Capítulo 21

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Sangre llama sangre

Un par de horas habían transcurrido desde que Seokjin se encerró en aquella habitación, Namjoon intentó entrar, pero descubrió que no podía usar sus poderes gracias al hechizo que los mantenía ahi encerrados, por lo cual debía actuar como mortal.

Una buena idea cruzó por la mente del demonio, quien había intentado de todo para que el vampiro que tanto le gustaba, saliera de aquel encierro.

Seokjin se hallaba recostado en la cama mirando hacia el techo, su mente no había dejado de pensar en aquel atractivo demonio, no entendía porque le atraía tanto, jamás en su larga vida se había sentido así por alguien, llegó a creer que la atracción tan fuerte era a causa de que este chico no era de su misma especie, y por eso mismo, lo prohibido le llamaba más la atención y le hacía querer aferrarse a un imposible. Aunque nunca imaginó realmente lo que estaba ocurriendo, aquel hilo del destino que los ataba desde antes de la fecha de sus nacimientos, miles de años atrás estaba por hacer su función.

Un dulce olor lo sacó de sus pensamientos, provocando que se levantara inconscientemente, sintiéndose realmente atraído a ese fino aroma, lo reconocía, sangre humana. Su boca se hizo agua con solo recordar aquel delicioso sabor que llevaba años sin degustar, todo gracias a las estrictas reglas de su padre.

Sin pensar en nada más que aquel líquido, se dirigió a la puerta de su alcoba abriendo esta para salir, caminó siguiendo aquel rastro de aroma, sus ojos se dilataron inmediatamente y sus bellos colmillos hicieron aparición, haciéndolo lucir en su forma vampira, su piel palideció aun más y sus bellos ojos zafiro brillaron en demasía, sus instintos comenzaban a aparecer.

Al llegar al comedor, de donde aquel olor provenía, visualizó un cáliz de plata fina con bordados de oro blanco, inmediatamente se aproximó a este y lo tomó con ambas manos, observando el liquido carmesí espeso dentro de él. Estuvo a punto de darle un trago, cuando alguien le arrebató aquel cáliz.

Rápidamente Jin volteó a ver al de la mala broma sintiendo el odio comenzar a llenar su cuerpo, se cruzó con la mirada de Namjoon, quien soló rio y se puso a correr en dirección a la que era su habitación. Por su lado, el molesto vampiro lo persiguió, sin poder usar su rápida velocidad para alcanzarlo, puesto a que el hechizo de la cabaña lo impedía.

- Dame eso Asmodeo, o créeme que pagarás. - Gritó molesto el vampiro siguiéndole el paso al demonio.

- Para eso tendrás que alcanzarme. - Dicho esto se metió a su habitación escondiéndose tras la puerta abierta.

Seokjin entró y miró a todos lados, buscando al demonio, pero un fuerte sonido tras él lo hizo sobresaltarse y voltear inmediatamente.

Nam había cerrado la puerta con seguro, dejando a ambos dentro, el vampiro corrió a el y lo hizo estrellarse contra la puerta, su pálida mano tomaba violentamente su playera y su fuerte e intimidante mirada estaba clavada en esos bellos ojos rojos.

- Dámelo. - Espetó molesto al percatarse de que el cáliz no estaba en las manos del demonio.

- Lo dejé afuera... pero ¿Quisieras probar algo mejor? - Preguntó con una sonrisa en su rostro

- No hay nada mejor que la sangre humana, ¡quiero el cáliz ya! - Gritó esto ultimo acercándose cada vez más al rostro adverso, sintiendo así sus respiraciones mezclarse.

Namjoon sin decir nada, sacó un cuchillo de cocina pequeño que había guardado en su pantalón, Jin miró este objeto y se alejó un poco temiendo por lo que este demonio podría hacer.

- Probarás algo mejor que la sangre humana. - Murmuró aquel príncipe infernal mientras dirigía la punta hacía su propia muñeca, hizo presión y rasgó su piel, sintiendo el ardor y dolor apoderarse de él, pero al ser demonio amaba este sentir.

En cuanto la primera gota de sangre se resbaló por aquella apiñonada piel, el olor se desprendió y fue a dar directo a las fosas nasales del vampiro, quien abrió sus ojos con sorpresa al percatarse que ese olor era mil veces mejor que el de la sangre humana. Se quedó quieto pensando en si era correcto tomar su brazo y beber de él, pero antes de que tomara una decisión, Asmodeo ya lo había acorralado contra la cama, provocando que el vampiro cayese sentado en el borde.

- ¿Quieres? - Preguntó sonriente mirando con deseo a aquel joven, quien simplemente asintió con la cabeza sin dejar de observar aquella herida sangrante. - Tómala, es toda tuya. - Murmuró aproximando su propio brazo herido hacia el menor, quien, luego de mirar el rostro adverso, tomó su brazo con ambas manos y se deleitó con el aroma, simplemente aquel dulce olor lo hacia extasiarse.

Cerró sus ojos y sacó su lengua dando una suave lamida en la herida mandándole un ardor placentero a aquel demonio, por su lado, sus papilas gustativas se deleitaron con un sabor nunca antes probado, sentía su cuerpo delirar y su mente explotar, era algo tan delicioso que simplemente con una gota inundando su ser, lo hacían querer desmayarse del placer.

- Esto... eres delicioso. - Susurró aquel embobado vampiro llevando ahora la mirada al rostro del demonio quien pudo observar por primera vez esa mirada cargada de deseo. - Ese elixir dentro de ti será solo mío. - La comisura de sus labios se expandieron en una sonrisa, que con tan solo observarla daba a entender todo lo que quería en ese momento.

Las manos del vampiro viajaron hacia más arriba de aquel brazo y jaló con fuerza hacia un lado, provocando que Asmodeo cayera acostado en la cama y por consiguiente Jin quedó sobre el, colocando sus piernas abiertas a los costados de su cuerpo.

- ¿Tan ansioso estás querido? - Murmuró Nam sintiendo como su plan había funcionado, llevó sus manos hacia la cintura del menor quien, sin haberlo hecho apropósito, se encontraba sentado sobre el miembro adverso, el cual cosquillaba anunciando que pronto comenzaría a erectarse.

- Si desde antes me hubieras dado de tu sangre, me tendrías ahora mismo debajo de tu cuerpo, pero lo hiciste hasta ahora y el poder lo tengo yo. - Rio de una manera algo espeluznante, provocando que Nam se sintiera cada vez más ansioso por hacer a ese vampiro suyo.

El vampiro se inclinó sobre el cuerpo del mayor, pasando sus delgadas y pálidas manos por todo el pecho adverso, sintiendo lo bien trabajado que este estaba, su sonrisa se ladeó y su mirada se dirigió al limpio cuello del demonio, soltó un suave jadeo a la vez que su nariz se encontraba olfateando lentamente su piel. Nam estiró su cuello permitiéndole acceso total y sus grandes manos viajaron hasta el trasero del chico quien en ningún momento se quejó.

Los colmillos del vampiro salieron a la luz y acariciaron un poco la piel adversa, mandando un escalofrío al demonio cuando sintió lo helados y filosos que estos eran, y sin más, estos terminaron clavándose en su piel sacándole un grabe gruñido, este fue el detonante para que ambos se extasiaran.

Seres mitológicos || Namjin +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora