Sumisa de mi Sexy Vecino

Capitulo 16: "Lo siento"

Su mirada recorrió mi rostro hasta posarse en mis labios. Su expresión cambió completamente cuando me salí de su agarre y salí de la habitación dirigiéndome al baño. Pensé que la suerte estaba de mi lado cuando entré al baño. Pensé que iba a dejarme por un momento en paz pero me equivoqué. Will abrió llegó muy rápido a la puerta y puso su pie impidiendo que la cerrara por completo.

-_____por favor. De verdad lo siento mucho. Perdóname, no quería hacerlo. Por favor.-sus palabras solo hicieron que mis pensamientos estén más confundidos que antes. No sabía que hacer: Una parte de mí, la enamorada y ciega, decía que él decía la verdad y que lo perdonara; pero la otra, la lastimada y dolida, sólo quería que me aleje de él y que jamás lo perdonara.

Me quedé en silencio, las lágrimas amenazaban con resbalarse por mis mejillas pero no iba a dejar que me viera débil.

- Perdóname. Yo... los celos me cegaron. Siempre estuve interesado en ti... siempre. Pero tu hermano no dejó que me acercara a ti y ahora que tr tengo no quiero perderte. Lo siento.

No sabía que decirle. Nunca en mi vida se me pasó por la cabeza que le gusté a Will. Él siempre me gustó, soñaba con que algún día fuéramos novios pero cuando se fue creí que ese sueño jamás se cumpliría pero ahora...

Él sin más me besó, era un beso suave y con amor. Abrí mi boca para que pueda entrar en mi boca y así nos fundimos en un beso desesperado y algo más.

Me alzó del suelo haciendo que mis piernas se enrollen en sus caderas. Él me agarró de mi trasero y caminó conmigo en sus brazos hasta que llegamos a su habitación y me dejó cuidadosamente sobre la cama mientras él se acomodaba encima mío con sus brazos a los costados tratando de no poner todo su peso sobre mí. Unió nuestras bocas otra vez besándome con pasión. Mis manos recorrían su espalda completamente. Se separó de mí para sacar mi blusa. Levanté los brazos y la retiró tirándola en el suelo. Su boca se acercó de nuevo a mí pero esta vez no a mi boca sino que bajó a mi cuello dejando un camino de besos por mi clavícula hasta llegar a la cima de mis pechos. Sus labios succionaba y mordían ligeramente mi piel hacién dome gemir de la excitación. Nuestras respiraciones estaban muy agitadas y podía sentir un bulto duro en mi vientre. Lo quería tanto, quería que siguiera que no parara nunca. Pero lo hizó. Justo cuando creí que besaría mis pechos, los cuales ya estaban erguidos debido a la excitación.

Todo ese magnífico momento se fue al caño metafóricamente haciéndome volver a la realidad cuando dijo las palabras...

-¿Quieres que continúe?

Pensándolo bien necesitaba que me expliqué lo que había hecho.su expresión cambió cuando notó mi ceño fruncido y se acostó a mi lado apoyando su cabeza en su brazo mirándome fijamente.

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