Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]

"Annoying af" Drabble

El club "Furia Nocturna" está abastecido de una particular variedad de personas que buscan divertirse un rato, emperifollados y ebrios, bailan alrededor de la pista con la música estridente que el DJ, en su atril de gloria, mezcla sin pudor ni reparos en cuanto a efectos de sonido

Con una mano, Elsa se cubre el oído izquierdo mientras que la otra acomoda un poco su vestido de pedrería plateada que tiende a subírsele por la cadera, Anna bebe algún brebaje de colores a su lado y ella no duda en inclinarse a su oído.

—¡Ann! ¿Has visto a Tadashi?— grita con una gutural que intenta desplazar un poco a la música.

Anna la mira confundida unos segundos, como si no entendiera lo que dijo y está intentando procesarlo; pronto, su rostro se alarga en una sonrisa y niega.

—¡No lo sé, hermana! ¡Creí que estaba contigo!

—¡No, lo perdí a los veinte minutos de entrar!

Anna balbucea algo en respuesta sin dejar de contonearse y Elsa resuelve que es caso perdido preguntarle a su hermana ebria sobre el paradero de su novio; Le hace una seña a Kristoff, pidiendo que la cuide, y no se retira hasta que él asiente y abraza a su hermana.

Se escurre como puede entre la gente hasta la barra, donde encuentra a Tadashi.

Con la chaqueta desacomodada y una sonrisa de tarado en la cara, coquetea con un par de desconocidas que le ofrecen los pechos y sonríen encantadas. Está obviamente ebrio, eso la hace apretar los dientes y arrugar la nariz mientras sus pasos entaconados recorren la distancia que los separa en menos de dos minutos.

—¡Debe ser una puta broma, Tadashi!— se planta en frente de su novio y acompañantes que la miran con desdén —¡Estás tomando de nuevo!

Él encoge la expresión en un fastidio poco disimulado y con un dedo sobre los labios la manda a callar.

—Elsa, por favor no me interrumpas mientras hablo con...

—Amanda— dice una de las morenas de la barra.

—Leelah— continúa la otra.

—Preciosos nombres, como ustedes— les guiña un ojo, ellas se sonrojan —entonces... les decía que pueden venir a mi apartamento conmigo y...

—¡Y claro que estás con otras mujeres!— se burla Elsa.

—Relájate, baja tu tono— manotea Tadashi. —Qué fastidio...

—¿Quién es ella?— pregunta Leelah.

—¿yo? Yo, cariño, soy su...

—Peor error— la interrumpe. —un error, eso es lo que es.

El pecho se le oprime y siente la sangre burbujear en sus venas. Y pensar que en primer lugar están ahí para celebrar su maldito ascenso en Krei Tech, ese ascenso por el que tanto lo animó a luchar.

—¿Un error? ¡yo sacrifiqué todo porque tuvieras el éxito de ahora!— las uñas se clavan en su pecho al señalarse a sí misma con ellas, intenta contener las lágrimas.

Tadashi resopla.

—Por favor... yo nunca te pedí que lo hicieras, vete a joder a otro lado ¿quieres?— repantingado contra la silla y la pared, Tadashi se regocija con las risas de las chicas que lo acompañan, mas no sabe cómo sentirse respecto al rostro dolido y oscuro de Elsa.

—Me das pena...— escupe —puedes irte muy al infierno, Tadashi Hamada.

Después de todo lo que hizo por él, los trasnochos, llantos, peleas innecesarias. ¿Qué hizo mal?