El timbre resonaba en cada rincón de la escuela y niños por todas partes salían corriendo de sus aulas como si del fin del mundo se tratase. Pero dos pequeños eran la única excepción.
—No encuentro mi lonchera, Kei.— exclamó la niña buscando entre las sillas.—¡No te quedes ahí y ayúdame!
El pelinegro no dijo nada y solo hizo un pequeño puchero para después ayudar a su amiga que se le veía demasiado preocupada.
—Akari, llevamos buscando por mucho tiempo y todos ya se han ido.—
—Mi mamá me va a matar.—mencionó con temor, si era algo que les asustaba a esos dos, eran sus madres.—
Baji se acercó a ella y Akari se acurrucó entre su pecho, ya que aunque aún eran pequeños, el pelinegro siempre había sido más alto.
—No lo hará, yo te protegeré.— susurró dando lentos y suaves toques en la cabeza de Akari.—
Ya había pasado unos minutos desde que esos dos habían salido de la escuela y como era de costumbre iban tomados de la mano para que ningún de los dos se perdiera. Para ellos era algo demasiado normal y que no tenía nada de malo, pero al pasar por unas calles desoladas y casi como de unos barrios abandonados, el ambiente se puso demasiado tenso.
—Pero que niña más bonita, ¡ey amigo!— Una voz de un chico mayor habló a las espaldas de los pequeños. El pelinegro solo chasqueó la lengua y apretó la mano de Akari para seguir caminando.— No hace falta que se vayan tan deprisa, solo queremos conocerla y probablemente unas otras cosas más, pero eso no tienes porqué verlo.—Las risas de esos cuatro tipos eran tan pícaras que hicieron molestar al azabache.
Keisuke consideraba a su mejor amiga como lo más preciado de él además de su madre, así que si le hacían algo a ella a el no le importaría defenderla apesar de que se encuentre en desventaja.
—Akari, soltaré tu mano un momento.—susurró con tranquilidad soltando de a poco la mano de su mejor amiga, mientras que Akari susurró su nombre com preocupación.— Te alcanzaré en el parque enseguida, ¡corre!
Akari no tuvo más remedio que correr, sabía que si se quedaba estorbaría, no era tan fuerte y la razón por la cuál a veces le ganaba a Keisuke era porque el no usaba toda su fuerza.
Las piernas de la pequeña temblaban pero en ningún momento pararon, le había prometido a su mejor amigo que lo esperaría en el parque y el le había prometido que él iría allá pasará lo que pasará, el jamás rompe una promesa, se repetía una y otra vez hasta que llegó al parque donde todas las tardes ella y Baji jugaban hasta el anochecer.
—¡Kei, por favor!—Su voz era entrecortada y le costaba hablar, al correr se había agitado demasiado.—¡Tienes que volver!
—Te notas agitada.—una voz la hizo salir de sus pensamientos y al levantar la cabeza un niño rubio y con un rostro despreocupado la miraba.— ¿Estás bien?— Preguntó y ella asintió limpiándose rápidamente las lágrimas.— Por cierto, me llamo Manjiro.—
Akari se aclaró la voz.— Me llamó Akari, Hayashi Akari. Mucho gusto, Manjiro.—
—¿Quién es Kei?—preguntó Manjiro y ella volvió a recordar todo lo que había pasado momentos antes.—
—Es mi mejor amigo, unos tipos mayores querían hacerme daño pero el los detuvo. ¡Manjiro, ayúdame, si peleamos los tres juntos, ganaremos!—respondió desesperada y el rubio sonrió.
—No hace falta, mira.—señaló detrás de la niña y ella volteó rápidamente.—Ese es Kei, ¿no?
La pequeña no respondió, ahora lo único que le importaba era su mejor amigo, así que con todas sus fuerzas corrió hacía el y tuvo suerte de llegar a tiempo ya que Baji se desplomó en el hombro de su amiga, el aspecto de el era algo fuerte, su labio inferior sangraba, su rostro tenía raspones por los golpes y sus nudillos tenían sangre y estaban demasiado rojos.
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𝑮𝒐𝒍𝒅𝒆𝒏 𝒉𝒐𝒖𝒓 | 𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆
FanfictionEn ese instante eran solo un pequeño atardecer, el era el suave rojo que tiñe el cielo azul y ella era la luz cálida que ilumina cada rincón de ese rojo. 📌 HISTORIA COMPLETADA. 📌Esta historia puede contener lenguaje explícito. 📌Puede contener spo...