Las nuevas sombras de Christian Grey (Completa)

Capítulo 62

Christian

Voy manejando de regreso a casa y los dos estamos en silencio. Ale parece ensimismada observando el paisaje, tengo la sensación de que algo la tiene inquieta.

-Señora Grey me gustaría saber en qué esta pensando, qué ideas dan vueltas en esa cabecita.

-Estaba imaginando como será nuestra vida con dos varones más en la casa.

-Yo creo que será muy entretenida, seguro estaremos más ocupados pero te puedo afirmar que ellos van a colmar de alegría nuestros días.

-Pero también me di cuenta de que había pensado nombres para un bebe, luego lo hice para dos con la idea de que fueran una nena y un nene. Lo que me lleva a la conclusión de que debemos buscar nombres para dos varones y hay tantos que no se con cuáles nos vamos a quedar.

-Tranquila preciosa se que entre los dos hallaremos los nombres para nuestros pequeños.

Me parece que Ale necesita distraerse un poco y se me ocurrió algo que estoy seguro le va a gustar.

-Ale quiero llevarte a comer al puerto y ya que estamos dar un pequeño paso en el Grace. El día esta hermoso y nos vendría bien relajarnos un poco.

Al parecer esta pensando que hacer, si acepta o no mi idea. Como siempre me sorprende con su respuesta.

-Tendríamos que avisar que no vamos a comer en casa y a tus padres que iremos más tardes a buscar a los chicos.

-Dalo por hecho amor. Ya me comunico con todos y aviso para que tengan listo el barco cuando terminemos de comer.

Estamos tumbados en la cubierta del barco, disfrutando del calor del Sol y la suave brisa que nos acaricia a ambos. Me gusta rozar su vientre sabiendo que mis hijos están dentro.

-Gracias amor por traerme porque realmente me siento muy bien, muy distendida y tranquila.

-Por suerte logre mi cometido al traerte a este paseo, se que estas tensa porque no falta mucho para que nazcan nuestros bebes y quiero que estes tranquila para que disfrutes de tu embarazo.

Estira la mano para pasar sus dedos por mi mejilla, sus ojos brillan rebosantes de amor, sus labios son una tentación que no puedo evitar cubrirlos con los míos y besarlos.

-No me voy a cansar de decirte que yo soy el agradecido por haberte conocido, ya que al tenerte a mi lado me devolviste la felicidad que pensé no iba a sentir jamás.

Alexandra

Cuando dice estas cosas me descoloca y no se como responder a sus palabras, me nace abrazarlo para sentir que es real toda esta felicidad que estoy viviendo.

-Hola Gail. Christian me pidió que te dijera si podés tener la comida lista en unos treinta minutos.

-Hola Ale. Por supuesto que lo puedo hacer. ¿Cómo te fue con el ultrasonido?

-Muy bien, ya están acomodados para salir y por lo visto no falta mucho para que nazcan.

- ¿Te dijeron cuál es el sexo de los bebes?

-Por suerte esta vez logramos ver que serán dos varones, también nos confirmó que son gemelos.

-Los hombres nos van a superar en esta casa. Lo bueno es que si se parecen a Teddy van a ser muy tranquilos.

-Espero que tengas razón porque van a ser muchos pequeños en la casa y todos me van a necesitar para que los cuide.

-Chiquita no te preocupes que jamás vas a estar sola, siempre vas a contar con mi ayuda para todo lo que necesites.

-Lo se amiga y siempre voy a estar agradecida con vos. Gracias a tu llamado conocí al amor de mi vida y hoy tengo la felicidad que tanto soñé.

-No seas así que me vas a hacer llorar. Mejor me pongo a cocinar si no en esta casa no va a comer nadie.

-Me parece bien y de mientras aprovecho que los chicos están a cargo del padre para darme una ducha rápida.

Me despierta una luz muy brillante que entra por el ventanal de la habitación, como puedo me siento en la cama. Súbitamente de la misma surge la figura de una mujer que se acerca como si flotara lentamente hacia mí. Cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir ella esta sentada en la cama a mi lado. Al mirarla más detenidamente la puedo reconocer por las fotos que he visto en la casa, se que es Anastasia la madre de Teddy y Phoebe.

-Alexandra solo vine a darte las gracias por cuidar y querer tanto a mis hijos como si fueran tuyos, por estar al lado de Christian ayudándolo a seguir adelante con su vida. Por vos él puede cumplir la promesa que me hizo antes de mi partida. Tengo el siguiente mensaje para vos, Alexandra tienes que estar tranquila porque estos pequeños que están por nacer traerán mucha felicidad a sus vidas, que durara por siempre y juntos formarán una gran familia.

De la misma forma que apareció se desvaneció en medio de esa luz. Saber que ella acepta nuestra relación y que mis hijos van a estar bien me da serenidad para afrontar todo lo que el futuro nos depare.

Christian

Se ve tan linda, tan serena durmiendo que me da pena despertarla. La calma se refleja en su rostro cuando aun dormida esboza una gran sonrisa, quizás porque esta soñando con algo muy lindo.

-Preciosa ya es hora de levantarse. ¿Quieres qué te traiga el desayuno a la cama?

-Hola amor. Prefiero levantarme para que desayunemos todos juntos en familia.

-Entonces mejor que te apresures si no quieres quedarte sin comida.

Alexandra

Que sueño loco que tuve, después tengo que contárselo a Christian. Estoy a punto de estallar de lo que engorde, me miro al espejo y parezco un globo aerostático. En el último ultrasonido la doctora me dijo que los bebes pesan unos dos kilos y miden unos cuarenta y cinco centímetros cada uno. Además me comento que ya están en posición y en cualquier momento pueden nacer, así que ya tengo todo listo por si tenemos que salir de urgencia.

-Gail podrías llevar a los chicos al cuarto de juegos que ya terminaron de desayunar.

-Claro Ale. Vamos chicos a jugar.

-Si tía Gail.

Christian

Ale hizo un gesto raro antes de pedirle a Gail que se llevara a los chicos, incluso me parece raro que no vaya ella con los chicos.

- ¿Amor te pasa algo?

Observa que los chicos ya no están para contestarme.

-Si no me orine acabo de romper bolsa porque estoy toda mojada.

-Ya voy a buscar el bolso, le aviso a Taylor que prepare el auto para ir al hospital y le digo a Gail que cuide de los chicos.

Alexandra

Christian salió como un rayo, creo que esta un poquito nervioso, aunque no puedo negar que yo también lo estoy.