"Signy X Audwin" ~OneShots~

~Fiebre pt.1~

¿Cuál era una de las razones porqué se casó con Audwin? Exactamente, ser libre en el bosque.

Habían más por supuesto.

Signy amaba las caminatas, especialmente pasado el atardecer y en horas nocturnas. Esta vez iba sola, amaba a su esposo, pero también el tiempo para sí misma.

Decidió ir unos cuantos kilómetros detrás de su hogar. Caminando con tranquilidad bajo la oscuridad, vislumbró unas cuantas luciérnagas posándose en los estéticos nenúfares de un lago, formando la brillante figura de un corazón.

Asombrada ante tal habilidad, le surgió una idea ; pero antes debía comprar algo.

                           •••••••••••••••••

Por la mañana, al estar desayunando en la mesa, Signy no podía evitar sonreír con complicidad en sus adentros.
— ¿Qué tienes? Creí que ya te habías acostumbrado a mi belleza. -coqueto.-

El rubor se hizo presente en sus mejillas.
— N-no. Solo te llevaré a una sorpresa, pero debes ponerte traje de baño.
Enarcó una ceja.
— ¡B-bajaré por ti en 10 minutos! -más roja.-

                            •••••••••••••••••

Lo guiaba por el camino de anoche. Él llevaba un enterizo de cuello alto negro con gris. Ella un bikini magenta, lo suficientemente recatado.

— ¿Qué haces, princesa? -echó una pequeña risa.-
— ¿Qué es una sorpresa sin antes un poco de emoción? -tapándole los ojos.-
— ¡Oye no te robes mis frases! -refunfuñó, haciéndola reír.-
— Ya llegamos. -destapando su visión, dejándolo estupefacto.-

Audwin admiraba con desconcierto la belleza de aquel lago cristalino, "sin saber" que sería atacado.

Mientras él seguía admirando el paisaje, Signy se aproximaba a su espalda, para empujarlo maliciosamente.

Cuando estaba a punto de lograrlo, se llevó la sorpresa de que Audwin giró, empujándola a ella con una sonrisa de victoria; para luego meterse él igual.

—Ey! -decía, toda estilada, no queriendo aceptar su derrota, como berrinche de una pequeña niña.-
— Ja, ja. Perdóname corazón, pero tus intenciones eran muy obvias. -carcajeándose.-

No pasó mucho para sentir la fresca agua en su cara, salpicada por su esposa en forma de revancha.
— ¿Con que esas tenemos, eh? -adentrándose a la batalla.-

                           •••••••••••••••••••

Audwin iba ganando el juego, así que tuvo que lanzar demasiada agua hacia su rostro, y así tener unos momentos para esconderse.

— Signy, ¿dónde estás? -perdiéndola de vista.-

Fue detrás de una roca y aguantando la respiración bajo el agua, sacó el artefacto que compró ayer, una pistola de agua.

Nadó hasta su marido, esperando no dar rastro de ondas. Emergiendo del agua y sorpresivamente para ambos, al fin lo tumbó, cayendo encima suyo.

— Parece que alguien está en desventaja. -mostrando orgullosamente su juguete.-
— No lo creo. -mirándola desafiante, creando otra igual con su magia y disparando primero; empezando otra guerra más.

                            ••••••••••••••••••

Prácticamente, su mañana se basó en risas y luchas, terminando exhaustos.

Con el fin de recuperar su energía para regresar a casa, se sentaron a la orilla. Audwin veía en trance el rostro sonriente de su amada brillar por el sol. Desviando su mirar, sujetó la flor de un nenúfar cercano. Se acercó a ella y levantando unos cuantos mechones de su castaño cabello, acomodó aquel bello adorno.

— Una flor hermosa, natural, colorida, única, y suave. Oh, y solo una planta en su cabellera. -habló tiernamente.-

Sonrojada, pero con una llama de calidez en su sentir, posó su cabeza encima de su hombro, haciendo que él acomode la suya sobre la de ella.

                           •••••••••••••••••••

— Audwin abrígate por favor. - reclamándole antes de ducharse.
— Tranquila, está haciendo sol, nada me pasará. -con su pelo y torso mojados.

                             ••••••••••••••••

Signy, saliendo de su relajante baño, entró en su cuarto para ponerse ropa, mas su instinto femenino se agudizó.

Vistiéndose rápidamente, abrió la puerta del dormitorio de su esposo, viéndolo bajo las cobijas, transpirando.

Parece que tendrá que ejercer la profesión de enfermera por un tiempo.

                           •••••••••••••••

— Veo la luz. -exageraba, mientras ella ponía toallas húmedas sobre su frente.
— No te preocupes, te cuidaré. -regalándole una mirada tranquila, para después salir por la puerta hacia la cocina. —Te traeré un té caliente, ya vuelvo. -cerrándola.-

Audwin se dispuso a esperar. Sabía perfectamente que un hechizo podría sanarlo por completo, como las veces que lo había hecho antes de casarse. Sin embargo, deseaba saber que se sentía ser cuidado; y más por su persona especial.

Wiiii🤣💖espero te haya gustado como siempre nwn <3!~ Lamente haberme demorado en actualizar, pero su patrona acaba de regresar a clases😭 pero eso no me detendrá de darles amor❤️❤️ >:3✨

Y como siempre, recuerda que eres amad@ por papá Dios💖✨ oka?

Te amooo❤️❤️❤️