Twenty

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Jungkook

—Tienes esto, Jk —dijo Victor mientras me levantaba del suelo, calentando mis músculos, la pelea solo a unos minutos de comenzar. Había entrenado todo el día. Bloqueado todo de mi mente a excepción de una cosa... matar a Taehyung.

Podía escuchar el rugido de la multitud; sonaba más grande que noches anteriores. Era el final, la última pelea hasta la muerte, The Dungeon Championship

Jk contra El Carnicero. —Tiene fuerza y experiencia, pero tú también. Tiene velocidad y habilidad, pero tú eres más avanzado. Es incomparable con una daga, pero nadie te supera con tus puños americanos con púas. Está loco, pero Jk... —Viktor se detuvo frente a mí mientras saltaba y comenzaba a luchar contra el saco de boxeo. Viktor se estiró y sostuvo el saco, forzándome a levantar la vista—. Pero tú estás aquí por venganza. Nada siquiera se acerca a eso.Gruñí en acuerdo, mis músculos encendiéndose con sus palabras. Lo único que haría esto mejor era Kisa. Dijo que vendría y me vería antes de la pelea, pero por ahora no había aparecido.

—¿Kisa? —le pregunté a Viktor mientras golpeaba el cuero de la bolsa con mis puños vendados.

Se encogió de hombros y negó: —Aún no está aquí. Ni siquiera está con Taehyung.

Eso hizo que me detuviera. Kisa siempre estaba en el gimnasio cuando entrenábamos. Siempre estaba con Taehyung antes de una pelea. ¿Dónde demonios podría estar?

Una bofetada en mi mejilla me sacó de ello y gruñí cuando Viktor retiró su mano. —Concéntrate, Jk. Es esto, esta es tu oportunidad. Es a vida o muerte allí afuera, saca a Kisa de tu cabeza.

—Lo sé —gruñí, su bofetada empujándome de vuelta a un mundo de ira.

—Bien —dijo Viktor—, porque hay más además de ti que quieren que Taehyung se vaya.Miré a Viktor, sus ojos lechosos clavados en los míos.

—Ha hecho muchos enemigos, Jk. Esas personas allí afuera son como lobos hambrientos. Eres el primer contrincante real que Taehyung ha tenido. Solo ha jugado con los otros como un tigre juega con su comida, pero contigo, todos sabemos que podrías ser quien lo matara. —Viktor se acercó y puso una mano en mi hombro—. Puedes ser el que mate al heredero de la mafia. Hay más que solo apostadores aquí esta noche, hijo. Los Chinos, La Mafia Italiana y los Checos quieren ver si los demás serán dejados vulnerables por tu victoria.

La confusión nubló mi mente. Sabía que incluso con Taehyung muerto aún habría un heredero, pero no podía imaginarme quién.

Un golpe en la puerta me dijo que era el momento. Es momento de derribar a Taehyung.

Rodando mi cuello de un lado a otro, aflojé mis hombros y caminé hacia la banca para tomar mis nudillos de metal. Las deslicé en su lugar, el frio metal sintiéndose como una extensión de mí. El rugido de la multitud aumentó, mis pies meciéndose de un lado a otro. Cerré mis ojos y visualicé ganar. Visualicé a Taehyung debajo de mí, llevándose la peor parte de mis golpes fatales. Visualicé el momento en que sus ojos perdían la vida y su negro corazón se detenía.
—¿Estás listo, Jk?

Parpadeé para recuperar mi foco en el aquí y ahora. Viktor estaba de pie frente a mí. Asentí. Estaba más que malditamente listo para terminar con la vida de Taehyung. Estuve listo durante doce años. Estos eran doce años de retraso. La puerta de acero se abrió y seguí a Viktor por el frío pasillo, viscoso y lleno de humedad. Podía escuchar que el volumen de la multitud había aumentado desde las peleas anteriores, diciéndome cuan emocionados estaban por esta final de campeonato. Podía decir por el polvo cayendo de las paredes de piedra del pasillo que había más espectadores aquí que nunca antes, sus pisotones vibrando a lo largo del pasillo.

Amor de invierno -JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora