Fragments | Y. BELOVA (PLATONIC)

Uno

o1. |  UN VISITANTE SORPRESA

Un suspiro de contenido escapó de los labios de Lia mientras tomaba un sorbo de su café tibio y refrescante, sentada en el sofá de su apartamento. Estaba vestida con ropa casual, una camiseta azul holgada y pantalones negros, sus ojos color avellana fijos en la televisión que transmitía las noticias sobre la ruptura entre los vengadores que había estado en un bucle durante la última semana o dos.

Realmente estaba comenzando a molestar a la mujer de cabello oscuro que comenzó a desplazarse por los otros canales. No era que odiara a los héroes, no, de hecho los respetaba. Era el gobierno criticando constantemente sus acciones en lugar de hacer algo útil ellos mismos.

La nephilim se puso de pie estirándose, apagando la televisión antes de dirigirse a la cocina y colocar la taza en el fregadero. Se sirvió un vaso de agua y suspiró aliviada cuando el líquido le hidrató la garganta.

Estaba lavando el vaso cuando de repente escuchó un leve crujido detrás de ella, haciendo que sus cejas se fruncieran levemente, volviéndose alarmadas. Dejó el vaso en la rejilla, cerró el grifo y cogió una toalla para secarse las manos.

Lia se dio la vuelta, encontrándose cara a cara con una pistola en la cara, su expresión completamente imperturbable mientras miraba al dueño del arma frente a ella con una sonrisa en su rostro, los fríos ojos de zafiro de la rubia mirando fijamente a los suyos de oro avellana con hostilidad. 

Antes de que el nephilim le diera a la rubia la oportunidad de hacer algo, ella giró el arma fuera de su agarre en un abrir y cerrar de ojos, arrojándola al otro lado de la habitación fuera del alcance de cualquiera. La rubia le dio un puñetazo a Lia que ella esquivó, su otra mano metió la mano en uno de sus bolsillos para sacar una navaja.

Ella cortó con su espada a la mujer de cabello oscuro que hábilmente logró esquivarla, deslizándose debajo de sus pies y tirándola bruscamente al suelo. La asesina de cabello rubio más bajo se recuperó rápidamente, poniéndose de pie de un salto antes de propulsarse a sí misma al nephilim en una serie de ataques.

Lia lo detuvo, bloqueando golpe tras golpe, haciendo todo lo posible por no destruir nada en el camino, sabiendo que acababa de limpiar su apartamento hace unas horas. Ella esquivó otro golpe, desarmando el cuchillo de su mano con un movimiento rápido.

Aprovechando la leve conmoción de la rubia, la agarró del brazo y la volteó en judo, inmovilizándola contra el suelo con el cuchillo que llevaba por el cuello. La rubia gruñó en respuesta, de repente se retiró hábilmente del agarre del nephilim y la pateó a un lado.

Lanzó una patada circular en la cara de Lia, quien levantó las manos justo a tiempo para bloquearla, agarrándola de la pierna y tirándola al suelo. La rubia se recuperó rodando antes de arremeter contra el nephilim una vez más, quien no fue lo suficientemente rápido para esquivarlo, sacándole el aire de los pulmones.

Las dos patinaron por el suelo con la rubia encima de Lia, su cuchillo contra la garganta del nephilim mientras sus inexpresivos ojos color zafiro se clavaban en los suyos. Se quedó así unos segundos más antes de ponerse de pie.

-Necesito tu ayuda- dijo la rubia, su acento ruso era evidente en su tono.

-Encantada de conocerte también- replicó Lia con sarcasmo, poniéndose de pie. -¿Por qué atacarme si querías mi ayuda?

La rubia recuperó su arma que había sido arrojada cerca del sofá, encogiéndose de hombros en respuesta- Quería verme a mí mismo si eras tan buena como me dijeron que eras.

El nephilim de cabello oscuro enarcó una ceja como si le pidiera que continuara.-No esta mal.

-Bueno, es un placer saberlo- dijo Lia.

-Eres Lia Herondale, hija de Dina y Ezra Herondale- afirmó- Dos nombres muy conocidos en SHIELD, HYDRA y la sala roja

-¿Y tu eres? Lia cuestionó, con los ojos fijos en el asesino que tenía ante ella.

-Yelena Belova- respondió la rubia antes de continuar- Y sin embargo, no había información sobre que tuvieran una hija.

-Entonces, ¿por qué estás aquí, frente a mí?

-Hice algunas investigaciones- Yelena se encogió de hombros- Fue un dolor en mi trasero.

Una sonrisa burlona adornó los labios de la nephilim mientras se cruzaba de brazos-Entonces, ¿qué necesitas de mí?

-Estoy tratando de acabar con Dreykov y la Sala Roja- dijo Yelena- Tus padres tuvieron un gran pasado con ellos.

Por el rabillo del ojo, vio que Lia se estremecía. Ninguna persona común habría recogido la más mínima tensión de los hombros del nephilim, pero lo hizo.

-¿Qué te hace pensar que me uniré a ti? Lia preguntó, su tono se volvió ligeramente intimidante.

-Sé que mató a tus padres y tienes mala sangre con él. ¿No quieres acabar con él también? Con tu ayuda, podría hacerlo- Yelena esperó unos momentos su respuesta.

-Estoy dentro- respondió Lia- Pero con una condición.

-¿Que?

-Me ayudaras limpiando este desastre- señaló la nephilim alrededor de su sala de estar con una expresión exasperada que parecía estar en un estado de desorden.

-¿Qué?- Repitió Yelena, parpadeando hacia Lia.