Amber.
Al día siguiente me despertó el sonido del timbre de la casa. Cuando miré la hora, vi que era la hora justa de levantarme para el instituto, así que nada más despertarme, me puse el uniforme a excepción de la corbata y, después de arreglarme un poco el pelo, bajé las escaleras con la mochila el instituto colgada en un hombro y me paré al escuchar las dos voces que estaban manteniendo una conversación no muy amistosa en la puerta.
Bryce y Ethen. ¿Qué hacía aquí Bryce y por qué tenía que haberle abierto la puerta de toda la gente de esta casa precisamente Ethen? Tomé aire y fui hacia la puerta preparada para interrumpir su casi discusión. Al llegar, carraspeé para llamar la atención de ambos y ellos al escucharlo se callaron y dirigieron su mirada hacia mi.
-Buenos días Amber- dijo Ethen al verme.
-Buenos días nena- dijo Bryce un poco después.
Vi a Ethen fruncir el ceño al escuchar a Bryce llamarme por el apodo que había decidido ponerme.
-Buenos días. Bryce- le miré a él-. ¿Puedo saber qué haces aquí a las siete de la mañana?
-Vengo a recogerte para ir juntos al inst- la voz de Ethen le interrumpió.
-La voy a llevar yo.
-Eso lo decidirá ella- volvió a hablar el de ojos verdes, a la vez que le dedicaba una mirada desafiante a mi hermanastro.
-En teoría me llevaba Ethen pero ya que has venido puedo irme contigo sin problema si me das un momento para coger algo para comer y para atarme la corbata- le dije haciendo que él soltara una sonrisa de suficiencia.
-Yo te ato la corbata- dijo mi hermanastro girándose hacia mi y agarrando los dos extremos de la corbata que ya estaba colgada en mi cuello sin dejarme tiempo para rebatirle o siquiera para reaccionar ante su gesto.
-Y yo te llevo al instituto con tiempo para desayunar allí, si quieres, aún queda tiempo para que empiecen las clases- me dijo Bryce mientras Ethen me ataba la corbata con cuidado.
-Vale, entonces ya estoy lista- dije cuando Ethen terminó de hacer el nudo.
-Pues entonces vámonos princesa.
Ethen se dio la vuelta para marcharse pero antes de que se fuera le vi mover los labios repitiendo a modo de burla las palabras de Bryce. Después de fulminarle con la mirada salí por la puerta siguiendo a Bryce hasta su coche.
Fui hacia la puerta del copiloto dispuesta a subirme pero justo antes de llegar vi a alguien sentado ahí, así que abrí la puerta de atrás y entré intentando ponerle nombre a la chica rubia sentada en el asiento junto al de Bryce, sin conseguirlo. Definitivamente no la había visto en mi vida.
-Amber, ella es Lara, es una amiga que necesitaba que la acercara así que he pasado a recogerla también, espero que no te importe.
Yo solo negué con la cabeza mirando confundida la sonrisa de la chica mientras miraba a Bryce. Durante todo el trayecto hasta el instituto la chica tuvo su mano sobre la de Bryce en el cambio de marchas y mantuvo la mirada fija en él exceptuando algunos momentos en los que la apartaba levemente para lanzarme una mirada de odio a mi.
-Maika te está esperando en la puerta, yo tengo que hacer algo antes de entrar.
Asentí y, sin decir ni una sola palabra más, salí del coche y fui andando a paso rápido hasta la puerta donde, efectivamente, estaba parada de pie mi mejor amiga. Ella sonrió al verme y yo me acerqué a ella devolviéndole la sonrisa.
-Buenos días reina- me dijo rodeándome con sus brazos, abrazo que correspondí al segundo-. ¿Ha ido Bryce a por ti?
Volví a asentir.
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Ramé.
RomanceNo esperaba tener que mudarme a una ciudad soleada a mis 17 años, dejando atrás toda mi vida anterior en Portland, pero menos aún le esperaba a él, a Ethen. Ese era el nombre del chico alto y castaño con el que tendría que convivir ahora que mi madr...