A través del tiempo

Lazos

El primer jueves del mes iniciaba cómo era habitual para Joey y Seto, cada uno tenía una rutina muy bien establecida y más con los pequeños Alexis y Atticus a quienes les debían la correspondiente atención antes de llevarlos a la guardería que los cuidaba hasta mediodía. El ojiazul despertó a su amado con un casto beso en los labios que fue levemente correspondido, ya que el rubio tenía el sueño bastante pesado y le costaba despertarse a "horario".

** Cachorro, tus cachorritos están esperando su biberón - bromeó Kaiba tomando una toalla para poder darse una ducha antes de salir a KC - No demores o tendrás que lidiar con los chilles que dan.

El castaño tenía razón, durante nueve meses los pequeños habían adquirido una rutina alimentaria que, si no recibian su biberón entre las 7:00 y las 7:30AM llorarian de hambre. La primera vez que eso sucedió, los dos entraron en crisis y hasta Joey tuvo que recurrir a consejos de paternidad por parte de sus colegas en el hospital: ser padres primerizos y de gemelos no era tarea nada facil.

- Ya voy... sólo dame mis últimos dos minutos de sueño - dijo el rubio dándose vuelta para quedar boca abajo y cubriendo su cabeza con la almohada.

** En dos minutos los niños comenzarán a llorar, no quiero que Moki se enoje porque sus sobrinos lo despertaron.

Joey accedió, si bien Mokuba tenía clases más tarde, solía despertarse temprano para alistar sus cosas antes de la universidad y no quería que la jornada de su cuñado comenzara mal. De camino, tomó una bata y siguió rumbo hasta la habitación de los gemelos. Cargó a cada uno hasta el coche doble de bebé y con cuidado, bajó por la rampa que pusieron al lado de la escalera.

Los dos pequeños comenzaban a despertar en el momento que llegaron a la cocina. Atticus fue el primero el abrir los ojos y en querer hacer el intento de llorar, pero sus manitos pequeñas tomaron el biberón y ese llanto asomando se esfumó; por otro lado, Alexis miraba a su papá y luego a su hermano. La pequeña rubia no se inmutó por el biberón hasta que Joey lo puso con cuidado en sus manos para que la niña pueda alimentarse.

- Bien, los dos ya están con su desayuno. Es mi turno - murmuró para sí buscando de la heladera un poco de yogurt y de una alacena un tazón, cereales y frutos secos. Le gustaba esa combinación un poco rara para los demás, ya que aportaba todo lo que necesitaba para comenzar el día con energías. Se tomó el tiempo para servirse cada una de las cosas que había elegido para desayunar y cuando el tazón estuvo lleno, se dispuso a comer a su ritmo...el cual era más apurado que lo normal.

A la cocina se le sumó Mokuba, quien con un movimiento de manos se dirigió hacia Joey mientras caminaba hasta sus pequeños sobrinos. Los miró con una sonrisa antes de voltear a ver a su cuñado.

>> Cada vez se parecen más a ustedes. Atticus tiene tus facciones y Alexis, sin dudas, sacó las expresiones de Seto - comentó el azabache dándole un beso en la frente a los bebés, hasta que Atticus comenzó a llorar - Jou...creo que hay que cambiar su pañal.

- ¿No lo puedes hacer tú? Digo, eres su tío...

>> Y tú eres el padre - Mokuba se encogió de hombros mostrando una sonrisa de triunfo mientras tomaba una manzana y salía de la cocina, dejando a un rubio Joey un poco "molesto" - ¡Podrás hacerlo!

Mientras uno de los padres de los gemelos acababa de desayunar, el otro llegaba con su típico tapado blanco colgado en el hombro. Su colonia invadió toda la cocina, sin dejar de lado las narices de los bebés y de su esposo allí presentes.

** ¿Y esa cara? ¿Alguno de los niños rechazó el biberón? - preguntó Seto arqueando una ceja mirando en dirección al coche de los niños, quienes tenían la mamadera entre las manos - Parece que no...