~CAPITULO 19~

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Hoy quedé con Sabrina para ir a tomar un café.

Me cambio y me coloco un pantalón de vestir gris con un top y un tapado en forma de saco arriba, tomo mi mochila y bajo. Como siempre sola porque Samuel está en una junta y no me necesitó, me dejó el día libre. Tomo las llaves, salgo y cierro.

Espero a Sabrina en la cafetería mientras tanto ojeo las redes para matar el tiempo y una voz me hace alzar la vista.

— Justo estaba por llamarte e invitarte un café pero el destino me ganó—dice Marcus con Anna en sus brazos, soltando una risa.

— Ey, hola, ¿cómo estas?— Le doy una sonrisa—. ¡Hola bella!

— Hola—murmura Anna con una sonrisita.

— Estamos bien—exclama Marcus mirando a su sobrina—. ¿Y tú que haces sola? ¿Me enteré que te casaste con Samuel Jonhson?

— Estoy esperando a mi mejor amiga y sí me casé con él.— No digo más, no quiero hablar de Samuel con él.

— Felicidades... Me tengo que ir, luego nos vemos acuérdate que te debo un café.

— Sí, me acuerdo todavía, espero que cumplas. Que te vaya bien—le digo saludandole con la mano.

— Por supuesto, yo siempre cumplo. Adiós.

Cinco minutos más tarde aparece Sabrina como si hubiera corrido una maratón.

— Lo siento por el retraso, tuve algunos problemitas.

— No pasa nada. ¿Pedimos lo mismo de siempre?

Ella asiente ordenamos y entramos en una plática amena. Y luego le cuento lo que pasa con Samuel.

—¿Así de mal van las cosas?

— Sí, así de mal. Ese momento tuve mucho miedo desde hace mucho ya no se lo tenía. Pero cuando explota es para temer. Y lo peor es que los dos somos tan orgullosos que no podemos solucionar esto, pero cuando yo lo he intentado de alguna u otra manera no me deja.

— Mira, te hablaré sin pelos en la lengua, si siguen así terminarán con hechos que luego se arrepentirán y se lamentarán cuando sea tarde. Amiga ya es hora de poner un alto, o arreglan las cosas para seguir como antes o ya cortan el show porque se están lastimando ambos. Y siendo sincera en casa y lo familiares de él están comenzando a sospechar.

La miro con los ojos bien abiertos y respirando con pesadez.

—¿Cómo sospechar?

— Claro, ¿hace cuánto se casaron?

— Y... más o menos— Y ahora recordando mejor ya va hacer casi un mes y medio—, casi un mes y medio— digo con confusión, sin entender a que punto quiere llegar.

— Bien, y no parece extraño que luego que se casarán sólo unos días parecía que iba todo bien y de repente se alejan, no van a las reuniones familiares, casi no hablan con nosotros—expresa haciendo un ademán con las manos.

—¡Claro! Como si lo hubiéramos hecho por obligación y ahora no queramos verlos para que no sospechen— Ahora me doy cuenta que esto no da para más...

— Ey, te estoy hablando. ¿En qué piensas?—pregunta curiosa.

— Lo siento. Pienso... sólo... si Samuel no toma una decisión lo haré yo.

— Así se habla, cariño—sentencia con una sonrisa.

—¿Y tú qué quieres decirme?— Ella me mira haciéndose la tonta—¡No te hagas! ¿Qué quieres contarme?

— Ahm... eh... verás...—balbucea nerviosa.

—¡Ya! Habla de una buena vez— Exijo queriendo saber, mientras la miro fijo.

—¡Ethan me pidió ser su novia!— Suelta.

—¿Qué? ¿No es broma?

— No amiga para nada. Luego que ustedes se casarán, nos encontramos en el súper y bueno comenzamos con unas simples salidas, ya sabes tomar un café, pasear, salimos a un bar tomamos algo y bueno todo lo que consiste eso. Nos comenzamos ha vernos más y aparecieron sentimientos de por medio y ayer me pidió oficialmente ser su novia—recita con una mirada embobada.

—¡Aww! Que lindo... ¡Te felicito mi vida! No sabes cuanto me alegro. Al menos una de las dos tiene suerte en el amor—exclamo arrugando la nariz y las cejas alzadas.

— Gracias. Pero tengo miedo, ¿y si pasa lo mismo?—pregunta con incertidumbre.

— Oye, no princesa. Ethan no es igual al bastardo ese, él es diferente tú sólo déjate llevar y dejen fluir todo, tal vez le cuentas tu pasado y te ayuda con tus miedos— Me mira con cara aterrorizada— y si hace eso le romperé sus canicas, y le cortaré su pichula dejándolo sin descendencia.

Sabrina suelta una sonora carcajada y yo la imito.

— Luego me dices a mí que te hago pasar vergüenza—comenta mirando a nuestro alrededor.

— No te quejes tú eres mi mala influencia— Admito riendo—. Ok, es hora de volver. ¿Nos vemos luego?

— Claro, cariño. Me llamas y piensa en lo que te dije— Me recuerda poniéndose de pie y nos abrazamos—.Te amo, no dudes en llamarme cualquier cosa, ¿vale?

— Vale. Dile a mamá que estoy bien, que pronto iré a verla y por favor convéncela que todo está bien que pronto estaré por allí.

— Bien.

___☆☆☆___

Llego al edificio y subo al Penthouse, introduzco la llave en la cerradura y me adentro, un silencio es todo lo que recibo. Subo a mi habitación y me doy una ducha.

Me encaminó a la cocina, preparó unos spaghetti, ceno sola como siempre, lavo lo usado y me encaminó al baño y cepillo mis dientes.

Me acomodo en la cama y me dispongo a ver una película.

___☆☆☆___

Me despierto por unos murmullos y quejidos que provienen de la sala.

Me levanto, coloco mi albornoz de seda y salgo de la habitación sin hacer el mayor ruido posible, llegando a las escaleras esos quejidos suenan más ¿gemidos?

¿Qué?

Que no sea lo que estoy pensando

Voy a mitad de las escaleras cuando veo la luz prendida de la sala, asomó la cabeza y veo a Samuel follando con una pelinegra, él está sentado y ella encima de él.

¡Puaj! Mierda me traume. Pero que maldito al menos no podían hacerlo en su habitación.

¡Estupido!

Me doy vuelta y subo, cierro mi habitación con seguro y me acuesto tratando de dormir, en minutos los párpados me pesan y se cierran con felicidad.

___☆☆☆___

Holisss..... Espero que realmente les guste, estoy dando lo mejor de , y trato de subir permanente. Se viene algo intenso entre ellos.
Besos, por favor comenten, necesito saber si les gusta.

Contrato de la Felicidad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora