necking and misery | tokyo revengers

haitani ran.

RESTRICTED.

Dejaste caer tu cuerpo en las escaleras, la reunión de la ToMan había acabo hace unos minutos. Te cansabas de estar parada tanto tiempo sin decir nada, solo estar al lado de tu hermano mayor.

— ¿Ya te cansaste boba? — Chifuyu se sentó a un lado de ti mientras observaba cómo los demás integrantes se iban en su moto.

— No entiendo porque tengo que venir — recargaste tu codo en tu rodilla y pusiste tu mentón en la palma de tu mano — Mikey solo me trae para estar parada como gárgola.

Chifuyu solo soltó una sonrisa y negó su cabeza. Probablemente eras integrante de la ToMan, pero no tenías un gran papel dentro de ella ya que Mikey no quería meterte en todo ese lío.

— Bye bye — Mikey se despidió de Draken, quien llevaría a Emma a casa — Tu también ya puedes irte.

— Gracias... dios — susurraste lo último y antes de que Mikey pudiera reprocharte saliste corriendo del sitio. Por fin podrías ir con tus amigas a pasar un rato.

Acomodaste mejor la chamarra y te pusiste alerta cuando empezaste a caminar por el bosque, agradecías que desde pequeña aprendiste a defenderte por si algún gorila idiota se te atravesaba.

Realmente el camino corto, nada malo podría pasar en esos momentos.

— Pero si tenemos una Sano aquí.

Giraste sobre tu hombro al escuchar una melodiosa voz, te quedaste quieta cuando notaste quienes eran los dos hombres que estaban frente a ti.

'Los hermanos Haitani'

— Creo que es muy cobarde que quieran atacar a una niña sin ayuda — volteaste todo tu cuerpo para enfrentarlos. Ran reprimió su sonrisa al ver lo atractiva que eras.

— Realmente no venimos a atacarte — Rindou tomó la delantera y camino hacia a ti — Solo venimos a darte un pequeño aviso.

Frunciste el ceño cuando se inclinó para adelante, demasiado cerca de tu rostro. Volteaste la cara para evitar su mirada y con la misma te alejaste de él, manteniendo nuevamente su distancia.

— No quieres meterte conmigo — hablaste claro y sin titubear, Ran esta vez no pudo evitar ocultar su sonrisa y soltó una ligera risa — ¿Que te causa risa?

— ¿No puedo reírme preciosa? — Ran toco el hombro de su hermano y asintió para que le dejara la situación en sus manos — El que seas una Sano no te hace invencible... como tú hermano.

Callaste cuando se acercó a ti peligrosamente, tu cuerpo se tensó cuando su dedo índice levantó tu mentón, justo para que lo miraras directamente a la cara.

— Eres demasiado atractiva para estar con esos idiotas.

Elevó su cara examinando la tuya, mordió su mejilla interior y se alejó lentamente de ti, colocándose nuevamente a un lado de su hermano.

Tragaste saliva y giraste sobre tus pies para alejarte de ahí, te sentiste más tranquila cuando no escuchaste sus pasos detrás de ti, al parecer solo querían meterte un susto.

— Quiero volver a verla — Rindou giro frunciendo su ceño cuando escuchó a su hermano — ¿Qué?

— Eres idiota.