la media mañana en hora encantadora, tiempo de sueños y tiempo de deseos, momento del día digno de aquellos que aman, que viven y respiran de verdad
estar en blanco y no ver nada, estar todo claro y al tiempo a oscuras, tenerlo todo y no tener nada hacen que la hora sublime se pierda
diré adiós a todos aquellos cuya pared blanca sigue luminosa, aquellos que no saben todavía que con la luz apagada, la blancura desaparece
el futuro se esfuma y el presente está perdido, el pasado se escapa y parece que no está, así un ser que depende del espacio y del tiempo, quita todo rastro de su existencia
casi se acaba, casi se acaba, la hoja de papel frágil y perdida, perdida en el tiempo, perdida en la brisa, y la historia en ella pierde valor
se ha acabado, ya no está, la hoja de la historia en la pared de la vida, no la busques, no la encontrarás, solo recuérdala con nostalgia
adiós amigo mío, adiós pequeño infante cumple tus sueños y cuéntalos al mundo ese mundo inefable en el que vives y no dejes que la luz se apague.