My love and my life [TERMINADA]

✨하나✨

¡NO PUEDE SER!

¡¿TENÍA QUE PASARME ESTO A MÍ?! 

— ¡Por favor, hermana! 

— ¡¿PERO COMO?! ¡ÉL NO SE DEJARÍA TOCAR NI UN PELO!

— A ti si te hace caso. ¿Es tu amigo, recuerdas?

— Pero...

— Nada de peros, hermanita. Ya es hora de que vayas a la escuela y yo a mi trabajo, ¿si?

— Pero...

— Dije nada de peros. Además, lo conoces desde hace mucho tiempo. No creo que se oponga, solo es una foto para la portada.

— Sabes que no se va a dejar.

— Si él mismo te dice que no, está bien. Nada pierdes con intentarlo.

— ¡Quizás me mata!

— ¡No seas exagerada! ¡Vamos!

Me levanté a regañadientas y me alisté para el colegio. ¡¿EN SERIO?! ¡¿Como podría decirle a Suho que me deje tomarle una foto para la portada de la revista de mi hermana!? ¡Está loca!

— ¡¿PARK T/N, YA?!

— ¡¡Ya voyyy!!

Me puse el uniforme y salí corriendo de la casa dejando a mi hermana sorprendida.

— ¿Y ahora porqué corres?

— Porque así pasa más rápido el tiempo.

— Esa fue una respuesta estúpida, T/n.

— ¡Sun-Mi! Eso es ser cruel. 

— Perdón, pero solo digo lo que es verdad. Ahora corre para llegar temprano, lo cual sí es una buena razón.

Bufé. No me agrada la idea de ir al colegio, al menos por hoy o hasta que se le quite de la cabeza a mi hermana pedirle una foto a Lee Suho.

Tras una larga caminata y de vez en cuando corridas, llegamos a la escuela. Definitivamente, odio las clases. 

— Anda a tu clase, nos vemos en la casa.

— Si, hermanita, te quiero. 

Nos despedimos y me dirigí a mi aula. Terrible, Soo Ah y Soojin no habían llegado aún. Pero... Él si. Y lastimosamente me siento adelante de él. Doble terrible. 

Me dirigí a mi asiento nerviosa porque sabía que me estaba mirando. Te odio, hermana. Me senté y me quedé rígida. No me duró mucho, porque sabía que si no le preguntaba, mi hermana me iba a matar.

— Hola, Suho.

— ¿Que quieres?

— Me dueles, amigo. 

— Perdón, mal día.

— Sin cuidado. 

Ya no sabía que más decirle. ¿Si le digo sin floro, me matará?

— Eh... ¿Suho, puedes hacerme un favor?

— Depende de que sea.

— ¿P-Puedo tomarte una foto?

— ¡¿Qué?!

Su grito llamó la atención de todos en el aula.

— Mira lo que hiciste. 

— Tú lo causaste.

— ¿Yo? Bueno, sí. Pero igual, ¿puedes?

— ¿Para qué?