Mientras tomaba el té, no encontraba el momento para perder de vista al mayordomo. Le estaba agradecido por cuidarlo y ayudar al otro, sin embargo en ese momento era un incordio.
- Señor Gotoh, el amo quier verlo de inmediato. -
- De acuerdo. Señorito volveré enseguida, por favor espéreme aquí. - Xi tan solo asintió, se veía algo desanimado pero tranquilo, por lo que el mayordomo pensó que con tan solo dejar a un vigilante sería suficiente. Al poco de marcharse, Xi se las ingenió para tirarle a drede una taza de té. Se disculpaba una y otra vez, por lo que al final terminaría el otro por ir a cambiarse. Mientras tanto Xi aprovecharía para buscar la enfermería y encontrar al joven que conoció rato antes.
- Él es de quien te estaba hablando viejo. -
- Ya veo, así que tú eres el hijo de Alatus. - Decía mientras daba una calada a un cigarro que tenía entre sus dedos. - Solo tu tono de cabello es igual, por lo demás debes haber salido a tu otra mitad. Da gracias por ello, chico... - Este se extrañó por aquellas palabras, pero no las rebatiría por alguna razón.
- Por cierto, mi nombre es Gorou, y este viejo es Dainsleif. -
- Encantado. Pero necesito saber algo... ¿ por qué te estaba tratando así aquella persona? -
- Sobre eso, en realidad siemrpe es lo mismo. Se excusa en que es un entrenamiento, pero lo cierto es que tan solo se desquita conmigo. Es un bastardo. -
- ¿ Y nadie hace nada?- Gorou negaba con la cabeza.
- Niño, tan solo tienes que entender una cosa, aquí el fuerte manda, y los débiles tienen que callar y seguir las órdenes. - Ahora su mal presentimiento comenzaba a tener sentido. - Será mejor que vayas a ver a tu padre, entonces lo entenderás. - Xi sintió una punzada al escuchar esto. No sabía a que se refería, pero de seguro no era nada bueno. - Gorou, acompaña al chico. - Decía mientras se giraba y se dedicaba a mezclar algunos químicos. - Por cierto, llévate aquel bote y dáselo a Kara, estoy seguro de que le encontrará utilidad. - El joven tan solo asintió, Xi intentó pararlo, pero este aseguraba encontrarse mejor, eso y que estaba seguro de que sin su ayuda no encontraría el lugar correcto.
Entre medias, decidieron esquivar a los pocos guardias que encontraron. Gorou aseguró que con ello ganarían algunos segundos, y así era. Si los hubieran pillado no tardarían en llevar a Xi hasta su abuelo debido a las órdenes del mismo. Minutos después llegaban hasta una habitación retirada, que por alguna razón no estaba vigilada.
- Es raro, por lo general debería haber una pareja de guardias en la puerta... -
- ¿ Y eso por qué? - Qué sentido tendría aquello si su padre estaba de visita, ¿acaso intentaría huir de nuevo?, y ¿por qué?. Unas preguntas que pronto tendrían respuesta, aunque no la que deseaba, y mucho menos después de oler algo conocido que le traía vagos pero tristes recuerdos. "Sangre", había un ténue olor a sangre que pertenecía a su progenitor, Xi esperaba que no fuera algo grave, que tan solo fuera un mero descuido por parte de aquella persona, pero sabía que las coincidencias no existían, que todo pasaba por algo y esto comenzaba a asustarlo.
A medida que se acercaban a la puerta, el olor se hacía más fuerte. ¿ Qué demonios había pasado durante el tiempo en que no estuvo presente?
Un rato antes...
Kara se encontraba con los guardias, los cuales dejaría inconscientes de un solo golpe. Rápida y silenciosa fue su acción, por lo que nadie se percataría si los escondía en algun lugar. Los metió en su cuarto y los ató, dejando cualquier objeto que fuera útil para escapar alejado de los mismos. En su mente pensó que quizás aquello se le diera demasiado bien, puesto que ya tuvo algunas experiencias anteriores que no tenía ganas de recordar, pero que a fuerza tuvo que traer de vuelta. No era algo de lo que hablara, pero sabía que en algún momento saldría la conversación.
Tras esto, simplemente entró en la habitación donde estaba Aether, y se lo encontró tal y como Alatus lo había dejado. Al verlo la impresión fue demasiado grande, tanto que tapó su boca para que ningún sonido saliera. El ver a esta persona en ese estado... Marcas en sus brazos, el interior de sus piernas, y en su cuello incluso mordidas. Alatus se había vuelto incluso más sádico con el tiempo, esta maldecía el haberle dejado solo, jamás se lo perdonaría.
Comenzó a tomar su pulso, por suerte estaba desmayado pero no muerto, aunque en aquel momento se replanteara si eso no era peor que la muerte. Siguió por cargarlo hasta el baño, y una vez allí limpiar sus heridas. De un momento a otro, un quejido por parte de Aether llamaba la atención de Kara, este se estaba despertando.
- Ka..ra. - Parecía aliviado de verla.
- Ese bastardo se ha vuelto incluso peor con los años... - Seguía curando aquellas heridas mientras alguna lágrima salía, además de algunos suspiros. Aether por su parte solo seguía soltando algunos quejidos por el dolor, pero nada más.
- ¿ Sabes algo de Xi? -
- El está bien, mi padre no permitirá que dañen a su herramienta aún. Además Alatus está más interesado en ya sabes quién que en su hijo. Me pregunto... cómo reaccionará al ver esto. -
- No.. mhm. Él no debe... saberlo. -
- Pero... -
- Kara, prométeme que él no lo sabrá. No quiero que le pase nada a Xi. - Ella tan solo asintió a su pesar, apretaba sus puños y no paraba de llorar en silencio. Terminaba de ayudarlo a asearse y lo llevaba a la cama, donde lo dejó tumbado con la sábana encima, siendo lo único que pudo encontrar. Sus ropas habían sido destrozadas por Alatus. En ese mismo momento, la puerta se abría, dando paso a la entrada de dos jóvenes, uno de ellos muy preocupado.
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Corazón valiente
أدب الهواة¿ Quién dijo que los hermanos debían ser iguales?, pues se equivoca, no podríamos ser más diferentes... Alatus es el orgullo de un padre que solo ansia el poder, pero ¿ qué pasa con sus otros hijos?, acaso tan solo servimos para empoderarlo... Vivi...