Un año ha pasado desde que Jin Ling asumió el liderazgo de la secta Lanling Jin.
"Arreglar lo que otros hicieron", en esto se resumía su año.
Y no había tenido problemas tan graves... bueno, solo hasta ahora.
- "Joven amante", cuando te llamo de esa...
Las cuerdas del guqin empezaron una melodía que fue seguida por la flauta de su tío.
Jin Ling se acerco lo más rápido que podía a la orilla. Al llegar intentó toma su túnica, pero solo alcanzo a rozar la tela cuando una fuerza lo envió al fondo del manantial.
—¡A-LING!, ¡Lan Zhan iré por el, no detengas la canción!.
Sin esperar una afirmación, salto dentro del manantial. En el tiempo que intentaba enfocar su mirada bajo el agua vio pasar por todos lados sombras borrosas; una vez se adaptaron sus ojos no logro ver nada más allá de su sobrino en el fondo rocoso.
Nado hasta llegar a su lado, el menor se encontraba en un estado de inconsciencia y movía sus labios como si estuviera hablando.
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El menor al verse arrastrado de nuevo al agua, decidió dar pelea con lo que sea que lo empujaba. Frente a el había una silueta masculina, al ver directamente a lo que vendría siendo sus ojos, cayo en una especie de estado de inconsciencia.
En él se materializaban lo que parecía ser recuerdos.
Se encontraba dentro de una habitación parcialmente obscura; un rayo de luz se colaba por una grieta del techo, dando directamente a una bolsa llena de oro que reposaba sobre una mesa central. En un rincón, un hombre tirado en el suelo parecía convulsionar. Estaba por acercarse a mirar mas de cerca cuando la puerta fue abierta.
Una joven de una edad similar a la del líder entró, llevaba consigo una linterna de papel con un gran emblema desconocido en su mano.
Al ver el estado deplorable del hombre, una sonrisa se dibujo en su hermoso y delicado rostro. Camino hacia la mesa, tomó el vino y lo derramó sobre el oro.
La escena cambio, ahora se encontraba fuera de la torre koi. Guardias con unas túnicas muy familiares salieron por la puesta sur, arrastrando a una niña mendiga. Al llegar al exterior la empujaron fuertemente y la menor cayó al suelo. Solo entonces los guardias regresaron dentro, riendo por el estado tan patético de la niña.
Pequeños puños se formaron en las manos de esa niña para después, soltar una risa escalofriante. Luego, el paisaje se tornó completamente negro y una voz resonó en el espacio.
"Muerte a los Jin"
El Joven líder despertó volviendo al presente.
La figura que lo retenía se había ido. Solo se encontraba su tío arrastrándole fuera del manantial.
Al verlos salir Lan Wangji detuvo la melodía y se acerco para ayudarles.
—A-Ling, ¿Estas bien?
—No te preocupes, lo estoy —Jin Ling al verse rodeado y con él parcialmente desnudo, no dudo en empujar a sus tíos para colocarse la túnica rápidamente— ¿No el receso de las nubes tiene barreras para impedir el paso de la energía resentida?
