Cuando la felicidad y las almas gemelas podrían ir de la mano

Capítulo Único

-Hola, espero no lleves mucho tiempo esperan... - escucho mientras un joven rubio entraba a la habitación- Oooooooh... Eres el chico del bar, el tipo de la paloma- escuchó esta vez y aunque se le hizo un poco grosero lo ignoro, tenía otra cosa en qué concentrarse.

Un leve pero perceptible ardor en su espalda baja aparecía, externamente podía fingir que nada pasaba, pero no era tonto, sabía lo que eso significaba, acaba de conocer a su alma gemela. Se suponía que una máquina de matar como él no debería tener un alma gemela, o eso pensó, durante toda su infancia se aferró a esa idea, y conforme fue creciendo se dio cuenta que por su línea de trabajo era poco probable que pasara, así que aquella situación era inesperada.

Pero no importaba que tan inesperado fuera, encontrar a su alma gemela no cambiaba nada, trabajar a su lado tampoco iba a afectar, su vida seguiría siendo la misma y la misión se cumpliría. Que su alma gemela apareciera no cambiaría nada.

La entrevista empezó a transcurrir de manera "normal" o lo más normal que se podía, teniendo en cuenta que Hattori hablaba por él y que el rubio parecía sacado de quicio. Conforme fue pasando la entrevista se dio cuenta que el chico parecía cada vez más cansado de Hattori.

- ¿Podrías hablar tú y no esa tonta paloma? - grito el rubio de la nada, para satisfacción de Lucci.

-Brooohooo, no sé de qué estás hablando, y no soy una tonta paloma- respondió Hattori antes de que Paulie explotara y empezará a maldecir.

Una imperceptible sonrisa apareció en su rostro, su alma gemela no parecía una persona aburrida, ni mucho menos débil, no parecía una persona que se dejaba amedrentar por cualquiera, Lucci rápidamente llegó a la conclusión de que podría divertirse un poco con ello.

...

Esa noche, después de ir al bar de Blueno, llegó al cuarto donde estaba rentando y se vio en el espejo, en su espalda, debajo de su cicatriz, estaban las palabras de ese rubio, la letra era bonita, pero el contenido no le agrado mucho, ¿su alma gemela no pudo encontrar mejores palabras?, "el tipo de la paloma", si el maldito lobo veía eso se iba a burlar de él.

Recordó los registros que le habían dado, Paulie era el nombre del rubio, tenía aproximadamente 19 años, había nacido y vivido en water 7 y a pesar de ser joven era uno de los pupilos más viejos y prometedores de Iceburg. Cuando el pupilo de Tom había empezado a trabajar duro para unir los muelles y posteriormente crear la Galley Company, se podía ver al rubio ayudando. Debían tener cuidado con él, Lucci lo consideraba un potencial peligro, pero evaluarían con el pasar de los días si era necesario deshacerse de él, confiaba en que Kaku se ganaría la confianza de Iceburg y en caso de que Paulie se volviera una piedra en el camino, siempre podían matarlo y hacer que pareciera un accidente.

...

No pasó ni una semana antes de que el joven empezará a discutir con él, a Lucci le pareció divertido, no tenía al lobo para entrenar, pero discutir con Paulie le daba cierta satisfacción, le gustaba ver como el rubio se lanzaba a un peligro que aparentemente no veía y le gustaba aún más someterlo.
La diferencia de edad era un poco notoria y escuchó una vez al rubio atribuir a eso el hecho de que usualmente perdía, como fuera el caso sus peleas empezaron a ser más frecuentes y el rubio empezaba a mejorar en sus golpes, no eran lo suficientemente buenos para un agente del CP9, pero eran decentes para una persona "común", su alma gemela era alguien interesante...

No era nada interesante, en absoluto se dijo cuando vió a Paulie casi babear y besar el suelo por donde pasaba Iceburg, podía apostar que su querida alma gemela tenía un ligero enamoramiento o un gran complejo de héroe con el director de la Galley Company y solo porque estaba aburrido y no tenía nada que hacer, decidió molestar al rubio, fue entretenido ver como el chico parecía contenerse y tratar de aparentar ser sensato frente a Iceburg, observar cómo fracasaba por culpa suya le daba cierta satisfacción que ni él mismo comprendía.