Capítulo 39. Distanciadas, de nuevo

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Adriana estaba muy desilusionada. Por mucho que quisiera entender la situación, no le cabía en la cabeza que Gabriela fuera la otra noche a su casa y le pidiera dormir con ella si tenía pareja.  No entendía nada. Hablándolo con Alba, ésta le dijo que seguramente Gabriela fue a su casa simplemente a buscar apoyo y ánimo ya que Daniela aún estaba en su ciudad y Gabriela se encontraba sola, y estaba claro que después de enterarse que su padre se iba a morir, necesitaba a la persona más cercana a su lado, y esa sin lugar a dudas era Adriana. 

Mientras, cuando llegó Gabriela a casa, Daniela le comentó que había ido una mujer a verla. Que era cirujana, y que había dicho que ya se verían en la clínica.

A Gabriela le llamó mucho la atención que Adriana hubiera ido a su casa.¿Qué era lo que quería? ¿Por qué había ido? Ahora le picaba la curiosidad. Y Daniela, había conocido a Adriana. ¡Joder!¿Y se había presentado como su pareja?

-Por cierto, Daniela, ¿Le dijiste a Adriana que eras mi pareja?- le preguntó Gabriela como despreocupada. 

-Claro. ¿Y qué querías que le dijera?me tuve que presentar, Gabi. ¿Pero acaso es importante para ti?¿He metido la pata?

-No cariño. Has hecho bien. Eres mi pareja y mi prometida- Gabriela se acercó a ella, la agarró por la cintura y la besó con mucha dulzura. 

-¿Y esa mujer es solo una amiga, Gabi?- preguntó Daniela. Ella se olía que esa mujer era algo más en la vida de Gabriela. 

-No, no es sólo una amiga. Era mi pareja,  Daniela, ella fue el motivo de que decidiera dejarlo  todo y quisiera marcharme lejos. 

-Ah, ¿y crees que tengo que estar celosa, Gabi? Porque la verdad, me resultó una mujer muy interesante. Normal que te hayas fijado en ella.

-Bueno, Daniela, ¿Podemos hablar de otra cosa?, No me interesa hablar ahora de Adriana- mentira, no es que no le interesara, es que hablar de ella la ponía muy nerviosa. Necesitaba quitársela de la cabeza. Gabriela se sentía mal de tener al lado a Daniela y tener en sus pensamientos a la cirujana. Si Daniela supiera…

-Claro, guapísima. Podemos hablar de nosotras, podemos abrazarnos, besarnos...Y lo que surja- le dijo sensualmente Daniela. 

-Eso está mejor, Dani. Te quiero. 

Mientras, Adriana dudaba si llamar a Natalia o no. Necesitaba sentirse mujer, necesitaba sentir a otra mujer, y quería intimar con alguien. Sabía que con una simple llamada Natalia se presentaría en su casa. Estaba muy enfadada con Gabriela y necesitaba descargarse con alguien. Así que finalmente la llamó. Y como ella ya sospechaba, en menos de media hora Natalia se presentó en su casa. 

Tal cual entró por la puerta, se abalanzó  sobre Adriana. Ésta la estaba esperando con ganas. La cogió por el trasero mientras Natalia puso sus piernas alrededor de la cintura de la cirujana y sus brazos por el cuello de Adriana y la llevó directa a la cama. Se desnudaron una a la otra  y follaron con desesperación, como si les fuera a faltar el tiempo. Cuando acabaron el acto sexual, Adriana no pudo evitar sentirse triste pensando que la noche anterior, Gabriela había dormido en esa misma cama con ella y ahora esas sábanas olían a ella. No pudo evitar tampoco comparar a Gabriela con Natalia. Reconocía que la enfermera la excitaba mucho, pero prefería mil veces dormir con Gabriela abrazadas que follar con Natalia durante toda la noche o con otra mujer cualquiera. 

Esa misma semana, quedaron todas en el Corazón Verde para tomar algo el jueves por la noche. Gabriela quería llevar a Daniela para presentársela a sus amigas. Ya era hora de que conocieran a su prometida. Alba le dijo a Adriana que Gabriela iba a traer a Daniela. Adriana no sabía si ir o no, por un lado tenía muchas ganas de ver a Gabriela pero por otra iba a sentir unos celos horribles de verla con la tal Daniela esa, de pensar que Gabriela y ella no iban a intimar más, no iban a amarse más, no iban a hacer más el amor, no iban a dormir más juntas… Se le hacía un agujero en el estómago y en el corazón. Al final decidió que iría, pero como no quería ir sola, le preguntó a Natalia si quería ir con ella. A Natalia no le importó que fuera a ir Gabriela, estaba muy contenta de que Adriana hubiera pensado en ella. 

Descargas eléctricas. (1°Historia) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora