Ya habían pasado unos 4 meses desde que el rey demonio Muzan había sido eliminado y con eso una pérdida trágica de bastantes cazadores de demonios. Desde ese tiempo tanto Hanae como Hanami y yo estuvimos recuperando nuestras heridas por Aoi y las niñas con ayuda de Shinobu, luego con la organización disuelta mi abuela y mi medio hermana Amithya se habían decidido en explorar el mundo humano. De vez en cuando recibía visitas de mi madre y de Yumi con bastante frecuencia, pero en relación a mi estado emocional el haber paz me había subido el autoestima y había aprendido más a expresar mi felicidad y no ser tan fría, aunque tenía mis constantes peleas con cierta semidiosa alegre.
--¡Kaede, te dije que hoy tenemos que salir!--Gritaba la pelirroja menor de nombre Hanami. Recientemente ella era una diosa antigua perdida que reencarnó como humana, pero actualmente es una semidiosa con el mismo nivel y aptitudes físicas que el mío. Desde la batalla contra los demonios mi rival había cambiado su estilo de ropa y se había decidido por llevar kimonos que tienen dibujos otoñales, por lo que sé son únicos y se parecen a los que vestía antes de ser cazadora.
--¡Pero ya te dije que no tengo ganas, deja de insistir tonta!--Respondí en un tono serio demostrando autoridad e insistencia a la queja de mi rival dentro del jardín donde se suponía que había una discusión entre ambas. En referencia a mi apariencia ya había dejado de usar mi largo cabello teñido rojo oscuro y mis lentes de contacto para cambiar al aspecto que en verdad poseía como consecuencia de mi cambio, además ahora usaba kimonos violetas bastante parecidos a los que tenía mi hermana Shinobu.
--Ara ara, no peleéis, sé que no tenéis una relación muy grata pero hay que calmarse. Hoy hay que salir a pasear Kaede, no puedes quedarte en cada, respeta a tu conviviente.--Añade mi hermana mayor Hanae con una sonrisa afable y dulce que generaba una tranquilidad entre ambas. Ante su comentario soplé al aire refunfuñando pero decidí aceptar la decisión para ponerme en camino hacia el lugar donde se supone que íbamos a ir, el cual era la finca mariposa ya que recientemente los kakushis habían estado reformando la gran mansión para poder ir allí a vivir de nuevo, pero el ser tan grande y espaciosa tardaban su tiempo. La ojiazul en ningún momento jamás había cambiado su vestuario debido a que siempre tenía kimonos y muchísimos vestidos de los que solía intercalar dependiendo de la situación, pero siempre es muy bella y naturalmente conocida como la Diosa Gélida.
--Genial, ¡toma esa Kaede!--Se burló Hanami sacándome la lengua con sorna, pero ignoré ese hecho y salimos las tres caminando en dirección a la finca mariposa. El cami o era bastante largo ya que como teníamos que bajar la gran montaña nevada no iba a ser puro turismo, pero como sabemos el bajarla era fácil, pero al subirla se conseguía una caminata bastante pesada y con la que no se disfrutaba mucho.
--Mejor no te burles y sigue caminando, hoy tengo que atender a los pacientes para antes de la hora de comer.--Le recalcaba a la pelirroja con dureza y frialdad por ser característico de mi nueva personalidad a la vez que estábamos bajando la montaña. Por cada paso se hacía un verdadero infierno por haberme olvidado de las botas especiales, eso hacía que ellas fueran más deprisa olvidándose de mi presencia al instante mientras mantenían una conversación.
Mientras mantenía la caminata observaba el espacio que había a mi alrededor por el gran paisaje de hielo y el río frío y gélido que circulaba justo a unos metros a la derecha de mí, todo era precioso, incluso los árboles o las plantas que solo crecían en aquella montaña, por eso me encantaba vivir aquí ya que a veces me encantaba salir sola o junto a Kanae para admirar la belleza de la naturaleza. Sin embargo, a la vez que avanzaba un extraño sentimiento perturbador se fundía alrededor de mí, no entendía el por qué pasaba esto pero no conseguía entender estas emociones de miedo y frustración.
--¿Por qué me siento rara? No es común en mí, debo calmarme, aquí no hay nada de lo que preocuparse.--Trataba de calmarme deteniendo un momento mi andar y respirando profundo para soltarlo relajadamente, pero dicho sentimiento no dejaba de abundar. Entonces al alzar mi vista quedé tartamudeando al observar unas nubes que aparecieron en el cielo cayendo un enorme trueno en el hielo, de esa manera una enorme avalancha se formó delante de mí dispuesta a caer y quizás matarme.
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La Mariposa Cósmica
FanfictionFinalmente Muzan, aquel que creíamos que murió una vez, ha sido desintegrado por el sol y la paz y la armonia ha vuelto en todo el mundo con los cazadores de demonios disueltos. Sin embargo, en un viaje a la finca mariposa soy atacada y viejos recue...