10- 𝕬𝖞𝖚𝖉𝖆 𝖕𝖊𝖑𝖎𝖌𝖗𝖔𝖘𝖆♰

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Si gustas, puedes colocar la canción que está en multimedia cuando salga este símbolo 𝄞

Ahora sí, comenzemos con el capítulo de hoy♡

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Narrador omnisciente

El bosque, el bosque para algunas personas puede ser lindo y para otras personas puede ser peligro. A ella el bosque la calma.

Le da paz.

Sus pasos suenan fuerte mientras pisa las hojas secas que se encuentran por todo el lugar.

Ella sabía lo que estaba haciendo, ella sabía que si lo hacía, le iba a causar un dolor inexplicable a su rayo de luz.

Pero estaba buscando la manera de ayudar, de no perder otra vez a su rayo de luz.

Aunque la ayuda sea dolorosa.

Se encontraba a las afueras de Esparta, en una cabaña echa de madera de roble con algunos años de antigüedad, sorprendentemente todavía seguía en pie.

— Necesito que trates de distraerlos, por favor Agnes no los dejes solos, se puede poner peor —dice a través del teléfono un poco angustiada.

Espera la respuesta y sonríe un poco aliviada.

— No dejes que vayan a la casa, solo pueden ir si van a buscar sus pertenencias, cuídalos te lo suplico Agnes —le responden de vuelta y cuelga el teléfono, lo apaga y se sienta en el piso de la cabaña pensando en que pasará después de todo esto.

<<Les tenía que haber dicho que a lo mejor no volveré en días>> pensó un poco angustiada.

La ciudad de Esparta desde un punto de vista es la ciudad ideal para tener una familia y una vida grata, pero trata de no colarte tanto a fondo de ésta porque puede que no puedas escapar.

— Pensé que no llegarías nunca, querida Adeline —dice el recién llegado sonriendo malévolamente.

— Te dije que vendría, necesito saber quiénes son los que siguen vivos, Alocer —se levanta del suelo limpiandose las manos llenas de polvo.

De un rápido movimiento Alocer la empuja contra la pared y la ahorca lentamente, disfrutandolo.

— Déjala en paz, dijimos que la íbamos a ayudar —dice otro extraño llegando al punto de encuentro- Adeline, linda ¿Cómo has estado?.

Adeline empuja a Alocer y se toca el cuello, siente un poco de dolor en esa zona.

— Bien, dentro de lo que cabe, Melkor —el extraño llamado Melkor asiente y mira hacia la puerta negra que los espera.

— Vamos comenzemos con esto —dice el demonio Melkor y los 3 atraviesan la puerta.

Ella nunca llegó a pensar que estaría en el mismo lugar que dos demonios.

Llegan como a un salón lleno de libros y posiones, algunas de hechicería blanca y otras de hechicería negra.

— Creo que ya sabes a lo que te estás arriesgando con esto —dice Alocer con un tono macabro— Puede que ya no te acepten en la asociación de hechiceras, aunque bueno, me alegro por ti esa estúpida asociación es una porquería.

— Cállate —le dice Melkor a Alocer, y este hace un puchero burlándose— No te desterraran de la asociación, solo que vivirás con algunos muertos encima tuyo.

Ántara. [EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora