Cuando ya no pude apreciar la cabellera azabache en la línea de horizonte, cerré de a poco el portón del palacio dejándome con un extraño sabor de boca. La situación había transcurrido mejor de lo que pensaba. El pelinegro había irrumpido en su habitación, le había dicho que quería que fuera su profesor, tomó la mano de Jungkook, habían desayunado, hablado...
¡Había tomado la mano de Jungkook!
Oh Dios, qué estaba pensando. A decir verdad, se sintió tan cálido... Como en antaño...
Ahora era un dolor en el pecho el que se había instalado en mi cuerpo, de manera inexplicable.
Por unos escasos segundos más me quedé parado en la entrada, con la espalda apoyada en la madera y un sentimiento de asfixia. Pero no duró mucho tiempo, ya que el jaleo de empleados me sacó de mis pensamientos. Decidí evadir el asunto y disfrutar del hermoso día que me quedaba por delante.
Lo primero que haría sería ir a la biblioteca. Amo leer y todavía no había entrado a ella desde que llegué. Según Young-Mi, ningún empleado había accedido a ella tampoco, por lo que no sabía en qué estado la encontraría.
Tras caminar por el pasillo de la planta baja, me encontraba en la entrada a la biblioteca. Giré el pomo topándome de bruces con una densa oscuridad y una atmósfera cargada de polvo que me provocó un estruendoso estornudo. Me fui adentrando poco a poco con cuidado de no chocarme con nada hasta lograr acercarme al ventanal cubierto por la polvorienta cortina blanca, abriendo estas permitiendo el paso de la brillante luz de la mañana.
Aquel inmenso lugar, estaba cubierto de sábanas blancas y polvo. Tan pronto como eché una ojeada al lugar, me puse manos a la obra para dejar la sala impoluta. Todo debería de estar en perfecto estado para las clases de mañana, empezando así, por la zona destinada para dar clase. Esta se encontraba atravesando un pasillo de estanterías que daba a una zona con unos pupitres, una mesa para el profesor y una gran pizarra colgada de la pared.
Y así pasé horas muertas limpiando el polvo que en vez de desaparecer parecía ir acumulándose de un lado a otro.
- Joven Taehyung - La dulce voz de Young-Mi rebotó en las paredes de la inmensa sala. - ¡Estoy aquí, en el ala oeste!
A los segundos la ví aparecer desde la altura de mi escalera.
- Joven, lleva encerrado toda la mañana aquí. Ya es casi mediodía ¿No necesita algo de ayuda? Puedo llamar a las muchachas y que ellas mismas se encarguen, o incluso yo si lo desea.
- No Young-Mi, muchas gracias. Solo me queda limpiar la zona de estudio y buscar un par de libros.
- Como usted diga. ¿Qué le apetece comer hoy?
- Ummm... ¿Qué le apetece a usted?
- ¿A mí? Pues hace años que no como un pastel de carne con huevos de codorniz de complemento. ¡Oh! De postre podría preparar unas ricas natillas de galleta como le gustaban de pequeño.
- Que no se diga más, adelante. - La mujer asintió y se retiró feliz canturreando.
~ ☾☆ ~
Después de una hora terminé de limpiar la biblioteca y me dirigí al comedor donde se encontraba la comida ya servida. No me gusta estar solo mientras almuerzo, así que pedí a Young-Mi que me acompañara junto con otros sirvientes para disfrutar de los ricos manjares. Pasamos un agradable rato conversando alegremente sobre cómo se encontraban, qué había de sus familias y cómo consiguieron llevar adelante el castillo después de la pérdida de mi padre.
Cuando terminamos agradecí a todos por acompañarme y cada uno volvió a sus tareas rutinarias, incluido yo. Sí, lo sé, es mi día libre, debería de descansar pero no puedo simplemente quedarme quieto todo lo que queda de tarde. Por lo que se me ocurrió la maravillosa idea de bajar a visitar a mi hermoso pueblo a ojear qué tal van las reformas, y de paso aprovechar para hacer algunas compras.
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7 REINOS || KOOKV~ KOOKTAE
FanficCuando Dios creó el mundo lo dividió en 7 reinos, pero dos de ellos cometieron una traición desencadenando La Gran Guerra del Equilibrio. La Deidad Suprema Luna custodió a los descendientes de cada reino que fueron enviados a las estrellas, menos a...