u n o
—Se lo llevaron, Yoongi, a mi niño, se lo llevaron. Lo volverán a encerrar hasta el día del juicio.
—Pero ¿cómo? ¿Acaso pueden tirar órdenes de la nada para encerrarlo de esa forma?
Yoongi está temblando, al borde de lanzar su celular por la ventana, la rabia por poco le quiebra los huesos, pero ha comenzado a distanciarse.
—¿Mamá? Contesta, ¿qué te ha dicho Hyelin?
—Presión social —musita su madre—. Las personas lo quieren muerto, hijo. A mi niño, lo quieren muerto y no puedo hacer nada para evitarlo. —Los temblores de Yoongi incrementan y se le nubla la vista intentando volver a la tierra—. Tienes que hablar... Yoongi, por favor tie...
Corta.
Yoongi corta.
No puede.
No quiere recordarlo, no quiere hablar sobre eso.
—¿Qué es lo que tendría que hacer? —le preguntó a Hyelin un día.
—Será difícil y duro. Tendrás que repetir las mismas palabras una y otra vez, a personas diferentes... y luego delante del juez. Es probable que el jurado y el abogado de tu familia te hagan repetirlo también.
Repetir.
¿Repetir?
Apenas logra traerlo a su memoria.
♩
—¿Por qué no puedo recordarlo bien? —le pregunta a Eunyeong.
—Es normal, tu cerebro bloquea los traumas con frecuencia, sobre todo cuando vienen desde la infancia y acompañado de tus episodios de irrealidad, Yoongi.
—Volvieron.
—Sí, lo noto.
♩
—¿Por qué 825, Yoongi? —pregunta Hoseok acariciando el tatuaje de su muñeca con el pulgar
—Mi hermano es el recluso 825 —musita en el momento en que los labios de Hoseok se posan sobre él.
♩
—Lo haré, mamá. Dile a Jungkook que lo haré.
♩
Hoseok aparece con el cabello y la ropa húmedos en el salón donde Yoongi practica desde la mañana, se ha acostumbrado a terminar sus ensayos para el festival minutos antes para hacerle compañía. Inmediatamente las notas musicales le besan las mejillas.
—Admiración —le dijo Kimma hace unos días—. Esa es tu causa, por eso aparecen, y es Hoseok.
—Lo sé.
—Es obvio.
—Supongo que sí, pero no sabía que era eso. ¿Sabes por qué aparecen para él?
—No lo he visto, ¿lo hacen?
—Sí.
—Entonces, es por ti, pero la causa deberías saberla tú.
Hoy Yoongi tiembla de los nervios. Sobrevivió anoche a su primer ataque de pánico, pero no está seguro de soportar otro. Apenas se siente capaz de fingir frente a Hoseok.
Cuando su voz se acalla, Hoseok aplaude y le sonríe tan deslumbrante como sólo él sabe hacer.
—Que canción más bonita —alardea más que felicita—. Me pregunto qué habrá inspirado al artista para crear semejante obra de arte.
Pero la broma finaliza allí, porque Yoongi, a pesar de que quiere reír, termina sollozando, con los nudillos blanqueando por la fuerza con la que presiona sus propias manos. Ha vuelto a la tierra y las emociones lo abruman.
Al instante Hoseok se le acerca, y aunque Yoongi en sí es quisquilloso, el sudor le produce aversión, como un montón de otras cosas, por la misma razón. Hoseok no es una de ellas.
—Por favor —murmura, tomando un poco de distancia—. Estoy bien.
—Yoongi...
—Estoy bien —repite limpiándose las mejillas—. De verdad.
Hoseok retrocede hasta su asiento nuevamente, y espera.
Yoongi tiembla un poco en su lugar, y espera.
Ambos esperan algo que no quiere llegar.
Hoseok una razón.
Yoongi su valentía.
¿Cómo le explicas a alguien que estás hecho trizas y que no podrá nunca repararte?
Por más que lo quiera.
Por más que lo intente.
♩
✉
00:50: Me estás evitando. Si hice algo mal, por favor, dímelo.
00:51: No has hecho nada, Hoseok.
00:51: ¿Por qué me evitas?
00:52: No lo hago. Sólo estoy ocupado.
♩
—Creo que no puedo —le explica a Hyelin, quien lo escucha atenta a través de su celular—. He pensado a diario en ello y el simple hecho de recordarlo me hace sentir que me voy a morir. No puedo, Hyelin. Lo siento.
—Yoongi, te he repetido muchas veces que es un proceso complejo. También sé que exponerte de esta forma, sabiendo lo mediático que han hecho el caso de Jungkook lo vuelve mucho más difícil. —Yoongi asiente, aunque ella no puede verlo—. Pero tienes que pensar en él, su vida corre peligro. En este momento está siendo custodiado, pero cuando dicten su condena, no sabemos qué pasará dentro. Te necesitamos. Jungkook te necesita.
—¿Y qué hay de mí?
—Sabes bien que el programa ocultará tu identidad si así lo requieres.
—Ni siquiera sirve para liberarlo, ¿qué caso tiene?
—Tu testimonio implica muchas cosas. Por favor, continúa pensándolo. Tienes el resto del mes.
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Astronómicamente Inexacto ♫ yoonseok.
Fanfiction♫ : ❝ Como las cuerdas de un piano mal afinado, Min Yoongi tropieza con la retrospectiva de su vida y estalla con el presente de su familia. Mientras reconoce a Jung Hoseok, bajo una antigua leyenda de la música, deberá aprender a dejar sus heridas...