(Ele, versión extendida).
Un escritor inicia una relación clandestina con la esposa de su peor enemigo, mientras al mismo tiempo, descubre que siente algo más que una entrañable amistad por su amigo Nicolás.
Lee este drama con toques finos de humor...
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FRIDA
Hace mucho no tenía una noche así ¿O acaso la tuve alguna vez? Juan es un amante egoísta y cruel. Solo concentrado en lo suyo y cuando termina, adiós y hazle como quieras.
Eleodoro en cambio, aunque un poco torpe y casi me clava el candelabro en la espalda, fue apasionado, se entregó por completo y se preocupó por mí antes qué por él.
No creí que eso pudiera ser de este modo. No he tenido experiencias gratas en ese rubro, porque tampoco había estado con nadie además de mi marido. Pero si comparo, es obvio quien es el ganador.
¿Sabrá que lo utilicé? Vaya, no hay que ser un genio tampoco para darse cuenta de mi intención. Fui tan obvia. Ahora me surge la duda ¿Cómo debo tratarlo a partir de ahora cuando lo vea? ¿Debo fingir demencia? ¿Hacer cómo que no lo conozco?
Qué tonta soy, ni siquiera tengo que preocuparme. Juan me mata si me paro allá, entonces, ni siquiera tengo qué pensar en eso, porque no nos volveremos a ver.
No nos volveremos a ver.
Qué triste.
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JUAN
Hoy me detuvo el joto que vive a un lado y se me hizo raro. Cómo que me quería decir algo pero se arrepintió. O se le olvidó. Pero para mí mejor que ni me hable, qué asco.
Llegué a las cuatro de la mañana y Frida no me dijo nada, no me la hizo de pedo. Qué raro. Tal vez ya se resignó a qué aquí no es más que una criada con título. Algo trae, porque no deja de suspirar.
—¿Y tú qué? ¿Te estás desinflando o qué? —le dije bromeando y no me contestó—. Pues deberías, porque estás bien marrana. Métete a un gimnasio y deja de tragar tanto.
—Un día de estos —dijo y se fue.
¿Qué? ¿Eso fue todo? ¿No va a llorar o algo? La seguí, pero estaba arrullando al chamaco y mejor me fui.
Ya sé qué es mío, ya me dieron los resultados, pero no puedo sentir nada por ese escuincle. Tal vez si fuera de Davina y mío... Igual hasta estaría bonito. Pero Davina no quiere arruinarse el cuerpo teniendo chamacos. Y hace bien, porque luego se ponen todas aguadas, todas panzonas, asquerosas, con las tetas caídas.
