uno

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El reloj marca las cuatro de la tarde y ya comienzo a desesperarme. Camila, mi amiga, no llegó todavía y, sinceramente, me estresa. Odio a las personas impuntuales, aunque con ella ya me haya acostumbrado. Escucho como la pava eléctrica hace su corte, por lo que me dirijo a la cocina a preparar el mate. Amargo, obvio. Siempre dame el cargo, el dulce no te lo paso ni de onda, y menos con la acidez que cargo. Abro la compu y me decido -o mejor dicho, intento- trabajar en mi trabajo de investigación de la facu. Dios, estoy súper trabada con el informe, no puedo avanzar. No me salen las palabras, me siento estancada. Hace semanas que me sucede lo mismo y cada vez se me acaba más el tiempo. La puta madre, loco. Quien mierda me mandó a anotarme a la facultad. Estoy ensimismada revisando unas noticias para tener en cuenta más tarde, cuando me sobresalta el ruido del timbre.

Abro y, efectivamente, es Camila. La rubia entra con una bolsa de chipá en su mano y su bolso en la otra.

-Y hasta que llegaste. -la recibo, mientras voy directamente a sentarme y cebar otro mate. - casi que te esperé una hora, cajetuda.

- Hola Lu, perdón amiga. No seas exagerada igual. Sólo treinta minutos tardé.- me contesta mientras abre sus apuntes.

- ¿Treinta minutos? Que cararrota que sos boluda, como fácil cincuenta minutos esperándote estuve. ¿Qué pasó que tardaste tanto? - le pregunté mientras le pasaba un mate.

-Ay, nada boluda. ¿Viste que vino mi amigo a Córdoba? -me habló dándole un largo sorbo a la infusión. La miré, confundida. Sinceramente no le estaba prestando atención ya que estaba concentrada en mi trabajo.

-¿Quién? Ni idea.-respondí.

-Dale, si te conté.- me responde terminando de darle el último sorbido al mate. -Juli.

-Me re colgué de seguro, sabes que vivo en un cumple...y más ahora con los últimos parciales del cuatrimestre. - me justifico, tomando ahora yo un mate. Mierda, estaba re caliente el agua. -Da igual...¿qué Juli? -pregunto, perdida. Camila, si bien ama a sus amigos de la infancia, mucho no me cuenta.

-Julián...Julián Álvarez. -me responde, obvia.

Y yo reacciono. Uf, Julián. El de River, que hermoso. Qué estúpida, como no me voy a acordar. Cami se pone como loca cada vez que el chico juega un partido y ahí anda, super orgullosa. Y si, yo estaría igual si un amigo mío la estaría rompiendo en el mundo del fútbol. Y encima, en River Plate. Yo me fumo los partidos de River por ella, no soy muy futbolera, y para colmo, soy bostera, como papá. Los únicos partidos que llegué a ver fueron los de boquita y los de la selección, más que eso, nada.

-Uh, el bombonazo de Julián...-digo, para joderla. Ella sonríe, hastiada. Siempre jodo con el pobre pibe. -boluda, tiene a todas atrás. Literal un playboy. -comento, mientras me acuerdo de como mi tiktok, luego de darle un like a un video de él, se llenó de sus videos. Me causa ver como todas están enamoradas del pibe. Igual, como para no. Yo estaría igual.

-Tiene a todas atrás, incluyéndote a vos. -me devuelve la joda la rubia y yo ruedo los ojos. Obvio que me tiene a mi también, soñar es gratis.

-Uf, ojalá. -le respondo igual- Martinez Qarta, dios mío mamita. Unas ganas de ser la Guchi Caniglia. -digo suspirando. Igual la Guchi una reina, que salga trío boe. Cami ríe.

-¿Y Montiel? -me dice la otra, enganchada.

-Dios mío, re si. Igual antes de que le lleve a un gallina, mi viejo me mata. Por eso o me hago botinera gracias a uno de talleres o con taborda. QUÉ HOMBRE. -respondo haciendo referencia al delantero del CABJ.

-Uf, taborda todísima.

-Bueno y...¿qué me decías del araña? -le recuerdo, mientras me mando un chipá a la boca. Mi amiga me tira una mirada pícara. -Dale, estúpida. Ni lo conozco, que joda con el porque me parece lindo no quiera decir que me guste, además seguro lo tengo al frente y ni cuenta me doy, con lo tonta y colgada que soy.

-Bueno bueno, como te decía...está acá, en Córdoba. Bah, estaba en Calchín pero como Joaco, su mejor amigo festeja el cumpleaños acá en Capital, se vino.

-Ah, ¿y?

-Y nada, hasta hace un rato estuve con él, poniéndonos al día. Por eso llegué tarde. -me contó. - Se va a quedar unos días de Joaquín y otros en el mío. -comenta, como no dándole importancia. Pero yo sí que le doy importancia.

-Apa- le digo. -Apa, apa, apa. Activá boluda -le digo, y ella me mira como diciendo dejá de decir boludeces.

- No, ni empedo culiada. Es mi amigo, no da.- me dice, negando.

-Ah, pero me vas a decir que no le tenes ganas... -le tiro de la lengua. Nunca me reconoció si alguna vez le gustó el 9 de river, era mi momento de tirarle de la lengua porque, a ver, teniendo semejante pibe de amigo yo ya me hubiese enamorado a los dos segundos. ¿Cómo hizo esta si no se enganchó?

-No, Luz, no. No digas pelotudeces.

-Culiada, admití que está bueno.

-Sí, está re lindo, más ahora. -me dice. Y yo la miro fijamente. A esta en algún momento le gustó, a mi no me jodan. - ¿Qué? No me mires así, y no empieces. - me advirtió señalándome con la lapicera que estaba por guardar en su cartuchera.

Elevo mis manos en son de paz -No dije nada fuera de otro mundo. -me defendí.- pero ¿de veritas, de veritas que nunca te gustó? - le cuestiono, no creyéndole, obvio. O sea, gente por favor, es h e r m o s o.

-Que no te dije.- me contesta en mal tono-Además que el chabón se fue a los quince para Buenos Aires y no lo vi más. Seguido, por lo menos. Únicamente podía venir en verano, así que...-me responde dejando el final de la frase colgando.

-Así que vos por pelotuda no activaste. -le contesto más como afirmación que como pregunta. Ella me revolvió los ojos. Me reí, sabe que tengo razón.

-No, no por pelotuda. No me gusta, fin. Además, estaba de novia con Alex. -agrega y yo arqueo una ceja.

-¿No te gusta o estabas de novia?- la sigo jodiendo.

-No me gusta, córtala. -me dice, hastiada. Y yo la dejo ahí, mejor no insistirle.

Nos concentramos cada una en lo nuestro y no hablamos más por un largo rato. Yo me dedico a terminar un trabajo práctico para Epistemología, agh, materia de mierda. Mientras Camila también se enfoca sólo en lo suyo. Después de como una hora de estar sumidas en nuestras cosas facultativas, Cami se marcha, tenía que ir a abrirle al amigo para que deje las cosas.

Después de que se haya ido, me dedico a terminar de ver un episodio de The Vampire Diaries mientras me preparo la cena. Estaba toda contracturada, a causa de aplastar todo el día el culo en la silla.

Red - Julian Alvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora