El secreto del asteroide

Capitulo 1

Spencer se aferró con fuerza a la saliente de la nave.
Había estado a punto de ser arrastrado por la atmósfera del planeta Zaour a pesar de los potentes cohetes propulsores que llevaba adosados a su traje espacial.
-Eso ha estado cerca- dijo echando un vistazo al oscuro planeta que tenía ante sus ojos.
Una vez que logró estabilizarse volvió a sus labores limpiando el casco de la nave.
Bannion se acercó para saber como estaba.
-La fuerza de gravedad de este maldito planeta es más fuerte en este punto- se excusó Spencer
-Te advertí que debías cambiar tus propulsores.
-Lo sé, pero aun creo que sirven.
-Ahora te queda claro que no. Termina de limpiar este sector y ten cuidado, si eres arrastrado por la gravedad de este maldito planeta nadie irá por ti.
Bannion se alejó y Spencer lo maldijo en secreto. Ambos se odiaban a pesar de ser vecinos y de trabajar en lo mismo, aunque Bannion había sido ascendido a supervisor y él no.
La tarea de limpiar el casco de la nave se prolongó por casi una hora más .
Junto a Spencer  había alrededor de cincuenta personas encargados de dejar limpio el exterior de la nave. Era un trabajo peligroso pues a veces la fuerza de gravedad de los planetas podía arrastrarlos o algún parásito espacial podía adherirse a sus trajes.
Ser limpiador no era un trabajo bien pagado, la gente apenas recibía una o dos monedas de plata a cambio.
La mayoría eran solo escoria; gente que pagaba condenas por crímenes al interior de la nave o aquellos que no encajaban en ningún otro trabajo. Ese era el caso de Spencer , sus dos hermanos mayores eran pilotos al igual que su padre y él no calificó por sus ridículamente bajas calificaciones .
Se sentía la vergüenza de la familia, por eso se fue a vivir solo al barrio de O'Shadde en un estrecho y humilde cubículo donde no lo molestaba nadie.

Se escuchó la sirena que indicaba el fin del trabajo. El tiempo que tenían para limpiar la nave había expirado. No podían excederse pues corrían el riesgo de ser interceptados por alguna nave de los Kaazar , los temibles asesinos del espacio.
Los limpiadores ingresaron a la nave luego de que sus trajes fueran desinfectado.
Tim Haveland esperaba a Spencer
-¿Qué tal ha ido todo hoy?- le preguntó
-Los malditos propulsores fallaron.
-Bannion te lo dijo, debes cambiarlos.
Tim había sido un asesino muy buscado en más de siete galaxias y fue condenado a muerte por el rey de Urggan, pero fue eximido de sus culpas al salvar a la hija de este último. Su condena se remitió solo a ser un limpiador de la nave terrícola London por el resto de sus días. No podría escapar aunque quisiera pues en sus pies lleva un grillete que detona si se aleja de la nave.
Tim y Spencer son vecinos en el barrio de O'Shadde, una de los tantos sectores de aquella enorme nave.
Tardan largos minutos en llegar al barrio, lleno de cubículos un tanto incómodos, estrechos y maloliente. No tienen comparación con los de la zona de clase A, donde están los nobles de la nave, el comandante, sus oficiales  y personas con mucho dinero. Estos viven en grandes casas con paredes de cristal y lujos ilimitados y miran como escoria a la gente de clase más baja.

A pesar de que el lugar es estrecho a Spencer le agrada.
Antes de dormir mira unos hologramas de Dafne la actriz porno que le encanta. Una mujer que existe en algún lugar del universo y cuya imagen ha sido capturada en aquellos hologramas para el deleite de la clase baja.
La cena de Spencer ha sido precaria, es que para los limpiadores no hay grandes lujos y solo les reparten un pan a la semana y algunas latas de comida enlatada

Al otro día la rutina es la misma, pues no hay descanso para los limpiadores, aunque esta vez tendrán que trabajar con la nave en movimiento.
-Usa propulsores nuevos, Spencer- le dice Bannion
Spencer se ve obligado a cambiar de propulsores.

Parecía un día común y corriente hasta que se escuchó la alerta:
-Todos los limpiadores deben volver a la nave- ordenó Bannion
Tim iba a descolgarse hasta la entrada más próxima cuando vio que un pequeño objeto se acercaba volando hacia el.
Frunció el ceño y vio que se trataba de un papel enrollado, un pergamino que flotaba libremente por el espacio.
Estiró su mano y lo tomó con mucho cuidado.
Lo guardó bien entre sus ropas para que nadie se diera cuenta.
-¿Qué pasó, Bannion?- le preguntaron-¿ ¿Por qué nos hiciste entrar?
-Los Kaazar han atacado una nave y los restos vuelan en nuestra dirección.
Spencer acarició el pergamino que guardaba en su bolsillo. ¿Qué contenía?