Ne timeas dimittere [Félix/Marinette]

Parte única.

Nota: Fuera de personaje.

...

- Félix Graham de Vanily.

Él estaba tomándose un café, con toda la tranquilidad del mundo mientras miraba la libreta de Marinette donde estaban nuevas prendas que haría o estaba haciendo.

- ¿Sí?

- Cásate conmigo.

- No – respondió sin siquiera mirarla, pasando la página de aquella libreta. Completamente calmo.

Y Marinette nuevamente volvió a preguntar –. ¿Por qué?

Y él volvió a responder –. Porque no.

No era que no quisiera ligar su vida a la loca (porque él creía que Marinette lo estaba) que lo enamoró. Sino que era su aversión y temor al matrimonio; no miedo al compromiso, sino lo que era un matrimonio.

Pues, Félix creía que el matrimonio era una maldición, pues su tío, Gabriel Agreste, se obsesionó tanto con la idea de traer a la vida a su fallecida esposa y tía, Emilie; pese a que Chat Noir y Ladybug junto a otros portadores hubiesen ya derrotado a Hawkmoth hace ya años...

Él había sentido lástima por el destino del padre de su primo, y rogaba porque él o Adrien, no acabaran como él.

Obsesionados con traer de regreso a su ser amado con el poder de los Miraculous. Los cuales odiaba también.

Aunque esto, no era algo que le hubiese dicho abiertamente a su novia. Y hablar de ello, le hacía sentir mal.

Pues... ¿Qué pasaría si él muriese? ¿Marinette enloquecería y se obsesionaría con traerlo devuelta? O él... ¿Sería él capaz de cometer tales atrocidades para traer de vuelta a Marinette si ella moría o quedaba en coma?

No quería imaginar nada de eso, le daba náuseas.

Marinette suspiró, esta era la vigésima novena vez que Félix le decía que no. Pero esta vez, no iba a aceptar un no por respuesta; esta vez, averiguaría la razón.

- Esta es la vigésima novena vez que me dices que no.

- ¿Quieres que de una vez sean 30 veces?

Marinette se cruzó de brazos, haciendo pucheros mientras lo miraba con el ceño fruncido –. No es gracioso, Fél.

Félix fue quien suspiró esta vez, para finalmente mirarla. Entre resignado y divertido –. No puedo creer que ya teniendo 26 sigas haciendo pucheros, Mari.

Marinette se enfurruñó –. Tal vez porque alguien lo provocó... ¿Por qué no quieres casarte conmigo? – preguntó, dejando de lado sus pucheros y ceños fruncidos para mirarlo con seriedad y tristeza –... Nunca me dices exactamente por qué, y eso me hace pensar... Que no estás siendo serio conmigo.

- Estoy siendo serio contigo, Marinette... Y la razón por la que rechazo tanto el matrimonio, no es por miedo al compromiso – suspiró, preparándose mentalmente para que la verdad, fluyera como el agua –... ¿Aún recuerdas a mi tío, al padre de mi primo, Gabriel Agreste?

Marinette parpadeó, abriendo ligeramente la boca –. ¿Hawkmoth...?

- Entonces supongo que, también recordarás el motivo por el que tanto deseaba los Miraculous.

- Sí... Pero, ¿A qué quieres llegar con esto, Félix?

- Tengo miedo de enloquecer si llegase a perderte.

Marinette, realmente se había vuelto importante para él. Más de lo que hubiese querido.

- No quiero hacer lo que mi tío hizo en ese entonces, y tampoco...

- No va a pasar – le interrumpió Marinette, acercándose hasta él, tomando sus manos entre las suyas con ternura –. Tú eres Félix Graham de Vanily, no Gabriel Agreste y yo... Confío plenamente en ti.

Su miedo podría todavía seguir ahí, no obstante, se vio reconfortado por sus palabras... Que le provocaron una sonrisa.

- Me tienes mucha fe, Dupain-Cheng.

Marinette le sonrió también.

- Y no me arrepiento de ello.

-Traumada Taisho