Love, songs and stories

Trío - #HanjiFest

ADVERTENCIA: Contenido sexual. Erurihan, Eruhan.

¡Hola! Vuelvo esta vez para agasajar a la más hermosa cumpleañera de todas en su semana especial. Tal como dice la advertencia (y el título), están avisados, no quiero ser culpable del trauma de nadie jejeje. NO contiene yaoi/BL, eso se los garantizo. Espero que lo disfruten tanto como yo al escribirlo.

Canción: Trío - Nathy Peluso

Trío

"Yo quisiera dejar de fingir
A los tres juntos nos imagino
Nene, dime que sí
Aunque esto sea lo prohibido".

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-Es obvio que no te elegiría a ti, Erwin. Eso está fuera de discusión.

Luego de sentenciar aquello, el capitán le dio un sorbo a su té, mientras se cruzaba de piernas y se acomodaba de manera relajada sobre su asiento. Hacía rato que ambos se encontraban dentro de la biblioteca del comandante, en donde tenían bastante trabajo de escritorio que completar a pedido de este. En verdad, podrían haber comenzado hacía rato si no fuera porque había una persona que, casualmente, tenía todos los papeles que necesitaban y se había retrasado bastante del horario acordado. Pese a la poca paciencia que caracterizaba a este hombre, no le sorprendía para nada tratándose de ella, ya que la conocía como nadie e intuía que quizás se había quedado perdiendo el tiempo (según él) dentro de su laboratorio personal. Por ello, todavía no habían podido comenzar la reunión, ya que era menester que ella estuviese presente. De esta forma, en el rato de ocio indeseado que habían tenido, la conversación había virado hacia temas que nunca habían tocado antes, a pesar de sus años de amistad. Seguidamente, antes de responder, el rubio dejó apoyada su taza sobre la mesa que ambos tenían en frente, no sin antes soltar una leve risilla.

-¿Cómo puedes estar tan seguro? –le cuestionó.

-La conozco, no eres su tipo para nada.

-¿Y tú sí?

Ante ese cuestionamiento, lo único que Levi atinó a hacer fue desviar la mirada, ya que aquello por alguna razón lo había inquietado un poco. No supo por qué, pero esa estúpida situación que su amigo había planteado para pasar el rato, estaba llegando a crisparle los nervios. Todo había comenzado como una simple conversación algo pícara acerca de la única mujer del grupo, una tontería, pero que a esas alturas ya estaba virando hacia otros rumbos que no eran de su gusto. Lo que planteaba consistía en un escenario hipotético en el que el comandante juraba que, si sucediera que ambos fuesen los únicos hombres que permaneciesen con vida junto a ella mientras toda la humanidad se hubiera extinguido, la líder de escuadrón lo elegiría a él para volver a poblar Paradis. Sin embargo, aunque no hubiese querido nombrarse a sí mismo, el de cabello negro le había estado refutando aquello de manera encarnizada desde hacía varios minutos. Tal como si disfrutara hacerlo enojar, el otro no pensaba rendirse, puesto que era consciente de que esa discusión iba más allá de un simple juego para el de menor rango, ya que aunque no quisiera aceptarlo, el otro bien sabía que el capitán tenía un interés más allá de lo laboral con ella. Sin embargo, si no terminaba confesándolo directamente, no pensaba a detenerse por mucha molestia que esto le causara a su amigo.