patética que era esa situación.

-Andrew- llamó la rubia. En ese entonces apareció un alfa, imponente, pero no se sentía más poderoso que la mujer.

Ambos se besaron.

-Aiden, te presento a Andrew, mi esposo- dijo soltado el beso.

Aiden no respondió, solo dirigió una mirada fría al hombre y luego a su mujer. Pero sobre todo al hombre, quien traía un arma, la cual podría servirle.

-Oh... El arma- insinuó la rubia viendo la mirada del omega- Seguro estas pensando en atacar a mi esposo.. Ya que el tiene el arma, te conozco-