La Familia Hyūga ⚠️

Aclaración: Historia Original, personajes propiedad de Masashi Kishimoto.

Advertencia: Lemon (Mayor de 18), diferencia de edad, lenguaje soez.

Personajes con OoC.

La Familia Hyūga ⚠️

Fruncí el ceño mientras observaba mí maleta casi terminada.

Saqué el pantalón desteñido y lo arrojé por la habitación y me sumergí en mis cajones revueltos. Cuando pude encontrar un vaquero no tan viejo me volví a la maleta y lo doble como pude. Apreté la ropa, y todo lo que había puesto en la maleta, con el pobre intento de cerrarla. La maleta me dió una muy buena pelea, que tuve que abandonar cuando el timbre del departamento sonó.

—Esto no ha terminado— le avisé mientras la señalaba con mí dedo índice.

Me moví rápido por el departamento, Ino ya se había ido el día anterior a la casa de sus padres con una rápida visita y yo me iría ese día de vacaciones con mí novia y Sasuke. Sabía que Hinata sería la que estaba del otro lado y estaba emocionado por verla. Una vez que habían empezado los exámenes, no nos habíamos visto mucho, ella insistiendo que debía concentrarme en ellos y no entra cosa.

Y lo logré.

Aprobé todos los exámenes, algunos a penas raspando, pero estaban aprobadas y olvidadas por unas semanas.

Aún era temprano y sabía porque venía, mí delicia me extrañaba tanto como yo a ella.

Una vez que abrí la puerta y ví sus ojos dulces, la tomé del brazo y la metí en el departamento. Tal vez fui un poco brusco, pero la pegué a la puerta, apretando su trasero con ambas manos y subiéndola, para que quedáramos a la misma altura. Mí boca atacó la suya sin una palabra de por medio, ella clavando sus uñas en mis hombros y rodeando mí cadera con sus piernas, me beso desesperadamente, igual que yo.

Gemí con su sabor, nunca podía cansarme de ella, igual que mí polla que se alzó dura y ansiosa por volver a sentir su calor. Hinata jadeó cuando apreté mí miembro contra su coño sólo cubierto por su braga, su falda se había amontonado en su estómago. Sólo se necesitaron unos rápidos y, algo complicados, movimientos para que mí miembro quedará desnudo, igual que su vagina, y sumergirme en ese sabroso calor apretado.

—¡Naruto!— jadeó en mí boca mientras mis caderas comenzaron a moverse rápidamente contra ella, logrando que su culo golpeara contra la madera.

—Si, delicia. Que rico coño— gruñí mientras me perdía en los embistes fuertes y duros.

Hinata mordió mí boca, tan fuerte que sentí el pinchazo de sus dientes y el gusto cobre de la sangre. Gemí de dolor, pero estaba demasiado excitado para detenerme. Ella tiró la cabeza hacia atrás, estaba seguro que también supo que me había cordado con sus dientes, pero ahora estaba tan pérdida y necesitada como yo. Me detuve, con su queja, y caminé sin salir de ella hasta el comedor. Mordí su cuello mientras la depositaba sobre la mesa y la tendía sobre la madera fría y dura. Moví mis manos para poner sus piernas arriba, sus pies cerca de mí cara y comencé a moverme de nuevo. Mí torso se alejó mientras ella me clavaba las uñas en los huesos de mí cadera.

Siseé al ver cómo sus tetas se movían bajo su vestido apretado, podía ver atrás de la tela sus pezones duros. Mí cara se contorsionó cuando vi su rostro sonrojado y perdido en el placer que le estaba dando con mí polla. Mis manos acariciaron sus piernas suaves, mientras los gemidos llenaban la habitación. Mí chandal terminó en mis tobillos con mis movimientos, moví una de mis manos para terminar de bajar el molesto boxer hasta que cayó junto a mí pantalón, al final de mis piernas.

Gruñí cuando Hinata me apretó particularmente fuerte con su funda aterciopelada.

— Quiero ver esas tetas, muéstrame tus tetas amor— le rogué bajando el ritmo de mis embistes— Oh, si delicia. Que lindos pechos— gemí cuando ella hizo un simple movimiento para bajar su escote sin tiras.

Mis movimientos empezaron a subir de velocidad nuevamente, sólo para ver el rebote de esos globos magníficas. Uno de mis ojos se cerró cuando mis bolas se apretaron, avisándome que estaba muy cerca de correrme. Mí respiración se volvió jadeos duros mientras bajaba mí mano para acariciar su clítoris con movimientos rápidos, acompañando al empuje de mis caderas.

—¡Ah, si! ¡Naruto!— gritó tirando su cabeza hacía atrás, sus manos dejando mis caderas para ella misma tocarse los pechos grandes y apretarse los picos rosas que eran sus pezones.

Mordí mis labios, tragando mis gemidos al tener esa hermosa visión de Hinata. Toda sonrojada y perdida en la pasión. Mí boca se abrió en una perfecta O cuando su coño comenzó con sus contracciones, tomándome desprevenido y totalmente caliente. Me vine justo cuando ella estaba subiendo a su orgasmo.

—¡Joder!— maldije sin aliento mientras mis piernas se volvían temblorosas.

Seguí moviéndome aunque me costó, mí dedo en su clítoris no se detuvo, y mientras chorros de espeso esperma la llenaban, Hinata llegó a su clímax.

—¡Me corro! ¡Naruto!

—M-mierda—, gemí bajando sus piernas y acercando mí torso al suyo. Sentí todos sus temblores como si fueran míos y cerré los ojos fuertemente mientras ella apretaba mí polla súper sensible que comenzaba a relajarse dentro de ella.

Cuando los abrí, ella seguía con unas pocas réplicas, jadeando ambos, no pude evitar besarla de nuevo. Esta vez lento y suave,por fin tomándome el tiempo para sentirla apropiadamente. Hinata me beso de la misma forma, y me quejé cuando chupó mí labio maltratado.

Hinata llevó sus manos a mis mejillas e hizo que nos separemos.

—¿Te lastime mucho bebé?— preguntó preocupada mientras revisaba mí labio.

Yo sonreí aunque sentí un pequeño escozor, si para volver a tenerla, tenía que lastimarme la boca lo haría mil veces más.

—No es nada, amor. Te extrañe mucho— murmuré mirando sus ojos, totalmente embelesado.

Hinata sonrió, acarició mí pelo y mí oreja, no pude evitar el pequeño escalofrío con sus dedos fríos haciendo contacto con mi piel sobre calentada.

—Y yo a ti, bebé—, una de sus piernas subió por la parte trasera de la mía, aún estaba profundamente sumergido en su coño, mí polla feliz de estar en casa, al fin—. ¿Tienes todo listo para las mini vacaciones?— la sonrisa sólo creció en su rostro.

—Mmhmm— murmuré una afirmación mientras volvía a besarla lentamente.

En un principio, no estábamos seguros de que debía ir a las vacaciones familiares. Habíamos hablado con Sasuke, y a él no le importó, mientras pudiera llevar a Sakura. Hinata no dudó en permitirlo. Y aunque estaba algo asustado, después de todo iba a conocer a mis suegros y cuñados, era una presión que podía aguantar.

¿Qué podría pasar en dos semanas?

Continuará...

¿Están listos para otra lectura caliente? XD

Mañana empezaré con los capítulos 😘