Capítulo 28

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Cuando el sol se ocultaba atrás de las grandes colinas, dándole paso a la deslumbrante luna, Adrien volvió al castillo, su tarde en el pueblo le ayudó a despejar la mayoría de los deberes y trabajos que tenía pendiente. Los aldeanos volvían a su antigua vida, y los campos volvían a ser productivos para la siembra.

Adrien al llegar, sólo pensó en Marinette, así que fue directo a la recamara, entrando a ella sin aviso. Marinette estaba muy adolorida, pero su amiga necesitaba limpiarle las heridas, así que estaba desnuda en la cama, aguantando un poco el dolor, hasta que escuchó que alguien entró.

- Oh, lo lamento, pensé que ella estaba sola - se excusa Adrien y Marinette sintió un poco de vergüenza.

- Tranquilo, Majestad, sólo estoy limpiando las heridas de la reina - Adrien asiente y le ordena a Alya que se acerque a él y ella le obedece - ¿Los padres de la reina?

- Se fueron a su recamara, estaban algo cansados, llevan días sin poder dormir bien.

- Entiendo... ¿La reina ya comió? - Alya niega - Trae algo de comer para ella y para mi, yo me encargo de sus heridas.

Alya asistió y de una se marchó a buscar lo que él le había ordenado. Adrien se acercó a la cama y ella al verlo, tomó una manta cubriendo su cuerpo.

- Mi reina, si mal no recuerdo yo ya he visto tu hermoso cuerpo - Marinette al escuchar eso, sintió sus mejillas sonrojarse - ¿Cómo te sientes?

- A... Aún me siento adolorida, pero no me ha dado más fiebre - le responde ella tartamudeando un poco.

- Me alegro, ahora te ayudaré con tus heridas - ella no puede ocultar su nerviosismo y niega varias veces con su cabeza - seré cuidadoso.

Adrien se sienta en la cama y trata de tocar su mano, pero ella se aparta rápidamente dejando confundido a Adrien. - No me tienes que tener miedo, sólo quiero limpiar las heridas...

- Mi cuerpo no está visiblemente agradable, por favor deja que Alya haga esto - le susurra ella con un hilo de voz, así que de una Adrien lo comprendió, sentía vergüenza por los moretones y demás agresiones que tenía, eso le dolió mucho, ya que él sentía que toda esa agresión debió recibirlo él, no ella.

- Mi reina - La llama y ella un poco dudosa lo mira a sus ojos, los ojos de ellos estaban cristalinos, con lagrimas apunto de salir, así que Adrien intenta tomar de nuevo su mano y ella de nuevo la aparta negando con su cabeza y volteando su rostro a otro lado. Él no soportaba verla en ese estado así que se acostó a su lado abrazándola y calmándola un poco.

- No deberías verme así - Adrien pone su mano en su mejilla haciendo que lo viera a los ojos.

- ¿Cómo evitar mirarte si eres hermosa? - le dice él para después besarla tiernamente - extrañaba tanto besarte, tenerte cerca de mi, sentir tu calor, así que, nada podría ya separarme de ti.

Marinette no pudo ocultar una pequeña sonrisa, aquellas palabras le dio algo de calidez en su pecho, así que lo abraza con la poca fuerza que tenía, y quedaron así hasta que ella le permitió limpiar sus heridas. Adrien pasaba suavemente, con un pañuelo húmedo, por sus heridas y ella se quejaba un poco del dolor.

- Alya me estuvo contando que aquel que llamamos Duque en realidad se llama Luis, el hermano gemelo del verdadero Duque - comentó Marinette y Adrien asistió.

- Así es, quien hizo todo esto se llama Luis, es un enfermo mental que escapó de donde lo encerraron, comprobándose de que es un peligro, así que el Emperador decidió que su sentencia es la muerte - Marinette le siguió preguntando de todo lo que había ocurrido en todo ese momento que él estuvo fuera del reino, a la vez de cuando llegaron, y Adrien le respondía a todas aquellas preguntas. - Cuando llegué ya era tarde, el Maestro Fú murió a manos de ese psicópata... le exigí a Luis que me dijera a donde te había llevado y él... 

- ¿Él qué te dijo? - preguntó curiosamente Marinette ya que Adrien no siguió hablando,

- Nada, no respondió - Marinette podía notar que Adrien le ocultaba algo, así que insistió a que le dijera hasta que él accedió - Dijo que, yo te había dejado en sus manos y que tu cuerpo es "Exquisito", me dio ganas de matarlo a golpe en ese momento...

- Entiendo - Marinette miró a otro lado, algo pensativa Y Adrien pensó que tal vez le afectaba tocar aquel tema, le traía mal recuerdo.

- No debí mencionarlo, lo siento, tal vez te trae malos recuerdos.

- Él no me tocó, por si es lo que piensas - Adrien al escuchar eso se sorprende mucho y le aliviaba que ella no tuviera que vivir en esos malos recuerdos. - Cuando intenté escapar, me atraparon y llevaron a aquella torre, ahí él me torturaba, no me alimentaban ni me daban agua, me cortaba, golpeaba y hasta acercaba el fuego de sus antorchar, le supliqué piedad, pero la única manera de que me dejara es que me uniera a él convirtiéndome en su reina, en su mujer... no me quería tomar a la fuerza, quería que yo misma le suplicara permitiendo que me tocara...  todo empeoró cuando se enteró que estaba en embarazo, mandó a alguien para hacerme abortar... Yo... Yo enloquecí y... Y yo...

- ¿Tú mataste a ese hombre? - Marinette asistió con varias lagrimas rodando por sus mejillas, Adrien la abrazó y acarició su cabello. - No pasa nada, salvaste a nuestro hijo y te lo agradezco mucho.

Después de unos minutos tocaron la puerta, Adrien se acercó a ella recibiendo la bandeja de comida que traía Alya y pidiendo que nadie los molestara si no era algo urgente. Marinette, con ayuda de Adrien, pudo comer un poco, su recuperación se veía muy bien, así que por ese lado estaban muy satisfechos.

Ya había pasado unos días, Marinette por fin pudo levantarse de la cama, así que lo primero que hiso fue tomar un baño, se sentía sucia y con ayuda de Alya lo pudo hacer, para después ponerse un simple  vestido, no era ajustado, ya que aún le dolía el cuerpo, y caminó hasta el jardín donde pudo degustar de la cálida mañana. En ese momento Adrien estaba en el pueblo junto Sabine y Tom, ya que ellos querían recuperar su panadería y necesitaban la ayuda de él, así que Marinette estaba sólo con Alya.

- Es reconfortante verte afuera de esa recamara - comenta Alya.

- Ya estaba aburrida en ese lugar, que bueno que el doctor me encontró mucho mejor, sólo así me dejó salir, ya necesitaba respirar aire fresco... ¿Cómo vas con Nino?

- Ya quería hablarte de ello...  Me propuso matrimonio -  Marinette al escuchar la noticia se alegró por su amiga y le abrió sus brazos para darle un abrazo.

- ¡¡¡Qué felicidad!!! - Exclama muy feliz - ya era hora.

- Sí, ya como se resolvió el asunto del papa, él es libre y pues, volverá a su vida de musico, y me quiere a su lado. 

- Qué romántico, pero eso quiere decir que te irás, ¿no? - Alya asiste.

- El trabajo de un musico tan importante como Nino, lo hace viajar por el mundo, así que lo acompañaré, pero no me iré sin antes conocer a nuestro heredero, o heredera. 


Mi Reina( Marinette X Adrien ❤)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora