MARY:
Salir con Damon no era lo que yo llamaría agradable. Técnicamente, no estábamos pasando el rato, pero él seguía molesto. Solo estaba charlando sobre lo mucho que quería matar a Kai y cómo iba a hacerle pagar por todo lo que había hecho. Estaba bastante seguro de que Damon solo estaba tratando de meterse debajo de mi piel. Y estaba funcionando, pero no se lo iba a dejar saber.
Oye, cuando pasas más de un año encerrado en un mundo vacío con alguien, tiendes a acercarte. Claro, Kai y yo finalmente habíamos tomado caminos separados, pero aún me gustaba el chico. Aparte de sus formas asesinas.
-Puedo escuchar a Kai gritando- dijo Damon mientras caminábamos silenciosamente por el pasillo. Estaba susurrando, pero sonaba como si estuviera gritando.
-¿Qué está diciendo? - pregunté. Damon me sonrió.
-Dijo que es una pena que no tengas oído de vampiro. +-Entendí a Damon.
-¿Por qué eres tan idiota?- Le pregunté un poco más alto de lo que pretendía.
-No me gustas y no confío en ti.
-Bueno, si no tienes cuidado, podría darte una razón para que no confíes en mí.
-Shhh.
Kai dio la vuelta a la esquina y se detuvo, mirándonos directamente. Sabía que no podía vernos; Se me daba bien ser una bruja. Pero Damon y yo nos tensamos de todos modos. Esperamos en silencio mientras Kai pasaba junto a nosotros, reciclaba su lata y se alejaba.
-Ve a buscar a Caroline- le dije a Damon. -Iré a distraer a Kai. Damon me miró como si estuviera loca.
-No- dijo.
-Todavía puedo hacer el hechizo de camuflaje lejos de ti- le dije, yendo detrás de Kai. Damon me agarró del brazo. -Damon, déjame ir.
-Me acabas de decir que me darías una razón para no confiar en ti. De ninguna manera te dejaré ir con ese psicópata. - Sacudí mi brazo para liberarlo del agarre de Damon.
-Puedes ir a buscar a Caroline y quedarte oculto por mi hechizo , o puedo deshacerlo.
-Vale.- Damon se marchó por el pasillo en dirección opuesta a Kai. Seguí a Kai.
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Kai estaba en la cafetería, mirando a través de los refrigeradores, con una mirada de disgusto en su rostro. Desde este ángulo, se parecía al Kai que recordaba del mundo de la prisión. El buen Kai, que me habló de libros, películas y cocina, que le encantaba hacer. No el asesino loco que todos los demás conocían.
-¿Hay alguna razón por la que me estás espiando?- Preguntó Kai sin volverse para mirarme.
Di un paso hacia él, luego me detuve. En realidad, nunca me haría daño, pero, de nuevo, estaba segura de que sus hermanos tampoco habían esperado que él los persiguiera.
-Quería hablar- dije simplemente. Kai se volvió y cerró la nevera detrás de él. Sostenía una manzana en una mano.
-¿Sobre qué, rubita?
-Nunca vas a dejar de llamarme así, ¿verdad?- Kai sonrió.
-Hay algo que me ha estado molestando desde que llegamos aquí-. Kai tomó un bocado de su manzana, el jugo goteaba de su barbilla. Agarró una servilleta y la limpió.
-¿Y qué es eso?
-En primer lugar, ¿Cómo lograste traerme de regreso contigo? Estuve todo el tiempo en Polonia.
-¿Por qué querrías ir a Polonia?- Kai me preguntó, ignorando mi pregunta.
- Sabes que me encanta la historia. Fui a ver los campos de concentración. De todos modos, responde mi pregunta. ¿Cómo me trajiste de regreso al presente contigo?- Kai arrojó su corazón de manzana a un bote de basura cercano y se acercó a un fregadero para lavarse las manos.
-Te encanta la historia. - Kai suspiró. -Siendo una bruja, sabía que si quería traerte de regreso conmigo, o tendrías que estar allí o tendrías que tener mi sangre. Así que te di mi sangre. - Me senté en el borde del mostrador.
-¿Cómo? no hay forma de que tu sangre se haya quedado en mi sistema tanto tiempo.- Kai se volvió y se apoyó contra el fregadero, con los brazos cruzados. Todavía estaba musculoso y tonificado, su camisa de los Timberwolves de Mystic Falls (que supuse que había encontrado en algún lugar del gimnasio o algo así) se ajustaba perfectamente a su cuerpo.
-¿Recuerdas la vez que te apuñalé?- "¿Cómo podría olvidarlo?" -Bueno, mientras estabas fuera, tomé un poco de tu magia, te di un poco de mi sangre, hice algunos hechizos y listo.- Kai suspiró. -¿Alguna otra pregunta? Estoy en medio de algo.
Oh sí. Se suponía que debía distraerlo. Me había olvidado por completo de eso, perdiéndome en lo que Kai estaba diciendo. Esta fue la verdadera razón por la que incluso había venido: para obtener mis propias respuestas.
-Hay otra cosa- dije, acercándome a él. Lo miré de reojo. Estábamos tan cerca que podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo, nuestros brazos casi se tocaban.
-¿Por qué me trajiste de regreso?- Le pregunté en voz baja. Kai permaneció en silencio por un momento, mirando fijamente las baldosas en el piso.
-Rubita -dijo en voz baja. -Eras lo más cercano que había tenido a un amigo. Incluso antes de hacer lo que hice, yo no era del tipo social. Así que cuando te conocí y realmente me gustaste, fue ...- "¿qué?"- "No me trataste como a un asesino psicótico. O una abominación. - Sonreí levemente, viendo un lado de Kai que ni siquiera yo había visto antes. Estaba siendo completamente sincero. Puse mi mano en su brazo y él sonrió antes de volviera a levantarse de la pared.
-Por otra parte, me agradaba mi hermano, Joey, lo suficiente antes de matarlo a golpes.- Dejé caer mi sonrisa y mi mano, con rabia.
-¿Por qué no puedes dejar entrar a nadie?- Le pregunté. -Sé que no eres del todo malo, Kai. ¿Qué tal si paras de esconderte detrás de tu pasado?- Salí de la cafetería e iba a dejar la escuela por completo, pero Damon estaba esperando en el pasillo.
-¡Mary, espera!- Dijo Kai, antes de ver a Damon.