Mi verdadero ser (tsukishima kei)

capitulo 39

-Mei, ¿puedo pasar? – dijo Kageyama tocando desde el otro lado de la puerta, Tsukishima y Mei se separaron al instante.

-ehhh si, claro – Mei empujó a Tsukishima para que Kageyama no los viera así de juntos.

Kageyama entró a la habitación y cambió su expresión al ver a Tsukishima.

-yo ya me iba – Dijo Tsukishima – nos vemos Mei.

-adiós Tsukishima – se despidió con la mano.

-parece que interrumpí el momento – insinuó el azabache.

-no sé a qué te refieres Tobio.

-vamos, no soy tonto, aun sigues sonrojada – el chico ladeó su sonrisa.

-ay no me digas – la chica posó una mano en su mejilla y Kageyama soltó una carcajada.

-te delatas sola.

-Tobio no me jodas así por favor – la chica se recostó dando un leve suspiro.

- ¿Cómo van las cosas entre ustedes?

-¿de qué hablas?

-vamos Mei, sabes a que me refiero – Kageyama se sentó.

-es difícil – levantó su mirada al techo – es que no sé si realmente puedo confiar en él... intento olvidar todo lo que pasó, pero cuando me mira de una forma distinta me recuerda... - Mei comenzó a ver las imágenes en su cabeza de Tsukishima e Ima – ahh Tobio no quiero hablar de eso – posó su mano en la frente.

-está bien, entonces, ¿mañana te dan el alta?

-sí, eso dijo el doctor – la chica bostezó – pronto volveré a la preparatoria...

-no sabes lo difícil que ha sido para mí tomar apuntes de las clases – rio por lo bajo, Kageyama sabía que el desánimo de Mei era por ver a los chicos, pero prefirió no tocar el tema, tarde o temprano ella iba a hablarles por su cuenta.

-no siempre voy a estar para pasarte los apuntes, así que está bien que te acostumbres.

-oye, no lo digas así, suena como si te fueras a morir – se quejó Kageyama.

-no lo dije con esa intención, aunque...

-ya mejor no digas más – Mei soltó una pequeña risa por la reacción del chico – ¿Tsukishima vendrá mañana a buscarte junto con la hermana de Tanaka?

-no, solo vendrá Saeko, no le he dicho a Tsukishima.

-ya me imagino al idiota llegando con flores y que haya una anciana en tu habitación – Kageyama rio maliciosamente.

-hey, no seas malo, le diré cuando esté en casa.

-cómo me hubiera gustado ver su reacción – fingió estar dolido.

Los jóvenes siguieron hablando por bastante tiempo hasta que llegó la hora de que Kageyama se marchara. Mei se durmió al instante, su cuerpo se sentía agotado, mañana al fin dejaría ese lugar después de estar casi un mes.

[...]

Han pasado alrededor de tres días desde que Mei salió del hospital. Vivir bajo el mismo techo junto a Tanaka era algo difícil para los dos, no se dirigían mirada alguna y mucho menos cruzaban palabras, Mei quería perdonarlo para dejar todo atrás, pero no sabía cómo.

En estos momentos se estaba preparando para ir a casa de Tsukishima, al fin vería al pequeño Kichiro, aunque ni tan pequeño, los gatos crecen rápido y más aun cuando no los ves seguido como es el caso de Mei. Era realmente difícil para ella peinarse con la mano izquierda, a ratos se frustraba, pero aun así seguía intentando, por suerte Saeko la ayudó a vestirse antes de salir.