CAPITULO VI

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Estuve toda la noche dándole vueltas a lo que me paso ayer, sinceramente no esperaba que recién salida del hospital alguien me apuntara con una pistola. Además del extraño comportamiento de Carol, sé que tiene miedo de que me vuelva a pasar algo, y más estando a su cargo, pero vi una reacción demasiado excesiva y más con el carácter tan positivo que tiene ella siempre.

Estuve indagando un poco sobre ese edificio en Internet, pero encontré poca cosa, únicamente que fue uno de los bufetes de abogados más importante de la zona, pero cuando su jefe murió, esta fue en declive y al final acabó siendo un sitio abandonado.

Lo que no entiendo es que pintaban aquellas armas allí y esas personas entrando con un muerto.

Mis ojeras en esta mañana eran acentuadas, e intente taparlas con un poco de maquillaje, pero el intento fue en vano ya que soy nefasta intentando maquillarme. Ni Carol, ni Marcos se encontraban esta mañana en el apartamento, me dejaron una nota en la que decía que se fueron temprano a sus respectivos turnos y que esperase al medio día que iría con Carol a buscar su vestido de novia y mi vestido de Dama de Honor.

Así que durante la mañana no hice gran cosa, guarde las pocas cosas que tenía en un armario que habían dejado para mí, estuve viendo un rato la tele y mirando mi móvil.

Mi vena curiosa quería saber más sobre ese apartamento.

Ya harta de esperar a Carol husmeé un poco las habitaciones, tampoco el piso no era tan grande, un salón conectado con una cocina, la sala en la que yo dormía, que era simple, dos baños y la habitación de Carol y Marcos, a la cual aún no había entrado.

Era muy acogedora, de unos tonos neutros, con la cama de matrimonio en medio, un gran armario, una estantería y la ventana por la cual entraba una cálida brisa, pero hubo algo que llamo mi atención y es que si memoria no falla, lo cual sería sorprendente, es que en la estantería había las mismas carpetas que en el armario de la azotea del edificio de ayer.

Me acerque un poco más a la estantería y uno de los lomos se podía leer en grande:

"AÑO 2011".

Lo cual me extraño, porque si no recuerdo mal, Marcos y ella se conocieron en 2013, por lo tanto un álbum de fotos de ellos dos no podía ser.

Intente alcanzarlo pero mi limitada altura no me lo permitió, maldije cuando intente ponerme de puntillas para poder cogerlo y no pude.

Me extraña también que solamente haya albúmenes de ese año para atrás y que de 2012 en adelante no exista ninguno.

Me sobresalte cuando un traqueteo de llaves inundó el silencio del apartamento, así que salí corriendo de allí y me volví a mi sala, ya que sería Carol, como decía en la nota para ir al centro comercial, lo que así fue, ya que los pequeños saltos de mi amiga se hicieron notar en cuanto la puerta se cerró.

--¡Ya estoy en casa!—Dijo alegremente mientras yo salía para recibirla.

--¿Estas menos enfadad?—Pregunte con una sutil voz.

--Si, tranquila, solamente no vayas más por esa zona, ni sola ni acompañada, no me gusta nada de nada—Soltó su bolso y recogió su desastroso pelo en un moño—Bueno, me cambio y nos vamos ¿No?

--Si, si, cojo el bolso y cuando digas salimos—Se da media vuelta para ir al baño—Por cierto, hoy voy a buscar un trabajo en el centro comercial.

--Pero Kiara sin prisa, aquí puedes estar el tiempo que necesites.

Tras esto cogimos todo lo necesario y nos fuimos.

Nos montamos en su moto, mientras conducía yo iba observando cada detalle de la ciudad.

AMNESIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora