En marzo la primavera llegó. Los cerezos florecieron trayendo consigo un hermoso paisaje y malas noticias a la familia Itōru.
Luego de una semana llendo frecuentemente al hospital, se dió el veredicto.
– Lo siento, no hay mucho más que podamos hacer– Escuché la plática que tenía el doctor con mi madre.
Ella con los ojos vidriosos me volteo a ver, intentando sonreír. Se veía destrozada.
El abuelo había sufrido un infarto. Y si bien, habían logrado estabilizarlo, no le daban más de 24 horas.
Un hueco se instalo en mi pecho al sentir los brazos de mi progenitora abrazándome. Se aferraba mi buscando consuelo.
– Deberías descansar un poco– Susurré acariciando su cabello– No has comido, ni dormido nada.
– Estoy bien, cariño– Líneas negras se marcaban bajo sus ojos– ¿Entraras a verlo?
Asentí brevemente, sabía que tarde o temprano tendría que observarlo postrado en aquella cama. Sin esperanzas de volverse a levantar.
Me guió hacia la habitación. Reuniendo fuerzas abrí la puerta.
– Que alegría verte, Kenya– Sonrió cansado, las arrugas se marcaban más en su rostro.
– Hola abuelo..– Me senté al lado de su cama, mientras mi madre se quedó en la puerta.
– ¿En qué momento creíste tanto?– Revolvió mis cabellos como cuando era un niño– Parece que fue a ayer dónde corrías detrás de mí, pidiéndome que te leyera "Peter Pan".
– Lo recuerdo, nunca logré escuchar el final porque siempre me quedaba dormido.
Ambos adultos soltaron una suave risa, que terminó convirtiéndose en un suspiro. ¿No se puede regresar a aquellos tiempos?
– Hitomi ¿Saldrías un momento? Me gustaría hablar con Kenya.
Ella en silencio respondió afirmativamente, salió del cuarto cerrando la puerta tras de si.
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You're not alone [TokyoRev]
FanfictionTres... fueron tres balas las que impactaron de golpe contra mi pecho. - ¡¡Kenya!! Mis oídos silbaron fuertemente, el grito de Kazutora se escuchaba algo lejano. Podía sentir como la sangre comenzaba a brotar por mi boca. No...Yo aun.. no puedo.. S...