LO DESCONOCIDO - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 1/3 [COMPLETA] ✅

Capítulo IX: Elegida

El sol brillaba con intensidad y cierta chica de cabello marrón oscuro habría los ojos sin ganas

—Despiertas tarde —dijo Kristal saliendo del baño

—Hoy no quiero salir de la cama —se cubrió hasta la cabeza

—Todos están afuera, quizá hagan un anuncio —miró por la ventana

—Está bien...

Entró al baño y salió en breve, realmente aquel día no tenía ganas de hacer nada. Presentía que algo pasaría pero no sabía decir si era bueno o malo, muy probable lo segundo, pensó.

Salieron y allí estaban todos con el general al frente

—Esta noche habrá otra celebración. Descansaran unos días y luego volverán a un entrenamiento diferente. Eso es todo...

El día pasaba tranquilo hasta el almuerzo

—¿Crees que te elija esta noche de nuevo? —preguntó la rubia a Lena

—Probablemente, soy su favorita —sonrió

—No puedes afirmar eso —contradijo otra pelirroja —aún no ha escogido a todas

—Lo sé...

Aquella conversación solo provocaba cierto malestar en Emily que prefirió no escuchar

—¿Vamos? —Kristal llamó su atención

—Si

—Te molesta, ¿cierto? —preguntó ya afuera

—No, no tengo razón

—Está bien. No tocaré el tema —sonrió

—Te lo agradecería

Todo continuaba tranquilo, la tarde comenzaba a caer y Emily se reusaba a ir a la dichosa celebración.

—No quiero —se cruzó de brazos

—¿Por qué?

—Porque no

—Me estás dando motivos de pensar en muchas posibilidades

—Por favor... —ironizó —¿en serio quieres ir a un lugar donde los generales miran a las mujeres como pedazos de carne? Es tan... —se molestó

—Repugnante —concluyó y Emily asintió

—Tú estás segura pero, ¿yo? En cualquier momento puede suceder. Prefiero ir a que me devoren los lobos

—Emily es aún peor si estas pendiente de aquello. Hay que ir —susurró abrazándola

—De acuerdo —suspiró con resignación

Buscó ropa y optó por unos jeans negros, botas y una remera sin mangas color morado que inevitablemente denotaban su figura.

—Te ves excelente —su compañera levantó los pulgares

—Aún falta algo —se colocó una cómoda sudadera para cubrirse

—No hay mucha diferencia con los anteriores

—Lo que menos quiero es llamar la atención

—Lo sé...

Ambas se dirigieron a paso tranquilo, sin prisa, haciendo saber que una no quería ir.

—Debemos llegar antes de la cena, pueden castigarnos —la haló

Llegaron y en la puerta estaba una joven.

—Adelante pero primero, debe dejar su abrigo señorita —miró a Emily

—Pero tengo frío —se excusó