Sí... Acepto

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Los rayos del sol comenzaron a molestar a Killua a tempranas horas de la mañana así que abrió sus ojos tal cual lo haría un perezoso. Sintió un cuerpo tibio a su lado y sonrió cómo estúpido al recordar todo lo que habían hecho ayer.

Lo miró con amor y le dió un besito en los labios, luego otro y otro hasta despertarlo. Siempre había soñado con hacer eso.

-¿Killua?- Gon abrió sus ojos con flojera y lo miró. El albino nunca había visto unos ojos tan jodidamente brillantes, era cómo estar mirando una luz fijamente.

-Buenos días Gon.- Carraspeó con fuerza su garganta, ya que su voz salía apenas.

-Creo que gritaste demasiado ayer...- El moreno le sacó la lengua para después morder su nariz mientras la piel de las mejillas del albino enrojecía.

-Idiooota, no me molestes.- Se aferró a él para acurrucarse con cuidado, realmente estaba viviendo en un sueño.

-¿Y ahora qué?-

¿Y ahora qué?... Killua se paró de golpe golpeando accidentalmente a Gon con su cabeza.

-¡Mi boda es hoy!-

Gon había tomado una decisión la noche anterior. Si para estar con Killua se tenía que convertir en su amante, estaba dispuesto a serlo para no perderlo otra vez. Estaba apenado pensando en eso cuando recibió un tierno beso en los labios.

-No me voy a casar tonto.-

Los ojos de Gon se iluminaron cómo luceros, ¿Había escuchado bien?

-Bueno... Si me voy a casar.-

Había escuchado mal.

-Pero en un futuro no muy lejano y contigo... Si quieres...- Bajó la mirada completamente sonrojado y jugó nervioso con sus dedos.

Realmente estaba soñando, Killua quería estar con él y no se iba a casar con Mía. El corazón se le iba a salir por el pecho y tenía muchas ganas de llorar por la emoción que le provocaba vivir tantos sucesos hermosos al mismo tiempo, pero... Algo no le calzaba.

-¿Por qué tan de la nada quieres estar conmigo Killua?-

El albino se puso completamente rojo y se tapó la cara con una almohada, sabía que tenía que decirle la razón a Gon para que no se sintiera usado o algo por el estilo.

-Yo... Cuando te vi ayer... Yo...- Estaba tiritando, no se lo podía creer. Tenía miedo de que sus razones no fueran suficientes para Gon y que ya no quisiera estar con él. -Cuando yo te vi...-

Dios eso debía ser una jodida broma. Killua había comenzado a llorar de lo avergonzado, austado y nervioso que estaba, así que Gon lo abrazó con cuidado para darle confianza de hablar.

-Ayer te vi y me di cuenta de que... Posiblemente seguía enamorado de ti...- Se calmó y se secó las lágrimas para seguir hablando. -Y cuando me besaste... Supe que las estrellas me habían concedido el deseo de corresponderte cómo quería.-

Sí, realmente era un idiota, pero no tenía alguna otra explicación. Le estaba echando la culpa a las estrellas cómo si fuera un adolescente que creía en el horóscopo y esas cosas. Si Gon no le creía eso, se iría directo a su tumba porque no tenía otra razón. Simplemente el amor que sintió por él durante tantos años lo había abofeteado en la cara la noche anterior y solo se dedicó a sentir sin pensar en nada más. Para Killua realmente esa era una razón ridícula, pero así lo sentía.

Gon... No se lo podía creer. Killua estaba diciendo que quería estar con él gracias a las estrellas.

Al principio pensó que era una broma, pero luego comprendió que era cierto. Espera... ¿Le había pedido a las estrellas corresponderlo?

No Correspondido (Killugon, Gonkillu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora